Perotti restringe pero mantiene clases presenciales y bares hasta las 23

El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, estiró hasta donde pudo, pero,  ante el aumento descontrolado de casos positivos de coronavirus, se vio obligado a aplicar restricciones en toda la provincia. No obstante, serán medidas más elásticas a las dispuestas por el gobierno nacional en el AMBA. Continuarán con presencialidad las clases y los bares cerrarán a las 23, aunque no se podrá circular con vehículos particulares después de las 20.30.

El rafaelino coparticipa las decisiones sensibles y busca compartir el costo político. A la mañana del martes se reunió con el intendente rosarino, Pablo Javkin, para analizar la situación; luego mantuvo un encuentro con un comité de expertos sanitaristas y, finalmente, compartió un Zoom con intendentes y presidentes comunales. Socios en la mala.

Con dichos elementos e información en la mano, Perotti se apresta a comunicar este miércoles las nuevas restricciones. A diferencia de la primera ola, cuando algunas regiones de la provincia se veían afectadas, ahora toda Santa Fe se percibe en color rojo. Desde el sector público de Rosario derivaron un paciente a Villa Constitución y el privado Sanatorio Parque se vio obligado a derivar otro al hospital modular de Granadero Baigorria, localidad ubicada en el límite con Rosario.

En Rosario, la ciudad más poblada de la provincia, el martes terminó con 797 casos positivos, 92 por ciento de ocupación de camas críticas en el mundo público y 98 en el privado. No hay margen para más.

A Perotti le tocará hacer el anuncio, firmar el decreto y ponerse al frente, conducir el momento. En el encuentro con el comité de expertos le sugirieron que, junto a su ministra de Salud Sonia Martorano, tengan mayor presencia en medios para, de cara a la sociedad santafesina, dimensionar el fenómeno.

“La situación es compleja. Venimos alertando sobre esto porque esta ola es mucho más contagiosa, agresiva y rápida que la primera y da la sensación de que esto no ha llegado todavía a la gente”, dijo este martes Martorano.

Perotti desea no perjudicar la actividad productiva de la provincia, es una suerte de mantra en su mirada política. Ahí se diferencia del presidente Alberto Fernández y las medidas que anunció la semana pasada. El rafaelino sufrió varios ataques y reproches del sector gastronómico por las restricciones pandémicas aplicadas el año pasado. No está dispuesto a volver a pagar ese costo.

Por ese motivo, a diferencia de lo que ocurre en el AMBA, permitirá la apertura de bares y restaurantes, a los que se podrá asistir, pero a través de transporte público o a pie. La medida vuelve a poner en el centro su intento de coparticipar el riesgo ya que, en realidad, serán los municipios los encargados de controlar el cumplimiento, no el gobierno provincial. Responsabilidad social y rol municipal.

* Para www.letrap.com.ar