El ingreso promedio en Argentina es menor a u$s200: comparativo frente a Chile, Brasil y Uruguay
ECONOMÍA Damián Di Pace*Hoy el sueldo de los argentinos medidos en dólares se acerca a los niveles de la salida del régimen de la convertibilidad. Por su parte, la inflación no ha dado respiro en los últimos 13 años y en el acumulado el salario ha perdido fuertemente frente a la variación de precios en la economía.
"A pesar de una literatura voluminosa y a menudo fervorosa sobre la 'distribución del ingreso', la fría realidad es que la mayoría de los ingresos no se distribuyen: se ganan", explicaba el economista americano Tomas Sowell.
¿Cuál es la profundidad del pozo en el cual uno puede caer? Es proporcionalmente al tiempo que lleva cavarlo para que uno se caiga. El crecimiento del ingreso está atado al tiempo que lleva tapar el pozo para sentar las bases de una Argentina que pueda crecer en forma sostenida para que producto de su crecimiento pueda mejorar el ingreso de su población.
En los últimos 10 años, tenemos 31.400 empleadores menos, de acuerdo a datos de ANSES. Sin argentinos que tomen el riesgo de tomar sus ahorros e invertirlos, no hay producción ni empleo. Sin empleo y mayor crecimiento en la producción, es imposible mejorar el ingreso. Con un Estado que financia su mala e ineficiente administración del sector público, con impuestos que recaen sobre el que arriesga emisión monetaria que recae sobre la pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda la aversión al riesgo cada vez es mayor. Nadie invierte ni produce.
El sueldo promedio no llega a los 200 dólares en Argentina
Al realizar un análisis de los ingresos promedios en dólares de nuestro país en términos comparativos al resto de los países de Latinoamérica, podemos ver que es de u$s196 en forma mensual (se tomó como metodología los valores nominales valuados al dólar paralelo). En términos comparativos, en Brasil o Uruguay son u$s574 y u$s 810, respectivamente.
Ahora bien, al considerar al decil más alto, la base promedio de ingreso en Argentina es de u$s476 mensual. Para el caso de Chile, u$s1264; Uruguay, u$s2.582; y Brasil, u$s941. Es decir que, en medio de los ajustes fiscales para evitar la crisis, nuestro país hoy se encuentra en los niveles en dólares más bajos en relación con demás países en Latinoamérica (se utilizó la metodología dada por cada instituto nacional de estadística de cada país en dólares oficiales).
Ingresos en dólares por provincia
Otra cuestión para evaluar el desfasaje y precarización de la distribución de ingresos en nuestro país es ver como la crisis económica afecta el ingreso medio per cápita familiar en forma mensual. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ese ingreso pér cápita familiar promedio es de u$s213, le sigue Tierra del Fuego con u$s203, Jujuy u$s155.
Sin embargo, los números más alarmantes se dan en las provincias como Chubut, Corrientes y Formosa, que conviven con u$s59, u$s69 y u$s76 mensuales, respectivamente.
Al evaluar el ingreso diario pér cápita en los diferentes rincones del país, en CABA y Tierra del Fuego cuentan con u$s7,12 y u$s6,78, respectivamente. Sin embargo, provincias como Chaco y La Rioja viven en promedio con u$s1,97 y u$s2,33, respectivamente.
Si tomamos la media del ingreso por ocupación y la brecha con y sin descuento jubilatorio en dólares, es decir, personas que están en blanco y la informalidad, las distancias son muy profundas. En Tierra del Fuego, la brecha en dólares es de 100,8%, en CABA es de 57,1%, en Santa Cruz 141,4%, en Salta 178,2%.
La pérdida del poder adquisitivo no se detiene
En la primera etapa del nuevo gobierno el salario e ingreso siguió perdiendo fuerte poder adquisitivo. Ya venía muy mal, pero estaban contenidos muchos precios relativos de la economía. La devaluación del peso frente al dólar del 54% en el tipo de cambio oficial mayorista, el rezago de emisión monetaria y alta incertidumbre, la salida de precios controlados en la economía y la corrección de tarifas de servicios públicos más el ajuste a nuevos valores de los servicios privados están llevando a una pérdida aún mayor del ingreso de los argentinos en la primera etapa de este gobierno.
El economista Friedrich August Von Hayek decía que "él concepto de 'justicia social' es por fuerza un concepto vacío y carente de significado, porque en él no hay ninguna voluntad que pueda determinar los ingresos relativos de las distintas personas, o evitar el hecho de que dependan en parte de la casualidad". Este concepto se ha transformado en Argentina en "Injusticia Social" de ciudadanos que no quieren invertir porque el Estado se lleva más de lo que potencialmente podría dedicar a producir y es quitado vía impuestos, por qué el Estado asistencialista le ha restado una parte a todos los Argentinos para dárselo a otra pequeña porción vía asistencia social dejándolos más pobres aún que en el punto de partida.
A su vez, el medio más preciado en una economía cómo lo es la moneda ha sido destruido a tal punto que nuestro país tiene la variación de precios anual más elevada del mundo.
Por cada dos trabajadores registrados en nuestra economía, más de uno está en negro. Se han retrasado las escalas y topes de Monotributo al punto de dejarlos en la inacción de no querer trabajar ni prestar bienes y servicios para no pagar más impuestos.
A los autónomos se los ha puesto de rodillas frente a una presión tributaria récord en cualquier régimen tributario en relación con su nivel de ingreso y posibilidad de aporte al fisco haciéndoles pagar Impuesto a las Ganancias con límites no imponibles a niveles de canasta de indigencia y de pobreza. A los trabajadores públicos se les hizo creer que su ingreso podía depender del gobierno de turno y no del saneamiento de las cuentas públicas. A los asistidos socialmente se los impulso a tener incentivos hacia el tiempo de ocio que hacia el tiempo dedicado al trabajo, encontrando en el plan un mejor sustituto que el trabajo activo.
Las creencias sociales y los mitos tienen fundamentos en las ideologías de Estado. Esto no lo digo yo, sino que lo expresaba claramente el filósofo marxista francés Louis Althusser donde la subjetividad de los gestores públicos del gobierno de turno superaron a los principios básicos objetivos de la economía. Hemos alterado los principios básicos que el mundo se debatió a principios del siglo XX y Argentina los ha intentado aplicar en el siglo XXI. El ingreso es la contracara del nivel de inversión, producción, empleo y una moneda fuerte. Se ha destruido porque la ideología superó la ciencia.
* Para www.iprofesional.com