Cobre en Argentina: los cambios necesarios para generar 40.000 empleos y u$s7.000 millones de ingresos al país
ECONOMÍA Sebastián D. Penelli*Los seis proyectos de cobre más avanzados de la Argentina generarían inversiones por u$s20.000 millones, exportaciones por casi u$s9.000 millones al año, un saldo comercial de casi u$s7.000 millones y más de 40.000 puestos de trabajo nuevos si las condiciones de inversión mejoran para este sector en el corto plazo.
Un informe de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) al que accedió Energy Report reveló que la demanda de cobre para la transición energética se intensificará y plantea hipótesis de escasez en todos los escenarios. "Para 2035 el faltante de cobre puede llegar a casi 10 millones de toneladas, equivalentes a unos 50 proyectos de clase mundial", calcularon, y advirtieron que sin esa producción de cobre, los objetivos de transición energética corren riesgo.
Producción de cobre de mina en América Latina
Actualmente el ranking de producción de cobre en la región la encabezan Chile, con 5.200 toneladas anuales, y Perú, con 2.200. Más atrás le siguen Brasil, con 324 toneladas; y más relegados Colombia con 8 y Bolivia con apenas 3. En Argentina la producción es nula.
¿Cuál es la situación del Cobre en Argentina?
La principal operación de cobre en Argentina (Bajo la Alumbrera) dejó de producir en 2018 y desde entonces no ha logrado poner en marcha ningún otro proyecto. Las instalaciones de Alumbrera serán aprovechadas por Proyecto MARA, que busca desarrollar el nuevo yacimiento de cobre y oro Agua Rica, ubicado a unos 35 kilómetros de distancia, en pleno corazón de Catamarca, a unos 400 km de distancia de la capital provincial.
Pero según indicaron desde CAEM, las dificultades macroeconómicas y la alta presión tributaria han retrasado de forma persistente la puesta en marcha de nuevos proyectos de cobre.
El país hoy cuenta con media docena de proyectos de cobre de clase mundial, en condiciones de comenzar su construcción en el corto y mediano plazo. Estos seis proyectos implicarían desembolsos de capital por al menos u$s20.000 millones.
Para la directora ejecutiva de CAEM, Alejandra Cardona, no es un reto imposible, todo lo contrario. "Superadas las dificultades podemos avanzar a un reposicionamiento del cobre argentino en la región. Se necesitan mejores condiciones para poner en marcha los proyectos, del otro lado de la Cordillera lo hacen. Es más, Chile hace 200 años que hace exploración en cobre. El potencial argentino es muy grande, pero tenemos que hacer girar la rueda con esas condiciones más favorables", remarcó.
Pero mientras las empresas aguardan por una mejora de las condiciones para desembolsar el grueso de las inversiones y comenzar la construcción de proyectos en el mediano plazo, no se quedaron de brazos cruzados. Los datos de CAEM revelaron que las empresas ya invirtieron más de u$s740 millones en exploración (investigación y desarrollo) durante los últimos 15 años, para poner en valor los recursos del país.
"En el hipotético caso de que se pusieran en marcha los seis proyectos de cobre más avanzados que cuenta Argentina en la actualidad, implicaría un ingreso del país al Top 10 mundial de productores de cobre de mina", remarcaron durante una presentación en la que participó Energy Report. Con estos proyectos en marcha, Argentina alcanzaría un nivel promedio de 1.066 miles de toneladas por año, equivalente a 10% del déficit global de cobre en 2035.
¿Qué es la Mesa del Cobre?
La Mesa del Cobre es un espacio creado a semejanza de la Mesa del Litio por los gobernadores de Salta, Catamarca y San Juan, que buscará darle impulso final a los proyectos más avanzados de la Argentina, pero que tiene su réplica a nivel privado y en el ámbito de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM). También buscan desarrollar las cadenas de valor, generar empleo e inversiones con la exigencia social de una minería responsable con el ambiente y las comunidades locales.
