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Los Obama se hacen de oro con los libros

Su éxito editorial y mediático ha disparado su fortuna. Cuando llegaron a la Casa Blanca, era de 1,3 millones de dólares. Ahora, las estimaciones van hasta los 135 millones de dólares en los que la sitúa «The New York Post»

INTERNACIONALES 22/11/2020 Javier Ansorena
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Todavía no han pasado cuatro años desde que Barack y Michelle Obama dejaron la Casa Blanca el 20 de enero de 2017, todo sonrisas ante los nuevos inquilinos, Donald y Melania Trump. Demasiado pronto para medir el calado histórico de los ocho años de Obama como presidente de EE.UU., más allá de que fuera la primera persona de raza negra en el cargo. De lo que no hay duda es de su liderazgo en la palabra. En la hablada, es una de las personalidades políticas con más conexión en la historia del país. Su ascenso al poder se armó alrededor de un mensaje de esperanza -tan sugestivo como hueco-, apoyado en una oratoria excelente. En la escrita, los números muestran que como presidente-escritor es insuperable. Obama ha conseguido monetizar su tirón mediático en forma de libros. Con el último, se ha confirmado como millonario.

«Una tierra prometida» es el libro de memorias de Obama tras su paso por la Casa Blanca. Se ha publicado esta semana y ha hecho añicos todos los registros de aventuras editoriales comparables. En el primer día tras su salida a la venta, volaron casi 900.000 ejemplares. Con Bill Clinton, fue menos de la mitad, 400.000 libros en un día. El de Obama tampoco es barato: 45 dólares la unidad. Y, a pesar de que ocupa casi 800 palabras, queda otro segundo volumen por publicar. La caja registradora echa humo.

 
Obama ha vivido de la política y de los libros. A sus 59 años, es una figura reverenciada como expresidente y estas son sus terceras memorias. Las primeras, «Dreams from My Father», se publicó en el verano de 1995, cuando Obama era un completo desconocido fuera de algunos círculos académicos y del activismo de Chicago. Algunos años antes, se había convertido en el primer presidente negro de «Harvard Law Review», la revista de la Facultad de Derecho de Harvard, lo que llamó la atención de algunos editores. Recibió un adelanto de 40.000 dólares por el libro.

 
A partir de ahí, su carrera política fue meteórica. En 1996 ganó un escaño como senador estatal en Illinois y en 2004, senador por ese estado en el Congreso. Para entonces ya era la sensación del partido demócrata y estaba en las quinielas para asaltar la Casa Blanca en algún momento. Otro libro, «The Audacity of Hope» le ayudó en esa aventura. Se publicó en el otoño de 2016, poco antes de presentar su candidatura a la presidencia en febrero de 2017 y fue un «superventas». Firmó con la editorial un contrato de casi dos millones de dólares.

Pero esa era calderilla comparado con lo que ha logrado amasar tras sus dos mandatos como presidente. Nada más entregar las llaves de la Casa Blanca -lo que más se recuerda de aquel día fue la diferencia de publico con su investidura y el espectacular vestido azul de Melania Trump- negoció un contrato multimillonario con su editorial, Penguin Random House.

Fue en un paquete con la ya ex primera dama, Michelle Obama, casi tan popular como él y a la que no dejan de apuntar como futurible a la presidencia. La cifra del contrato editorial nunca salió a la luz, pero «Financial Times» la colocó por encima de los 65 millones de dólares.

 
Michelle Obama cumplió con las expectativas. Sus memorias, «Becoming», publicadas en 2018, vendieron 725.000 ejemplares en el primer día y ha pasado de los diez millones de libros en todo el mundo. Ha tenido tanto éxito que, a pesar de que lleva más de dos años en el mercado, todavía no le han sacado edición de bolsillo. La exprimera dama lo publicitó en una gira promocional en la que se pagaban cientos de dólares por cada entrada, y colgó el cartel de «no hay billetes» en cada parada.

Barack no se irá de «tour» por las restricciones del Covid-19, pero eso parece que no va a ser un problema para que venda millones de ejemplares. Mientras tanto, la pareja presidencial desarrolla proyectos audiovisuales tras un contrato millonario con Netflix para producir películas y documentales. Y, cuando el virus dé un respiro, volverán a al circuito de discursos, para el que están entre las figuras más demandadas. Barack Obama los ha cobrado a 400.000 dólares la intervención -muchos de ellos para grandes firmas de Wall Street-, mientras que los de su esposa han estado a 225.000 dólares.

Su éxito editorial y mediático ha disparado su fortuna. Cuando llegaron a la Casa Blanca, era de 1,3 millones de dólares. Ahora, las estimaciones van hasta los 135 millones de dólares en los que la sitúa «The New York Post». Es decir, han multiplicado por cien su patrimonio. Y queda mucho Obama por delante.

Por Javier Ansorena para ABC.ES

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