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Carlos Menem según Cavallo, Corach, Ruckauf y Kohan

Cuatro de los dirigentes más importantes que formaron parte de su gobierno recordaron decisiones y anécdotas del ex mandatario riojano

POLÍTICA 15/02/2021 Agencia de Noticias del Interior
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Carlos Saúl Menem murió ayer a los 90 años rodeado por su familia. Fue un dirigente político que marcó una década con sus dos gobiernos y tras su partida afloran recuerdos, anécdotas y críticas a su paso por el poder.

Si bien hubo decenas de dirigentes que formaron parte de sus administraciones, hubo apellidos que estuvieron más cerca de él y quedaron registrados en el recuerdo popular por la trascendencia que tuvieron sus acciones de gobierno.

Algunos de esos hombres fueron Domingo Cavallo, Canciller y ministro de Economía durante el menemismo. Fue el principal artífice de la convertibilidad. Se fue del gobierno enfrentado políticamente con Menem, pero lo recuerda con un gran cariño.

Carlos Corach, quien dirigió la Secretaría de Reformas Institucionales desde las primeras semanas del gobierno de Menem, fue protagonista en las negociaciones del Pacto de Olivos –tiene el documento original colgado en una de las paredes de su estudio– y presidió la comisión redactora que terminó de moldear la ley más importante que rige la vida de los argentinos. En 1995 asumió como ministro del Interior.

Carlos Ruckauf, ministro del Interior y luego vicepresidente durante el segundo gobierno del riojano. En 1999 ganó la gobernación bonaerense con el apoyo del entonces Presidente saliente.

Y Alberto Kohan, ministro de Salud de la primera gestión y secretario general de la Presidencia durante la segunda.

En esta nota, un repaso por las vivencias relatadas en primera persona por estos cuatro dirigentes a partir de la partida del ex Presidente.

Carlos Corach

“Creo que la historia y nosotros mismos tenemos que empezar a analizar en orden de importancia el legado de Menem para la República. Hay un hito fundamental en su presidencia que fue haber legado al país una Constitución nueva, profundamente reformada, pero que además tuvo una característica fundamental que no tuvo ninguna de las anteriores constituciones: haber sido redactada y aprobada con el acuerdo de los dos grandes partidos de la época. Esto es un hito histórico, patrimonio exclusivo de Carlos Menem”.

“Menem era un hombre que buscaba el consenso, no veía enemigos en el adversario. Menem intentaba convencerlo, seducirlo y si no podía discutía con total libertad. Menem era esencialmente un hombre de consenso”.

“Cuando él asumió, el país venía tremendamente dividido. Veníamos de una dictadura con el interregno del doctor Alfonsín. Menem consigue la democratización de las Fuerzas Armadas y pone punto final al golpismo en la Argentina”.

“Cuando Menem dicta los indultos, señala que era el último de los indultos que se podía otorgar y que a partir de ese momento todas las sublevaciones iban a tener un castigo ejemplificador. En 1989, con el golpe de Seineldín, Menem lo reprime con toda decisión los cabecillas purgaron penas durísimas. Nunca más hubo un golpe en la Argentina”.

“Lo de la servilleta con los nombres de los jueces es un mito urbano. Nunca existió. Tengo la suficiente inteligencia para no incurrir en esos disparates. Incluso el doctor Domingo Cavallo se retractó”.

“Las mayorías de la Corte era una mayoría natural. Siempre hubo mayorías en la corte; jueces que votan en conjunto”.

“Yo soy judío, nunca oculté esa condición. Siempre colaboré con sus autoridades. Menem siempre tuvo una actitud generosa hacia el Estado de Israel. Fue el primer presidente que visitó oficialmente Israel. Sentí una tristeza tremenda por el extravío de alguna autoridad. Como judío me siento angustiado”.

Carlos Ruckauf

“Yo viví muy cerca encuentros y desencuentros de Menem con Zulema. Zulema fue el amor de su vida y él no siempre ese dio cuenta”.