El nuevo espacio fue creado en Bruselas, Bélgica, por los gobernadores de Salta, Gustavo Sáenz; de Catamarca, Raúl Jalil, y de San Juan, Marcelo Orrego, en el marco de una reciente misión comercial a la Unión Europea que encabezó la ahora exsecretaria de Minería, Flavia Royon.
¿Cuáles son los proyectos de cobre de Argentina?
Los seis proyectos de cobre se ubican en cuatro provincias distintas y garantizarían el metal por los próximos 50 o 60 años. Algunos ya tienen fecha tentativa de inicio de construcción:
1.- Josemaría (San Juan) en 2024
2.- San Jorge (Mendoza) en 2025
3.- Taca Taca (Salta) en 2025
4.- Los Azules (San Juan) en 2026
5.- El Pachón (San Juan) en 2027
6.- Proyecto MARA (Catamarca) en 2027
Pero cumplir con estas fechas no solo depende de la voluntad de las empresas detrás de los proyectos. “La normalización macroeconómica, moderación de la carga tributaria sobre el sector y resolución de las problemáticas crónicas abrirían las puertas a la puesta en marcha de proyectos de cobre postergados”, indicaron desde CAEM. De hecho, la mayoría de estos proyectos fueron descubiertos y prefactivilizados hace más de dos o tres décadas, pero nunca terminaron de alcanzar la instancia de entrada en operaciones.
El que más rápido puede iniciar la producción es San Jorge, en la localidad de Uspallata, al norte de Mendoza. El proyecto ya tiene finalizada su etapa de exploración y solo aguarda por la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Pero también facilita la operación su tamaño (105 km2), accesibilidad y las obras de infraestructura necesarias para el tratamiento de la roca. Una posibilidad es llevarla en tren a San Juan. Las reservas de cobre superarían las 300.000 toneladas.
El otro proyecto que avanza a paso firme es Josemaría, en San Juan, situado a 435 km de la ciudad capital y a 238 km de la localidad de Rodeo. Tal como reveló este medio, en diciembre pasado el Ministerio de Minería sanjuanino inició el proceso administrativo para habilitar la construcción del camino de acceso al proyecto, a más de 4.000 metros de altura. Se trata del denominado Corredor del Norte, que será menos extenso que el actual acceso que se utiliza por La Rioja.
Josemaría se encuentra en etapa de pre-construcción. Deprominsa, la empresa propietaria, es una subsidiaria del grupo Lundin Mining. Cuando comience su construcción demandará más de 8.000 empleos. Con una inversión de más de u$s4.000 millones, volverá a exportar cobre desde el puerto de Rosario, durante un plazo previsto de casi 20 años.
¿Qué nivel de exportaciones puede alcanzar el cobre argentino?
Como suele repetir el presidente de CAEM, Roberto Cacciola, en sus presentaciones la minería debe pasar del potencial a la realidad. Y ese es el gran desafío de la Mesa del Cobre. Según las estimaciones de los empresarios, luego del período de obras y maduración de las inversiones necesarias, al 2027 se registrarían las primeras exportaciones de cobre, que se multiplicarían cuatro veces conforme avancen el resto de las inversiones. Las cifras son increíbles, si se tiene en cuenta la necesidad de divisas del país.
Al 2035 alcanzarían u$s8.341 millones, lo que para el país significaría un incremento de más del 10% de su nivel de exportaciones de 2022. Pero unos años antes, en 2032, rozarán los u$s9.000 millones.
Al mismo, este desafío multiplicaría por tres las exportaciones totales del sector minero argentino, que como muchos expertos vaticinan, podría sumar dólares al país equivalentes a media cosecha del campo.
¿Cuántos dólares dejará el cobre en el país?
