En silencio, la reforma a la Constitución de Santa Fe ya está en marcha
POLÍTICAAgencia de Noticias del InteriorPor esto días la Legislatura de Santa Fe está viviendo un tibio revival de la fiebre reformista de 2022, cuando ingresó un récord de nueve proyectos simultáneos para modificar la Constitución provincial, que data de 1962. Tras ser reelegida para presidir la Cámara baja, la socialista Clara García puso la transformación de nuevo en agenda, lo que le dio entidad a la movida.
La propuesta generó expectativa en la previa de la apertura de sesiones ordinarias, que el gobernador Maximiliano Pullaro tuvo que aclarar que no la impulsaba el Ejecutivo, aunque la consideraba un tema importante.
El días después de la apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura, donde el gobernador adrede no dedicó una sola palabra al tema, salieron a jugar espadas de peso del oficialismo legislativo. Pablo Farías, jefe del interbloque de Unidos en Diputados, dijo que "la reforma de la Constitución no estuvo en el discurso de Pullaro, pero está en la agenda de la Legislatura".
Desde la Cámara vecina, Felipe Michlig, el poderoso senador y principal aliado de Pullaro, también asfaltó el camino. "En algún momento hay que aggionarla (a la Constitución), tiene prácticamente 62 años", dijo en LT9 de Santa Fe.
"En1962 todavía el hombre no había llegado a la luna, no había computadoras prácticamente, no había internet, no había redes sociales. Cambió el mundo y la Argentina", argumentó. Recordó que hace 28 años se reformó la Constitución Nacional" y Santa Fe no reformó la suya.
La hoja de ruta posible
En febrero pasado, el diputado socialista Joaquín Blanco había reingresado el proyecto original del partido. Lo siguió hace una semana Walter Ghione, el legislador celeste cercano al gobernador y este jueves también volvió a presentar el propio Lucila De Ponti, del Movimiento Evita. Las complicaciones para alcanzar las mayorías necesarias en cada una de las Cámaras siempre fue el principal obstáculo en los intentos anteriores de reformar la constitución. Pero hoy, la ventaja numérica del interbloque Unidos en ambas cámaras abre una oportunidad inmejorable. El último gobernador en tener esa prerrogativa legislativa fue Jorge Obeid, en el período 2003–2007, sin embargo, en aquel momento la discusión también naufragó sobre el punto siempre conflictivo: habilitar la reelección para la gobernación.
“La idea es retomar donde quedamos en 2022 e ir punteando un primer texto. Técnicamente la discusión está muy avanzada”, argumenta Blanco. Y enumera tres cuestiones a resolver: tener un texto posible, similar a lo que fue el núcleo de coincidencias básicas que guió la reforma de la Constitución Nacional en 1994. Allí se debe determinar si será una reforma parcial, qué artículos se modifican y cómo quedaría un hipotético texto final. En segundo lugar, definir la redacción de la ley que habilita la reforma, que puede sugerir hacía dónde irían las modificaciones; y tercero, pero no menos importante, determinar cómo se eligen los constituyentes.
Para avanzar en esos tres aspectos, la hoja de ruta marca como primer paso el diálogo entre partidos políticos, por lo menos entre los que tienen representación parlamentaria, para llegar a una idea común. “Hay que agotar el diálogo y avanzar en los temas comunes. Si logramos una síntesis en un texto, eso ya sería un paso gigante porque te permite empezar a discutir la ley y el formato electoral”, dice Blanco.
Participación ciudadana
Si se lograse ese objetivo, recién entonces, ya con un temario acordado, se abriría un capítulo de participación ciudadana. Mientras el socialista prefiere no poner plazos para la discusión, Ghione, desde el bloque Uno, no descarta que la discusión llegue al recinto antes de fin de año.
Hay un consenso mayoritario en Diputados para avanzar con la reforma constitucional en la provincia. El socialismo, el peronismo y otros bloques minoritarios tienen proyectos listos para apretar el acelerador. Sólo el radicalismo no lo tiene aún.
Una carta conocida para Clara García
La Carta Magna provincial tuvo su última reforma en 1962 y, desde entonces, en más de una oportunidad se intentaron modificaciones. Santa Fe y Mendoza son las únicas provincias que no actualizaron su Constitución tras la reforma de la Constitución Nacional en 1994. Miguel Lifschitz fue el gobernador que llegó más lejos en el intento: en 2018 se votó en la Legislatura la declaración de necesidad de reforma, pero naufragó al no conseguir los dos tercios.
La reforma constitucional es el caballito de batalla del socialismo santafesino, con el que busca ganar centralidad en su bastión, la Cámara baja provincial, a la que conduce y donde ostenta el bloque más numeroso.
Con información de Letra P, sobre una nota de Gabriela Albanesi