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El Gobierno descuenta que el kirchnerismo apoyará el acuerdo con el FMI

POLÍTICA 12/12/2021 Brenda STRUMINGER
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En la Casa Rosada buscan bajarle el tono al efusivo discurso que brindó Cristina Kirchner el viernes, donde la Vicepresidenta condicionó los términos del acuerdo que negocia el Gobierno con el FMI y manifestó sentir “desconfianza” del organismo. Admiten que el kirchnerismo “seguirá pataleando”, pero creen que el Instituto Patria finalmente brindará aval al pacto al que arribe el Ministerio de Economía de Martín Guzmán con el Fondo. Y califican como “vandorismo” la postura del ala dura del Frente de Todos.

“Dentro de una coalición, sobre todo en una negociación de este tipo, es lógico que haya posiciones más duras en uno de los lados”, dijo a Infobae, con voz apacible, uno de los hombres del círculo íntimo de Alberto Fernández el sábado luego de hacer un balance interno sobre las palabras de la Vicepresidenta en el acto del viernes por la noche, frente a la militancia, por el Día de la Democracia.

Aunque brindó una señal de afinidad con el Presidente al participar de la ceremonia política a la que había convocado Alberto Fernández, Cristina Kirchner puso reparos nuevamente a la negociación con el Fondo al marcar su “desconfianza” y asegurar que “no se va a aprobar ningún plan que no permita la recuperación económica”.

“Es el deber de todos los que pertenecen al Gobierno”, lanzó la Vicepresidenta ante una plaza colmada de militantes convocados principalmente por el kirchnerismo. Previamente, desde la columna de La Cámpora, Máximo Kirchner había deslizado al canal C5N: “El día en que esté escrita cuál es la propuesta del FMI para la Argentina, veremos”.

En la Casa de Gobierno admitieron como “crítica” la posición de la Vicepresidenta, que ya había expresado reparos y condicionamientos en su última carta pública. Hubieran preferido apoyo pleno, pero tampoco lo esperaban, y buscaron considerar sus palabras como parte de una “estrategia” para lograr mejores condiciones para la Argentina: “¿Por qué nadie piensa que esto es una parte necesaria de la negociación? Esto es peronismo, vandorismo. Mandan a la base a putear y no es un problema. Néstor era duro hacia afuera y fue el tipo que más pagó. Cristina también pagó”, dijo un ladero del primer mandatario.

En el círculo de Alberto Fernández aseguran que el compromiso de presentar un “proyecto plurianual que contendrá los mejores entendimientos con el Fondo”, anunciado por el propio Presidente el día de las elecciones, sigue firme. Pero ante las resistencias del kirchnerismo, relativizan los tiempos del debate y apuntan hacia febrero. “Ahora se vienen algunas semanas de debate interno fuerte. Pero va a salir bien”, se esperanzó un funcionario.

En ese período, aunque dan por sentado el apoyo de Cristina Kirchner, esperan fuego amigo de parte del Instituto Patria y La Cámpora. “Van a patalear, y en cierto punto no se van a querer hacer cargo. Pero van a firmar”, deslizaron en Balcarce 50. “Hay acuerdo en la cuestión de fondo. Alberto y Cristina están convencidos de que si no se mejora y redistribuye el poder de compra, el país va a estar complicado. Y eso no se puede negociar. Cualquier esquema de aumento en tarifas, de reducción del déficit, de reducción del presupuesto a través del recorte nos perjudica”, enfatizó un armador albertista.

En La Cámpora también interpretaron las palabras de Cristina Kirchner como un cuestionamiento flagrante, y aunque adelantaron que habrá apoyo, no será sin protestar. “Vamos a firmar, pero también vamos a putear. Dicho diplomáticamente, nos vamos a quedar con la política, y ellos con la economía. No es malo para nadie: sería un problema si no hubiera negociación entre nosotros. El peronismo hace política pegando para negociar algo, y pegando de nuevo para obtener una posición mejor”, analizó la dinámica de poder interna un funcionario del entorno de Máximo Kirchner.

Disputas internas aparte, cuando miran hacia fuera de las fronteras del Frente de Todos, en ambos sectores del Gobierno dan por sentado que habrá respaldo casi incondicional de parte de la oposición al acuerdo. Insólitamente, consideran que habrá menos problemas con Juntos por el Cambio que al interior de la coalición de gobierno.

Aunque apenas hay diálogo entre ambos bandos del espectro político, en el Gobierno vislumbran que la primera señal en este sentido se cristalizará en las próximas dos semanas, con la aprobación del Presupuesto 2022. “Tenemos los números, va a salir. Con algunos cambios, pero va a salir. Los únicos que no están de acuerdo son los troskos. El resto sabe que no hay margen para otra cosa”, dijeron desde el bloque del Frente de Todos en la Cámara baja.