Tras calcular las exportaciones posibles, en CAEM también se preguntaron cuántas divisas dejarán al país esta actividad, teniendo en cuenta que la minería es uno de los tres sectores superavitarios en materia de divisas en la actualidad. Y la respuesta es sorprendente: la puesta en marcha de los seis proyectos de cobre implicaría un ingreso neto de divisas de más de u$s6.000 millones, equivalente al superávit comercial argentino 2022. Incluso para 2032, se prevé casi llegar a u$s7.000 millones.
¿Qué impacto tienen los proyectos de cobre en la creación de empleo minero?
En línea con las inversiones y las exportaciones, en CAEM también proyectaron un crecimiento de hasta 40% del empleo minero desde los 40.000 puestos actuales, con especial énfasis en el empleo minero femenino, que a fuerza de mucho trabajo interno en el sector, empezó a escalar rápidamente en los últimos años hasta llegar a unas 4.500 mujeres en minería, casi 12% del total.
Según consideraron las empresas del cobre, el desarrollo de los seis proyectos más avanzados implicaría la creación de entre 30.000 y 43.000 nuevos puestos de trabajo desde 2027.
Solo la construcción de las operaciones aportaría en promedio 16.700 puestos de trabajo por año, con un pico de empleo en 2027.
Si se considera el trabajo en mina, se crearían 11.611 nuevos puestos laborales registrados permanentes, que además -recalcaron- se encuentran en el segundo lugar de los mejores pagos de la Argentina.
Finalmente, si se tiene en cuenta el impacto del empleo indirecto, se superarían los 20.000 trabajadores vinculados a la actividad hacia 2030. Los principales sectores asociados a las operaciones mineras son la construcción (17%), comercio (11%), servicios profesionales (10%), transporte (7%) y hotelería y gastronomía (3%).
CAEM planteó que el desarrollo del cobre implicaría la generación de un flujo de compras a esos sectores de u$s3.000 millones promedio al año. “Estos gastos operativos (OPEX) se dirigen primordialmente al mercado interno y dinamizan la actividad de las regiones donde se desarrollan los proyectos mineros, además de las cadenas de valor de diferentes industrias”, remarcaron.
¿Qué obras de infraestructura serán necesarias para el cobre?
Otro de los aspectos fundamentales para desarrollar el cobre serán las obras de infraestructura complementarias, ya sea para permitir la operación en general, caminos de llegada a la mina, el tratamiento y traslado del mineral, el alojamiento de los trabajadores o la planificación de los servicios urbanos.
La minería permitirá diversificar la matriz productiva provincial, de modo directo e indirecto, sostuvieron desde la Cámara. Y en San Juan, con tres de los principales proyectos, ya prevé las obras necesarias.
* Rehabilitación de 275 km de rutas y 361 km de nuevos caminos.
* Se tenderían 417 km de nuevo tendido eléctrico (300 km. serían de alta tensión).
* Rehabilitación de 214 km de tendido ferroviario.
* Dos proyectos requerirán 341 MW de nueva generación eléctrica.
* Se requerirá desarrollo de nuevos nodos logísticos.
Como en toda actividad intensiva, las obras serían aprovechables por otras actividades y significarían mejoras de competitividad para las regiones de referencia. "Sin ir en detrimento de otras actividades económicas, el desarrollo de la minería implica también la mejora de infraestructura y mejores oportunidades para el crecimiento económico regional", expresaron desde CAEM.
¿Qué hace falta para que los proyectos de cobre se realicen?
Alfredo Vitaller, vicepresidente de Asuntos Corporativos del proyecto Josemaría, aseguró que existen dos factores que definen el avance del cobre en el país: uno internacional y otro doméstico. En el plano global, el participante de la Mesa del Cobre ubica a la demanda mundial del metal para la transición energética, la necesidad de cerrar acuerdos de financiamiento en el exterior y los vaivenes con la cotización internacional. Y en el plano local advirtió por las condiciones fiscales, tributarias y cambiarias actuales, que desincentivan a los inversores y le resta competitividad al país como destino de inversión.