“Yo volví con ellos de San Nicolás el día de la muerte de Carlitos. Viajaron agarrados de la mano de Zulemita. Momentos muy duros”.

“Yo tuve dos personas que me apoyaron para ser vicepresidente. Uno fue Eduardo Bauzá y otro era Carlitos Junior, que decía que se necesitaba alguien que no era alcahuete”.

“La inserción de Argentina en el mundo fue un cambio copernicano. Yo era embajador en Roma y nadie nos daba bolilla. Es el giro de Menem, con el ingreso a la OTAN, donde Argentina recupera un espacio muy importante”.

“El no tenía las ideas que finalmente ejerció. Cuando asume ya no existe más la Guerra Fría, entonces termina acercándose a quien era la potencia mundial”.

“La relación con Bush y con Bill Clinton se basó más en la picardía y en la habilidad política más que en otra cosa”.

“Pasar 8 años sin inflación fue increíble. Los que estaban fuera del mercado la pasaron mal. Pero para los que tenían trabajo fue muy bueno”.

“Es muy difícil cuando venís a 250 kilómetros por hora que te digan que la curva la tenés que tomar distinta”.

“Menem pensaba en las futuras generaciones. No hay presidentes que acierten en todo”.

“Una de las grandes discusiones era cómo lograr una política mixta. Discutir con Mingo no era fácil. El éxito es a veces un mal consejero porque te hacen pensar que vas a tener siempre los mismos resultados”.

“Con Carlos caminamos caminos distintos en el peronismo. Yo apoyaba a Cafiero. Y un día en un River-Racing en el Monumental me preguntó qué hacía con ellos. “Les gano con la fusta bajo el brazo”, me dijo. Y ganó y me llamó”.

Domingo Cavallo

“Yo me fui del gobierno no por la convertibilidad sino por el aumento del gasto público, que se produjo cuando yo salí del Gobierno. Y los principales actores de eso fueron los gobernadores, principalmente Carlos Ruckauf, que quería ser Presidente e incurrió en un gran déficit que lo financió sacándole recursos al Banco Provincia. Y otras provincias lo imitaron”.

“Ruckauf dice que él discutía conmigo: ¡Es asombroso! Él llegó a la Gobernación porque hice que la gente de Acción por la República votara por él y porque estaba Felipe Solá que era miembro de mi equipo. Él realmente no ajustaba en la Provincia. Y la excusa que ponía era que en la Legislatura había mayoría radical y no le permitía modificar leyes”.

“Me parece absurdo decir que el problema fue la convertibilidad. La convertibilidad te da estabilidad. Se falló en las políticas que acompañaron. La mayor demostración de que no había que abandonar la convertibilidad es lo que pasó en el 2002. Las barbaridades que hizo Duhalde son las causas de que después hayan estado tan desenfocados los gobiernos de Néstor, Cristina y ahora Alberto. El único que intentó retomar tímidamente las políticas del 90 fue Macri, pero sin la audacia de Menem”.

“Mi vínculo con Menem era muy estrecho. Yo lo había acompañado. Era el único que entraba con él a dialogar con líderes europeos. Ahí veía cómo él absorbía información, conocimiento y experiencia. Ahí él entendió lo que estaba pasando en el mundo y por eso después me nombró Canciller”.

“Mi relación con Menem era de mucho respeto. Él prestaba mucha atención a lo que yo le decía. Yo entendía lo que él quería y en algunas ocasiones él era muy explícito”.

“Diciembre de 1990. Yo estaba en el exterior. Me avisa mi jefe de Gabinete que llamó Menem y pidió declarar persona no grata al embajador de los Estados Unidos, Terence Todman... Yo me tomé el avión y volví. Llegué a Olivos y todos le daban manija para que lo echara. Yo pedí la palabra y les dije que era una locura. Fue una reunión muy dura. Él escuchaba y no opinaba. Ese día, todos bocinaron a los periodistas que me iba a pedir la renuncia. Yo estaba tranquilo. Al día siguiente, era domingo, me llama Ramón Hernández y me invita a desayunar con el presidente el lunes a la mañana. Fui preparado para que me pidiera la renuncia. Llegué y me dijo: “Voy a cambiar todo el gabinete y el único que vas a quedar vas a ser vos”. Y además quiero armar el gabinete con tu opinión. “Estos son todos unos chupamedias que en vez de ayudarme a que no cometa errores, me dan manija aunque sepan que lo que iba a hacer estaba equivocado”, me dijo. Fue asombroso”.

