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El impacto del mea culpa del FMI: qué pasará con la negociación en curso y qué estrategias evalúa el Gobierno

ECONOMÍA 24/12/2021 Sebastián Catalano*
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El Fondo Monetario Internacional publicó su esperada Evaluación Ex-Post (EPE), el informe sobre el fallido préstamo que le dio en 2018 a Mauricio Macri y cuyo repago se negocia por estas horas con premura. No es para menos: el Gobierno no podrá hacer frente a los vencimientos que vienen y que representan la friolera de unos USD 19.000 millones sólo el año próximo. Con las reservas en rojo, el BCRA apenas pudo pagar el vencimiento del miércoles, de USD 1.900 millones, y lo hizo con los famosos DEGs, la moneda que el propio Fondo repartió a sus socios este año por la emergencia pandémica (y que sólo sirve para pagarle al organismo).

¿Criticó el informe elaborado por el auditor danés Odd Per Brekk a la gestión de Macri? Sí, fue un informe duro. “Muy duro”, creen en el Gobierno. ¿Es el nivel de críticas que se esperaba, sobre todo en un ala de la coalición gobernante? Quizás no, pero igual se festejó; al menos en Olivos sí se celebró el informe. “Están contentos y conformes, según las personalidades de cada uno”, reconocieron en Hacienda. ¿Hizo el Fondo un mea culpa al estilo del que alguna vez pidió el kirchnerismo duro, con reconocimiento de mala praxis? El organismo no hace autocríticas a ese nivel y ya había aclarado en varias ocasiones que el préstamo se otorgó respetando sus estatutos. Tampoco habrá extensiones especiales de plazos para pagar la deuda. “Una cosa es la tribuna y otra la realidad. Cristina sabe cómo funcionan estas cosas y conoce muy bien al Fondo”, se excusan cerca de Cristina Kirchner.

“Yo me pregunto, cuando dicen ‘no, no se puede hacer una quita al capital del FMI porque su estatuto prohíbe hacer quitas’. ¿Pero cómo que el estatuto del FMI prohíbe hacer quitas? También prohíbe que se den préstamos para permitir fugar el dinero. ¿Y por qué vamos a hacer valer una prohibición y la otra no?”, dijo la vicepresidenta en el verano de 2020, hace mucho tiempo, tanto que no había pandemia aún.

Más cerca en el tiempo, hace sólo 20 días, el Presidente le exigió al FMI que presentara la evaluación antes de cerrar el acuerdo. Fue en la reunión de la UIA y es probable que entonces ya haya tenido en sus manos el informe que se presentó hoy y su fecha estimada de publicación. En ese tono, pero con algo de más énfasis luego de perder las legislativas, el ministro de Economía Martín Guzmán le “pega” a Macri y su fallido arreglo con el organismo cada vez que tiene un micrófono delante.

Guzmán no perdió tiempo y horas después de que se conociera el texto le pidió más autocrítica al FMI.

Críticas

¿Qué criticó el Fondo, entonces? Más de lo esperado: admitió que el programa fue “demasiado frágil” y que, a pesar de que fue un esquema que diseñó Cambiemos, deberían haberlo controlado más y mejor; que tiene que aceptar revisar en adelante las excepcionalidades por las que presta dinero por sobre las cuotas que les corresponde a los países (el Exceptional Access Framework, EAF); que deben aprobar programas realista y que tiene que comunicar mejor, sobre todo a los habitantes de los países involucrados.

Reconoció también que los intentos de que el programa de 2018 pusiera foco en los más vulnerables “resultaron insuficientes”. Habló además de la falta de control de capitales y de una reestructuración de la deuda con los bonistas en 2018, dos puntos que el informe remarca como “líneas rojas” que Macri le impuso al organismo.

En Economía destacaron que Macri se equivocó con su idea monetarista sobre origen de la inflación en lugar de hablar de “multicausalidad” –la palabra más mentada en el Palacio de Hacienda desde hace dos años–, y que el préstamo estuvo diseñado para financiar sólo lo que el gobierno de Cambiemos quería financiar. ¿Qué? “La fuga de capitales”, gritarían desde el Instituto Patria.

¿Plasmará el Fondo este mea culpa de acá en más? ¿Servirá para la negociación local en curso? En el Gobierno parecen convivir varias miradas. Por un lado, en Economía aseguran en off the record que no habrá impacto en la puja vigente y parecen seguir la línea del Fondo que insiste con que este “es un informé técnico y para nada político”. Por otro lado, dijeron ayer que entienden que el board destacó “que las conclusiones de la EPE servirán para nutrir las conversaciones por el nuevo programa con Argentina”.

Y está la mirada política de Alberto Fernández. El Presidente escribió un anexo de 20 páginas –titulado “La visión de las autoridades”– en el que asegura que la EPE publicada es de “vital importancia para construir entendimientos que contribuyan a evitar en un futuro situaciones económicas y sociales desestabilizadoras originadas por programas fallidos”.

Sobre el final, Fernández destacó que “las autoridades argentinas están convencidas de que el FMI sería más eficaz en la gestión de la crisis internacional actual si revisara los principios generales en los que a menudo se basan sus programas y abordará el desajuste entre las recomendaciones de los programas y las diversas realidades de los países en desarrollo”.

“Lo de ayer (por el miércoles) fue muy importante. Ahora viene el receso del FMI por las Fiestas y confiamos que luego se comenzará a cerrar”, estiman en Economía. Parece quedar claro que el Gobierno pondrá sobre la mesa en la próxima reunión el informe de ayer y que todas las fechas pasarán al verano. ¿Conseguirán algo? Por ahora parecen todas negativas dentro de las modestas pretensiones locales. Guzmán regresó del G20 de Italia, en julio de este año, con dos metas: la modificación de los sobrecargos de los préstamos y la idea de que el acuerdo incluya una cláusula “acople” si apareciera un nuevo esquema de créditos más flexibles además de los actuales stand-by y facilidades extendidas. El tema de sobrecargos no se tratará hasta entrado el año que viene, luego de que, en teoría, se firme el acuerdo con Argentina. Del otro tema hace meses que no se escucha nada. Dos a cero, por el momento.

“Es tan grande la deuda que dentro de los marcos que hoy dispone el FMI no se puede resolver con un solo paso”, dijo ayer Guzmán en declaraciones al C5N. Puede haber sido una señal de lo que vendrá y otra arenga a la tropa propia. “Un acuerdo nos va ayudar en el corto plazo a ir despejando el horizonte financiero, pero curar las heridas que generó el endeudamiento en dinero extranjero el gobierno de Juntos por un Cambio nos llevará más de una década“, estimó.

El FMI no se puso de rodillas como algunos pocos soñaron en su momento, o al menos lo gritaron desde los atriles. Sí hubo críticas duras, algo no menor. Con todo, algunos “festejos” locales parecieron algo exagerados, sobre todo si se tiene en cuenta que el foco estará puesto ahora en cerrar un acuerdo que es vital para el país. Esa es la batalla y los detalles de su resultado marcarán a fuego el derrotero económico del país.

* Para www.infobae.com

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