"Tenemos la carga tributaria más alta de la región y el mundo, y las autoridades nacionales, provinciales y municipales quieren seguir aumentado impuestos. Así, la Argentina se vuelve cada vez más inviable. Si como país queremos ser competitivos, tenemos que generar las condiciones necesarias", alertó Vitaller, quien participó de la presentación del estudio de CAEM junto a Alejandra Cardona.
El trabajo de CAEM reflejó que efectivamente Argentina tiene una presión impositiva total sobre la minería del 50,8%, con nula de producción de cobre. Mientras que Chile -líder regional- tiene 38,5%; Perú 44,3%, Estados Unidos (Arizona) 35,2%, Australia 36,1%, Zambia 41% y Canadá 34,3%. Así, los impuestos Ad Valorem reducen la vida estimada de los proyectos, haciéndolos inviables desde el punto de vista económico.
En Argentina el 50% de presión se compone de Impuesto a las Ganancias, retenciones a las exportaciones sobre la facturación bruta, las regalías provinciales, impuesto al cheque, los aportes de las empresas en los fideicomisos provinciales para hacer obras, y otras cargas. "Hay que entender que son proyectos de 50 o 60 años de vida en un país que las condiciones, leyes o temas tributarios cambian todo el tiempo. Con estas condiciones macroeconómicas ningún proyecto arranca", subrayó Vitaller.
Otro de los problemas es el acceso libre al mercado de dólares, que según los mineros, desafían la lógica económica de cualquier inversión extranjera en el país. "La financiación de los proyectos se realiza mediante préstamos internacionales o aportes de capital de los accionistas que, implica un desembolso inicial, retorno de la inversión y giro de dividendos", destacaron, además de que la brecha cambiaria supone una pérdida de competitividad para exportadores.
Asimismo, la inestabilidad del marco regulatorio afecta las condiciones de inversión y atenta contra la previsibilidad que el negocio minero requiere. "Los altísimos montos de inversión de cada proyecto y un período de construcción de entre tres y cinco años, hacen muy sensibles a cambios en costos y cronograma de ejecución", sostuvieron.
Por eso reclaman la aplicación de la ley de inversiones mineras, que según alertaron, a tres décadas de su promulgación, este régimen lleva muchos años de incumplimiento por parte del Estado nacional que introdujo modificaciones normativas afectando derechos de proyectos exportadores que habían obtenido el beneficio. "Con la ley se desarrollaron grandes inversiones como Alumbrera, pero en el afán de recaudar más, en 2007 se aplicaron retenciones transitorias y quedaron. La ley es muy buena, no se necesitan nuevas, sino que se cumpla", sentenció Vitaller.
Los 4 desafíos para las inversiones cupríferas en Argentina
En este marco y a la espera de un reemplazo para Flavia Royón en la Secretaría de Minería de la Nación, desde CAEM se plantearon los cuatro desafíos para llevar adelante los proyectos de cobre.
1) Eliminar las restricciones cambiarias: implica eliminar la obligación de ingreso y liquidación de divisas; el libre pago de obligaciones con el exterior, y la disponibilidad de las divisas derivadas del cada proyecto.
2) Contar con un régimen tributario cierto y estable: establecer una carga máxima de impuesto a las ganancias del 35%; un recupero rápido y eficiente de IVA; una mejora en la protección de la estabilidad tributaria, y la emisión eficiente de certificado de importación.
3) Mejorar la competitividad sistémica: establecer derechos de exportación al 0% para todos los productos de cobre, y fijar regalías y aportes provinciales que no podrán exceder lo establecido por la Ley 24.196 (de inversiones mineras).
4) Garantizar la protección y estabilidad del régimen: adoptar un estabilidad normativa de los beneficios previstos por 30 años y definir un acceso a arbitraje internacional.
* Para www.ambito.com