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Dólar, inflación y crecimiento 2021, según la visión de un economista cercano al Gobierno

Hernán Lechter analiza el comportamiento del mercado cambiario y responde sobre lo que viene para dólar, inflación y PBI

ECONOMÍA 21/02/2021 Claudio Zlotnik*
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Hernán Letcher es un economista cercano al Gobierno, y ofrece su visión desde el kirchnerismo. Acepta un análisis de las últimas medidas oficiales. Es muy crítico de sus colegas que pronosticaron una devaluación. Y se muestra optimista.

En este diálogo con iProfesional repasa lo sucedido en el mercado cambiario y da respuestas sobre el escenario 2021: dólar, inflación y crecimiento.

-Hasta hace algunas semanas, el consenso de las consultoras económicas era que una devaluación resultaba inevitable. Ahora ese análisis ya no está. ¿Qué cambió?

-Los diagnósticos agoreros que hoy pronostican una inflación del 50% para 2021, que durante 2020 hablaron de hiperinflación, y que durante la gestión anterior pronosticaban inflación a la baja, son las mismas que vaticinaron una megadevaluación. Lo digo desde hace al menos seis meses: el tipo de cambio real multilateral, que es útil para analizar cómo se mueve el tipo de cambio en relación a nuestros socios comerciales, no muestra apreciación. De hecho, este indicador se encuentra entre 20% y 25% más devaluado que después de la devaluación de Prat Gay de finales de 2015.

No hay un problema de atraso cambiario, y no lo había incluso durante las corridas del 2020. El reclamo devaluatorio tenía que ver con márgenes de rentabilidad y no con un escenario macro de retraso cambiario. 

-Pero hubo medidas oficiales. ¿Eso fue determinante para modificar las expectativas? ¿Cómo imagina los próximos meses?
-Con los controles cambiarios actuales y algunas medidas cambiarias eficientes, como la reducción del "parking", que mejoraron el arbitraje en los mercados paralelos, se ordenó la situación cambiaria. Incluso se redujo la brecha a niveles regulatorios.  Sumado a ello, la posibilidad de no tener que afrontar vencimientos con los acreedores -y tal vez con el FMI-, el elevado precio de los commodities, el impacto del Covid-19 sobre el turismo internacional y medidas recientes, como las de limitar dólares para importaciones suntuarias, permiten imaginar un año sin demasiados sobresaltos en materia cambiaria.

El Gobierno y las medidas para frenar la inflación

-Ahora, la mayor preocupación pasa por la dinámica de los precios, sobre todo en los alimentos. ¿Cómo evalúa la estrategia del Gobierno para darle pelea a la inflación?

-En este momento hay dos razones de mayor peso. Por un lado, el aumento de los precios de los commodities, es decir lo que podríamos denominar inflación internacional. A la par, un escenario donde se tensiona la puja distributiva. Luego de la sensible caída del producto derivado de la pandemia, se percibe una recuperación acelerada de la producción y  una incipiente recuperación de salario y de los puestos de trabajo. Es decir, el mecanismo de remarcación se configura como una herramienta para apropiarse del excedente y quedarse con la porción adicional de la recuperación salarial que se empieza a producir.

En este contexto, el Gobierno ha implementado una serie de políticas que abordan correctamente la cuestión. La última ha sido la decisión de multar a un grupo de oligopolios que estaban desabasteciendo mercadería. Es interesante observar, que ese mecanismo de desabastecimiento tiene como finalidad tensionar sobre los precios. Esto es un ejemplo claro de cómo funciona el poder de fuego de los oligopolios alimenticios en la Argentina. 

-¿Cree que estas medidas servirán para un proceso de desinflación?

-Es que, además, el Gobierno ha implementado otras medidas como por ejemplo el impulso a la ley de góndolas, el fideicomiso del aceite, ha apuntalado los controles, ha impulsado las reuniones con los empresarios y los sindicatos, ha puesto en marcha el programa Precios Máximos el año pasado, y Precios Cuidados hoy. Son decisiones que van en la dirección correcta y que, me parece, tendrán resultados en materia económica. 

- ¿Cómo sería un camino exitoso hacia una inflación más baja para el mediano y largo plazo? 

- Es interesante esta cuestión. La pregunta es ¿cuáles pueden ser las anclas para la inflación en 2021? Como mencioné recién, si uno piensa las causas de la inflación en 2020 encuentra que a pesar de que hubo anclas, por ejemplo las tarifas, los aumentos de precios se dieron igual. Es decir, las tarifas estuvieron planchadas, pero sin embargo fueron compensadas con aumentos en otros rubros, con lo cual, si bien las anclas no son necesarias, no son suficientes para garantizar que no haya aumento de precios. Esto se debe a las razones que mencioné.

Ahora bien, ¿cuáles pueden ser las anclas de este año? Lo primero a analizar es si el tipo de cambio será un ancla. 

Dólar y tarifas: "anclas" para los precios

-¿Hay margen para usar al tipo de cambio como ancla inflacionaria? ¿No hay riesgo de que, como otras veces, un eventual atraso cambiario derive en un escenario explosivo? 
-El año pasado se movió levemente por encima de la inflación. Este año podría darse el caso de que se mueva

más cerca y quizás levemente por debajo de los precios, por lo que sería un ancla nominal parcial. 

-¿Cuáles serían las otras anclas?

-En segundo lugar, las tarifas. El Gobierno pretende actualizar las tarifas por debajo de la evolución del salario. Tendrían un efecto parcial. Dicho de otro modo, no deberían impulsar fuertemente el alza de los precios. También hay que analizar qué pasó con algunos rubros en particular. Hay dos significativos: prendas de vestir, que aumentó un 60% en 2020, y "Alimentos y Bebidas", que se movió por encima del promedio de precios de la economía.

En lo referido a prendas de vestir, no debería pasar lo del año pasado, que tuvo una lógica bastante particular porque se movió a la inversa de lo que es la ley de oferta y demanda. Es decir, cayó la venta de manera sensible y sin embargo aumentaron los precios significativamente. Es posible que el mecanismo haya tenido que ver con haber intentado sostener niveles de rentabilidad compensando las caídas de las ventas con precio, buscando una especie de precio inelástico.

Y finalmente, "Alimentos y Bebidas", que es el tema central. Hay que analizar a lo largo de la cadena de producción y comercialización cómo son los márgenes de rentabilidad. Porque hoy existen remarcaciones cuyos objetivos son mejorar los márgenes de rentabilidad bajo la excusa de que en 2020 perdieron plata o bajo la excusa de aumentos de costos que no se condicen con la realidad. 

-¿Hay chances de que este año los salarios le ganen la carrera a la inflación? ¿Qué escenario 2021 imagina?

-Si. Esto es imprescindible. No sólo porque es necesario recuperar el poder adquisitivo perdido durante la gestión de Macri sino además porque necesitás que el consumo impulse la economía.  Para esto se requiere de la recuperación nominal de los salarios, pero a la vez necesitás de una inflación controlada. 

-¿El crecimiento económico de este año compensará el desplome del 2020 pandémico?

-Hace unos meses los pronósticos de caída de PBI eran más bien cercanos a 12%. Y la recuperación más acotada, 3,5% a 4%. Hoy hay otro escenario: una caída de 8/9 puntos en 2020 y una recuperación que podría ser de 5,5% en el 2021.

* Para www.iprofesional.com

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