A partir de mañana, el centro de la agenda política pasará por el debate de la ley de leyes. El ministro de Economía, Martín Guzmán, disertará y responderá dudas ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde lo escucharán e interrogarán los representantes de todos los bloques. El proyecto, que había sido presentado en septiembre, tendrá cambios acorde a los últimos diálogos del ministro y su equipo con el staff del FMI para refinanciar la deuda externa y sentará las bases del plan económico para el año que viene, “sin ajuste”, repiten.

En las filas de Juntos por el Cambio recibieron con disgusto el acto del viernes, pero lo consideraron “más de lo mismo”. “Con diferencia de minutos, Cristina dispara contra el FMI, y Alberto dice que va a negociar bien. Es una locura y una pésima señal para encarar un acuerdo. Sabemos que necesitamos acordar, pero no vamos a firmar nada sin que la Vicepresidenta lo avale. Y con aval nos referimos a que presida la sesión donde se trate, y que firme. Tiene que hacerse cargo”, dijeron desde el bloque radical, enojados por el tono del acto a 38 años de la restauración democrática, donde no se mencionó ni una vez a Ricardo Alfonsín. “Tendríamos que haber sido convocados inclusive como co-organizadores”, se quejaron.

El temor, o la especulación política, dentro de la oposición, es que si el kirchnerismo se desliga, y deja en manos la responsabilidad del acuerdo en la Casa Rosada y la oposición, después tendrá el margen suficiente para “echarles la culpa a todos los demás” por las consecuencias del pacto. “No van a tener ese gusto, no los vamos a dejar”, dijo el asesor de un diputado.

2023

La negociación con el FMI está atravesada por las disputas de poder en el Frente de Todos cuando Alberto Fernández y Cristina Kirchner están mirando, ya, a las presidenciales de 2023. El Presidente está decidido a buscar la reelección y se siente empoderado después de la remontada en los resultados de los comicios de noviembre en relación a las PASO. En ese contexto, en su entorno vieron con buenos ojos la contestación del Presidente a la Vicepresidenta tras la advertencia sobre la historia de reveses con el FMI de Ricardo Alfonsín y Fernando de la Rúa, sus predecesores radicales.

“Si el Fondo me suelta la mano, voy a estar tomado de la mano de todos los argentinos”, le dijo el viernes por la noche Alberto Fernández a su Vice. Cerca suyo festejaron la respuesta: “Ella es así, hace ese tipo de interpelaciones, y Alberto está acostumbrado. Lo que tuvo fue una salida elegante, con algún nivel de respuesta para no dejar picando esa situación en el aire, con altura y con calidad, pero con buena leche”, dijo un hombre del círculo de Olivos.

Mientras tanto, en La Cámpora aún resienten la jugada de “empoderamiento” de Alberto Fernández, aunque admiten que “le salió bien”. “Si ganábamos por mucho, Alberto perdía. Si perdíamos por mucho, también. Con la escasa mejora que tuvimos, pudo apelar a su típico realismo mágico, y robarle el triunfo a los opositores. La hizo, pero todos sabemos que perdió”, dijeron en las filas de Máximo, donde hay varios “precandidatos” alistados para competir dentro de dos años por el sillón de Rivadavia, entre ellos el gobernador Axel Kicillof y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Aunque todos aseguran que “falta mucho” para brindar definiciones de nombres.

Aunque en segundo plano, otras disputas políticas frentetodistas atravesaron la manifestación del Día de la Democracia, como la que enfrenta al Movimiento Evita y a La Cámpora. “Les robamos la plaza”, dijeron en el kirchnerismo sobre el acto que se había gestado en la Casa Rosada y en el que terminó teniendo fuerte participación la organización de Máximo Kirchner. Desde su óptica, los planes de la convocatoria cambiaron cuando la Vicepresidenta confirmó su participación. “No había chance de que organizaran ellos si venía Cristina. Además, están con los números en rojo después de lo que tuvieron que desembolsar para la marcha del Día de la Militancia”, deslizaron, picantes. Desde la organización que conduce Emilio Pérsico no ocultaron la molestia por el avance de La Cámpora y reivindicaron el volumen aportado manifestación. ”Teníamos la mitad de la plaza ocupada por nuestra gente”, dijeron.

Con la agenda económica-financiera en primer plano, será en ese terreno donde se jugarán las disputas al interior del Frente de Todos durante las últimas semanas del año. El Gobierno confía en la aprobación del Presupuesto y ya mira a la semana del 20 de diciembre, cuando el FMI informará sobre su evaluación del mecanismo de toma de deuda durante el gobierno de Mauricio Macri, en 2018, por 44 mil millones de dólares. Para esa fecha se esperan enfrentamientos discursivos con la oposición, que la Casa Rosada intentará utilizar para acercar posiciones a nivel interno. El fin principal, hoy, es mostrar coherencia interna al organismo internacional para cerrar la reestructuración de la deuda en los tiempos en que se lo propone. Es decir, antes del inminente y voluminoso vencimiento de pago de marzo.

Fuente: Infobae

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