“Yo me había ido del gobierno. Como candidato a diputado le había hecho perder muchos votos al peronismo. Lo llaman a Menem y lo invitan a que acompañe a Clinton a una presentación que iba a hacer en el Banco Mundial. En el mismo momento, a mí me había llamado Boris Yeltsin. A pesar de que estábamos muy enfrentados, me llamó por teléfono y me dijo: “Mingo, mirá lo que hemos conseguido para la Argentina, contá con todo mi apoyo para lo que vas a hacer en Rusia y prioricemos todo lo que vas a hacer por la Argentina”. Esto habla del lider que era y la vocación que tenía por el consenso”.

“Yo lo respeto mucho. Lo recuerdo con gran cariño. Fue un gran líder de la Argentina. Y su legado en materia de política exterior y política económica tiene una gran vigencia. Los problemas que tenemos ahora son fruto de haber revertido las reformas de la época de Menem”.

“Hoy yo volvería a hacer una búsqueda intensa de la estabilidad, con inflación muy baja. Eso se da con estabilidad cambiaria. Es fundamental avanzar en la misma dirección que avanzamos con la convertibilidad. Lo más importante de todo fue haber habilitado el dólar como moneda de uso legal para transacciones comerciales y financieras, en competencia con el peso. Para que alguien usara el peso, al principio había que respaldarlo en dólares, pero la idea era avanzar hacia un sistema bimonetario con un peso estable para que la gente lo utilizara”.

“No digo que hay que eliminar el cepo, pero algún momento va a haber que hacerlo. Todo lo que sean transacciones financieras hay que hacerlas en un mercado legal y libre. Esto lo hacen hasta Venezuela y Cuba porque se dieron cuenta que no van a poder salir de las situaciones terribles que viven si no habilitan el uso del dólar para transacciones dentro de su economía”.

“La convertibilidad no fue el 1 a 1. La convertibilidad fue haber enderezado toda la política monetaria. Tendría que haberse hecho también con la política fiscal pero lamentablemente no se hizo en los últimos años. Convertibilidad es estabilidad”.

Alberto Kohan

“Cada vez que Menem se presentó en una elección, la ganó. Eso quiere decir que hay una mayoría que reconoce lo que ha hecho. El balance es muy positivo para la Argentina”.

“Yo estoy seguro de que Menem es considerado un gran Presidente y va a ser considerado mejor con el paso del tiempo”.

“No sólo indultamos a los militares. También indultamos a la guerrilla. Fue una forma de conciliar a los argentinos. Después el tema se volvió muy parcial”.

“¿Para qué vamos a hacer autocríticas si hay muchos que hacen críticas? Si volviera al gobierno con el doctor Menem, haríamos lo mismo, con aciertos y errores”.

“Néstor Kirchner dijo que Carlos Menem era el mejor presidente de la historia. Fuimos con el doctor Menem a inaugurar el hospital de Río Gallegos... Qué se yo. En la vida hay que ser leal y agradecido. Cada uno toma el camino que quiere. Hay muchos que fueron ministros de Menem y después lo negaron. Es la naturaleza humana, capaz de las cosas más bajas”.

“Lamento la decisión de Río Tercero. Menem fue un hombre de la democracia que estuvo 6 años presos. Es una actitud infantil del intendente. Se pagaron muchas indemnizaciones en Río Tercero. Hay gente condenada por ese tema. Menem no tuvo nada que ver. Era presidente de la Nación. Es una cosa de poca grandeza jurídica lo que ha hecho este señor”.

Con información de www.infobae.com

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