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Club de París: Argentina especula en tener el "puente" lo más cerca posible del 30 de julio

ECONOMÍA 03/06/2021 Carlos Burgueño*
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Vencido el plazo del 30 de mayo para cumplir el pago de los u$s2.400 millones con el Club de París, el Gobierno ahora no tiene apuro para que ese organismo defina la aprobación del “puente de tiempo” de uno o dos meses que le otorgaría a la Argentina. Desde el Ejecutivo incluso se especula con que cuando más se demore la aprobación, en algún sentido, mejor será.

Sucede que el tiempo que transcurre actualmente, y que culminará el 30 de julio, le permite al país no entrar en default y terminar de elaborar la manera en que le presentará al Club la marcha de las negociaciones de “buena fe” con el Fondo Monetario Internacional (FMI); la llave obligatoria para que el organismo con sede en París avale el “puente”. La especulación local es que cuanto más tarde se apruebe el “waiver” para que Argentina deba cumplir con el pago, más rendirán los dos o tres meses extras que tendrá el país para resolver como pagar los u$s2.400 millones. Llevando la expectativa al máximo, lo mejor incluso sería que el “puente” llegue bien entrado julio y lo más cerca del 30 de ese mes, así el nuevo plazo se extienda hasta septiembre u octubre, dependiendo si se otorgan 60 o 90 días. Por el contrario, si se aplicara desde la primera quincena de junio (algo difícil), los tiempos se acortarían a casi el mismo plazo que otorgarían los 60 días antes de caer en default.

Fuera de las especulaciones locales, Argentina ahora debe esperar la decisión formal del Club de París. Aún no tiene fecha la reunión de junio del organismo que por cuestiones diplomáticas maneja el ministro de Finanzas francés Bruno Le Maire. En estos encuentros llamados “Tour d’Horizon” se atienden las cuestiones referidos al Club, con decisiones que deben tomarse por unanimidad de los 22 miembros; sean estos altos acreedores o no. El funcionamiento del Club implica que cada voto vale lo mismo, aunque el estado deudor tenga a algún miembro como acreedor o no. Igualmente se descarta que la voz cantante la llevan los países prestadores, y que previamente a los encuentros mensuales dentro del Club hay comunicaciones cruzadas sobre cómo atender un caso en particular.

En general las resoluciones se resuelven antes del “Tour” y en el momento de votación ya no hay debates sobre la situación de los países. Por eso resulta importante en el caso argentino, que la cuestión sobre el “puente” se resuelva en comunicaciones cruzadas entre los votantes presentes de manera virtual en el “Tour”. En general son los embajadores de los 22 países miembros presentes en París. En el caso argentino la concurrencia podría ser de mayor valor agregado, y estar presentes en el momento de levantar la mano (se supone a favor) los ministros o secretarios de finanzas de los estados acreedores. Lo que sí es seguro, es que serán estos los que determinen el tipo de plazo o “waiver” que se le otorgará al país.

Los 60 días extras con que cuenta Argentina desde el lunes (día del vencimiento), están dentro de la Carta de Intención, que en su momento se firmó con el Club de París y sólo puede ser alterada (y suspendida) si alguno de los acreedores fuertes que tiene el país en ese ámbito denuncia a la Argentina, reclama el pago y dicta directamente el default. Como esto aún no sucedió, se supone no ocurrirá. Igualmente el Estado que eventualmente reclamara el default debería convencer a los otros 21 miembros.

Suponen desde Buenos Aires que mientras Alberto Fernández, Martín Guzmán y el resto de los acreedores muestren buena fe y actitud negociadora para llegar a un acuerdo con el FMI y aceptar al menos una misión prevista en el artículo IV del estatuto; desde el Club ninguno de sus miembros se levantará de la mesa de discusiones. “Menos en pandemia”, especulan desde la Argentina. Hay un dato a tener en cuenta. Los acreedores del Club de París, son los mismos que los miembros con mayor poder de voto que el board del FMI. Y mientras vean que hay conversaciones y espíritu de acuerdo no se declararía el default. Para esto, afirman desde la Casa Rosada y Hacienda, la clave será sostener un diálogo siempre constructivo y mantener a Kristalina Georgieva entre los convencidos de la buena fe local.

El problema de la espera, es que el riesgo país continuará navegando en los 1.500 puntos. Y que en el momento de un eventual “puente” no habrán bajas sustanciales ya que aún no será un problema resuelto, sino postergado.

* Para www.ambito.com

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