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Paso a paso cómo fue la elección de Rosatti y la novela de un Lorenzetti despechado

POLÍTICA 28/09/2021 Agencia de Noticias del Interior
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La Corte Suprema de Justicia de la Nación votó a su nuevo presidente. Es Horacio Daniel Rosatti. Asume el 1 de octubre. El vicepresidente que lo acompañará en su período de ejercicio del cargo, que en los hechos de es de absoluta relevancia institucional, será el actual titular del máximo tribunal, el magistrado Carlos Rozenkrantz.

Prefirió evitar la reelección para intentar generar mayor dinamismo y una alternancia en un puesto que genera más poder que el que ya tiene de por sí un juez de la Corte Suprema. El apoyo crucial para lograr que esta elección se conforma con mayoría de votos en un cuerpo colegiado integrado por cinco miembros lo aportó el juez Juan Carlos Maqueda.

Se trata del magistrado que más años lleva en el máximo tribunal comparado con sus colegas de la actualidad. Tres votos de cinco. Dos en minoría. Se reconfiguraron alianzas antes impensadas en la Corte Suprema.

El juez Ricardo Lorenzetti, quien presidió la Corte durante más de una década, solía tener el apoyo de Rosatti en cuestiones diversas. También gozaba del apoyo de Maqueda. Elena Highton de Nolasco era otra de sus aliadas. Ya no.

Lorenzetti enfureció con la elección de Rosatti como sucesor de Rozenkrantz. Y provocó, con un texto que hizo público a los medios, un escándalo inhabitual para la siempre silente Corte en cuanto a revelaciones sobre el verdadero estado de las relaciones entre sus miembros.

Ni Lorenzetti, ni Highton estuvieron presentes en la acordada en la que se eligió a Rosatti como nuevo titular del máximo tribunal. Highton tampoco participó del proceso eleccionario. Rosatti es un juez conflictivo tanto para el Gobierno Nacional como la oposición.

Y para el kirchnerismo Rosatti será siempre alguien en quien no podrán confiar ni en el que buscarán influir. Néstor Kirchner lo había nombrado Procurador del Tesoro de la Nación. Y luego ministro de Justicia. Rosatti renunció antes de ser presionado más de lo que había sido para firmar pliegos de licitaciones para construir nuevas cárceles con presupuestos excesivos, muy por encima de lo que debía ofrecerse para conseguir adjudicatarios para esas obras tan importantes.

La noticia de que Rosatti será el nuevo presidente de la Corte molestó no solo a la política. Como se dijo, también a Lorenzetti. Hay escándalo en la Corte Suprema. Ocurre que Lorenzetti emitió un comunicado al día siguiente de la elección de Rosatti como titular del cuerpo en el que criticó de modo brutal a sus pares.

Exceptuando a la fiel Highton, quien lo acompañó en sus movimientos. Lorenzetti afirmó en su escrito que la elección de Rosatti “contradice los precedentes y la tradición de la Corte Suprema, y ha afectado el prestigio de la institución y de la elección misma”.

El enojo de Ricardo Lorenzetti
Y dio a entender que se había montado una especie de complot para que él no estuviera presente en la acordada de la elección de la polémica: “Todos sabían que el suscripto estaba representando al país en la reunión de un organismo internacional (UNIDROIT) con la participación de juristas de todos los continentes”.

En un tono de enojo fuerte que no suele trascender jamás en un ámbito colegiado y en el que debe regir la mesura como es la Corte Suprema, Lorenzetti profundizó aun más y hasta describió a la elección de Rosatti como “ni ética ni razonable”.

En otro párrafo de tono similar, casi asegura de modo explícito que la acordada en la que se eligió a su antiguo aliado Rosatti para presidir la Corte, se realizó con métodos de complot o trampa para evitar que él pudiera estar presente: “Esa decisión apresurada los obligó a la designación del presidente y del vicepresidente de la Corte con la sola presencia de tres jueces, votándose a sí mismos”.

El escándalo continuará. Es correcto que la acordada extraordinaria N° 18/2021, realizada el jueves de la semana pasada, en la que se eligió a Rosatti y a Rozenkrantz como presidente y vice, existió. Las normas del tribunal no indican que esa razón impida que se someta a votación a las nuevas autoridades internas.

El texto de Lorenzetti, por supuesto, fastidió a sus colegas que sí estuvieron el jueves en la acordada ahora bajo sospecha (solo de Lorenzetti). Y empiezan a conocerse argumentos que buscan desarmar las criticas del juez que acusa a sus pares de haber procedido de modo irregular pero sin hacer una presentación judicial oficial alguna al respecto.

Fuentes vinculadas a la Corte Suprema, confiables y con documentación respaldatoria al respecto, señalaron que Lorenzetti no solo sabía que la acordada del jueves pasado se realizaría. Además agregan que su ausencia no cumple con los requisitos normativos de la Justicia que deben presentarse para no estar en el lugar de trabajo con justificación y formalidades adecuadas.

Como ya se explicó, Lorenzetti afirmó que la acordada del jueves pasado se convocó solo para elegir al nuevo presidente del tribunal a sabiendas de que él no podría estar presente, o que ni siquiera podría sumarse al debate vía remota.

Según fuentes que conocen la trastienda de esta trama, por supuesto que referenciadas en al nueva mayoría de Rosatti-Maqueda-Rozenkrantz, el magistrado Lorenzetti estaba completamente al tanto de que esa acordada extraordinaria que se realizaría.

Esas fuentes dejaron trascender que existen pruebas escritas para sostener esa desmentida. Ocurre que desde que Rozenkrantz preside el tribunal, entre otros logros, pudo mejorar la performance para resolver sentencias más rápido que en otros años anteriores.

Gracias al impulso que le dio a la digitalización de los expedientes se consensuó entre los cinco “cortesanos”, desde que empezó la pandemia, que todos los jueves, desde las diez de la mañana a las doce del mediodía, los magistrados firman juntos numerosos expedientes.

Lorenzetti habría adelantado a sus colegas que él no firmaría 21 de esos 800 expedientes. El resto de las causas, sí. Es decir, conocía que había una acordada extraordinaria que se celebraría el jueves último. A eso se suman otros argumentos que se dan a conocer tras sus críticas furibundas al día en el que Rosatti, su viejo aliado, fue electo en el cargo que él ostentó durante más de una década seguida.

Siempre de acuerdo a las fuentes consultadas por TN.com.ar Lorenzetti no habría cumplido con el Reglamento de Justicia Nacional (RJN) respecto a los pasos formales por los que debería haber transitado su pedido de ausencia para estar presente en otra labor, como el mismo contó en su texto, vinculada a una organización internacional llamada UNIDROIT que tiene como objetivo lograr leyes uniformes en derecho privado.

Fuente: TN

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