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Con las manos en la Massa

El Presidente de la Cámara de Diputados cometió un sincericidio al decir que “no hace falta someter a los argentinos a tener que ir a votar dos veces”.

OPINIÓN 07/04/2021 Alfredo Leuco*
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A Sergio, lo agarraron con las manos en la Massa. El Presidente de la Cámara de Diputados cometió un sincericidio al decir que “no hace falta someter a los argentinos a tener que ir a votar dos veces”. Con su cara de “yo no fui”, deschavó el verdadero plan de La Cámpora y de Cristina. Versión uno: que las PASO sean al mismo día de las elecciones. Versión dos: hay muchos contagios y muertos por la pandemia, eliminemos, por esta vez, los comicios de medio tiempo.

Este globo de ensayo, arrojado durante una entrevista con Horacio Verbitsky, merece algunas reflexiones críticas.

1. Cumplir con la Constitución Nacional no es “someter” a los argentinos. Votar en un derecho y una obligación y no una concesión del gobierno K.

2. Votar en el mismo día las primarias y las elecciones generales, es de hecho, una “Ley de Lemas” disfrazada, tal como rige en Santa Cruz, la cuna del chavismo criollo. Le doy un solo dato de la posible malversación de las decisiones populares que tiene este mecanismo. Alicia Kirchner se consagró gobernadora en el 2015 pese a que sacó 12 mil votos menos que el radical Eduardo Costa. Con eso le digo todo.

3. El gobierno de los Fernández más Massa no quiere ni oír hablar de elecciones. Saben que el riesgo de perder es muy grande porque se espera un voto castigo demoledor por la hecatombe económica, la catástrofe sanitaria, la inseguridad galopante y la búsqueda desesperada de impunidad y venganza por parte de Cristina.

Al recuperar un lugar en el escenario, Sergio Massa quedó expuesto a varias críticas por situaciones actuales y por declaraciones y posturas del pasado reciente.

Estuvo descansando en la imponente estancia que el empresario Daniel Vila tiene en Mendoza. Y ese solo hecho, alcanzó para que el diputado Álvaro de Lamadrid le recordara su reclamo en cuestión de privilegio. Es un pedido de informe por la grave denuncia que hizo en su momento Julio de Vido por tráfico de influencias y coimas por la venta de Edenor.

Es cierto que es grave el contenido de la denuncia. Y encima no proviene de un dirigente opositor ni de un periodista independiente. Julio de Vido fue durante casi tres décadas el gerente de coimas, retornos y lavado de Néstor y Cristina. Es un verdadero experto en el tema.

Fue un contragolpe porque Massa se opuso a un posible indulto para los corruptos ex funcionarios kirchneristas.

A De Vido le alcanzó con un tuit dirigido a Massa que decía “ya que te preocupa tanto la cuestión de la corrupción sería bueno investigar desde el Congreso la operación de venta de Edenor, tanto a los compradores como al vendedor, pero fundamentalmente a los que desde el estado, intermediaron la operación”.

De esa movida se colgó otro preso K con detención domiciliaria como el piquetero Luis D’Elía. Fue más duro y agresivo, fiel a su estilo: “a vos, gil, forro de los gringos, que te crees que hacer política es hacerse el vivo haciendo negocios a espaldas del pueblo. Enterate que tengo toda la documentación sobre el multimillonario negocio del cloro en la Argentina”.

Alicia Castro fue más ideológica y dijo que Sergio Massa era lo mismo que el PRO por pedir “presencialidad en las escuelas, descartar un indulto o amnistía para los presos políticos del macrismo y erosionar a Venezuela al compás de Estados Unidos”.

Son los riesgos que siempre corrió Sergio Massa por jugar a tantas puntas. En su momento, fue a elecciones por afuera del peronismo y se convirtió en uno de los responsables de la derrota de Cristina en las elecciones parlamentarias. En el 2019, se dio vuelta en el aire y se convirtió en todo lo contrario: en uno de los responsables del triunfo y el regreso al poder de Cristina.

El ex presidente Mauricio Macri lo bautizó “ventajita” por actitudes similares. Es que en su momento, sus críticas a la cleptocracia cristinista y a La Cámpora fueron brutales en el acto de la cancha de Vélez. ¿Se acuerda?: “Voy a barrer a todos los ñoquis de La Cámpora y a meter presos a los corruptos, yo no les tengo miedo”.

Massa era un cruzado contra los camporistas. Los definió como “parásitos que están tomando el control del estado”. Hoy es el principal socio (y cómplice) de Máximo Kirchner, el comandante en jefe de la Orga. Cambia, todo cambia. Tal vez por esa panquequeada, hoy Massa es el blanco de muchas críticas que no puede responder. Tanto Mónica Frade como Fernando Iglesias le reclamaron una información que hasta ahora, se negó a dar. Le preguntaron si se había vacunado junto a toda su familia y la de su esposa Malena. Una consulta sencilla pero difícil de responder si se oculta algo.

En la última encuesta de imagen negativa de la Universidad de San Andrés, Sergio Massa y Alberto Fernández comparten el tercer lugar con el 48% de rechazo. Solo son superados por Axel Kicillof con el 56 y Cristina con el 65.

Tal vez por eso no quiere elecciones. Tal vez por eso recibe tantas críticas. Parece que, a Sergio, lo agarraron con las manos en la Massa.

* El diario de Leuco

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