El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, aprieta una luz amarilla en la previa al debate de la ley Bases que impulsa por segunda vez Javier Milei. En el gobierno provincial sostienen que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), tal como está redactado, supone un peligro para la industria santafesina, y podría empantanar la voluntad santafesina.
El capítulo del RIGI tiene 64 de los 265 artículos totales de la nueva ley Bases, es decir, se lleva casi el 25% del total del texto que el presidente requiere sacar sí o sí, no sólo para poner en marcha sus reformas sino por la implicancia política que significaría no lograr aprobar por segunda vez el texto.
Por lo tanto, el capítulo se posiciona como clave a la hora de juntar voluntades en el texto que empezará en breve a negociarse. Pullaro fue claro en anticipar que se opondrá a todo lo que implique un retroceso o freno a la producción de Santa Fe, como ocurrió con el capítulo de biocombustibles y las retenciones a economías regionales, cuando fue uno de los que encabezó la resistencia y hasta le valió los cuestionamientos de La Libertad Avanza. El gobernador coloca al RIGI a la misma altura y trasladará planteos al Gobierno.
La mesa que se anticipa
Es más, los ministerios de Desarrollo Productivo y de Economía comenzaron esta semana a coordinar una mesa con los sectores productivos que pueden entrar en la línea de fuego si no se retocan algunos puntos. Los industriales y metalúrgicos, nucleados en Adimra y la Federación industrial de Santa Fe (Fisfe) se sumaron al encuentro para pasar en limpio inquietudes.
“Hay que discutir algunos puntos controversiales”, explican en el gobierno ante la sospecha de que el envión de Milei para atraer inversiones termine raspando a la industria y otras actividades ya establecidas.
Por ahora piensan en plantear un esquema de trabajo y lobby similar al de enero cuando se discutieron algunos puntos de la primera ley con reuniones en Buenos Aires del ministro Gustavo Puccini, el gobernador y funcionarios de secretarios de Producción. Además buscarán hacer fuerza común con Córdoba, una vez más, bajo el paraguas de la Región Centro “para ganar peso en la discusión y darle sustento a los legisladores”.
El texto de Javier Milei
El proyecto plantea otorgar excepciones impositivas a largo plazo y otros beneficios que al no otorgarles a su competencia ya instalada generaría un desequilibrio determinante. Por ejemplo, reduce la alícuota de Ganancias, habilita el pago de IVA con crédito fiscal y desgrava retenciones en cualquier caso.
Quizás uno de los puntos más preocupantes sean los beneficios arancelarios, que abaratan la importación de bienes de capital pero también los insumos para fabricar. “Si no hay algún tipo de imposición que los comprometa a que se provean localmente puede ser que importen con ventaja ante aquellos que importan desde el exterior con los aranceles, Impuesto País y todas las trabas”, agregaron.
También el régimen apañaría un esquema para adquisición de empresas ya establecidas, algo que genera suspicacias acerca de un eventual negocio, viejo y conocido, para los cuales siempre hay agentes dispuestos: comprar barato y vender más caro.
Según supo Letra P, la idea del gobierno provincial es generar un documento que promueva la igualdad de condiciones y se expida en torno a los pisos de la inversión, asimetría con la producción local en materia tributaria y de la mencionada importación de insumos. Y hasta en el destino de esas inversiones, por ejemplo que no sean en sectores estratégicos.
Con información de Letra P