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Acuerdo con el FMI: crece la incertidumbre en el Gobierno por el respaldo que le dará Juntos por el Cambio

POLÍTICA 03/03/2022 Joaquín MUGICA DÍAZ
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“Quiero dejar constancia que este acuerdo no releva al poder judicial de avanzar en esta investigación. Los argentinos tienen el derecho saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”, dijo, en tono imperativo, el presidente Alberto Fernández cuando promediaba su extenso discurso en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso.

La frase, dirigida al gobierno de Mauricio Macri, provocó un movimiento uniforme de todos los legisladores del PRO. Se levantaron de sus bancas y se fueron del recinto. Ofendidos. O, al menos, es lo que intentaron mostrar. La reacción pudo ser pensada de antemano o no, pero expuso las diferencias internas que hay en el comportamiento parlamentario de Juntos por el Cambio.

 
Si bien hubo sorpresa y cierto fastidio entre los socios de la coalición opositora por la decisión del bloque PRO, la mayoría entiende que fue desacertada la frase del Jefe de Estado, que algunos minutos antes les había pedido apoyar la negociación con el FMI en el Congreso.

“El mismo Presidente que te pide el apoyo y que lo ayudes a resolver el problema, cinco minutos después te dice que te va a hacer un juicio y te prende fuego. Es una forma rara de pedir ayuda. Pero no creo que eso termine definiendo la decisión de todos”, reflexionó un importante legislador de la UCR.

Después de la reacción del PRO el 1 de marzo, en la que no hubo diferencias entre el ala dialoguista y el ala dura, en el gobierno nacional creció el nivel de incertidumbre sobre si contarán con el apoyo de Juntos por el Cambio para aprobar el acuerdo cerrado con el FMI o si tendrán enfrente a una oposición que se abstendrá en masa.

Las dudas aumentaron alrededor de distintos escenarios. ¿Juntos por el Cambio puede abstenerse? ¿Podría hacerlo solo el PRO y que la UCR y la Coalición Cívica acompañen? ¿Hasta dónde son capaces de arriesgar en la oposición y dificultar la aprobación del acuerdo? ¿Pese a no manifestar una voluntad política explícita, La Cámpora acompañará el pedido del mismo gobierno que integra? Las incógnitas se reproducen cada día.

En la Casa Rosada saben que no les sobran votos, pero están confiados en que el proyecto atravesará el filtro parlamentario sin demasiados contratiempos. “Los votos están”, repiten. El programa completó sería enviado en las próximas horas y se trataría en el recinto la semana que viene.

“Aunque los votos los tenemos, no hay espacio para la tranquilidad. Debemos estar atentos y, de menor a mayor, consolidar la mayoría”, apuntaron en Balcarce 50, donde el cierre del acuerdo con el Fondo sigue siendo el tema central de la agenda política.

En Juntos por el Cambio hay diferentes posturas. Después de la decisión de levantarse de las bancas, en el PRO empezaron a agitar el fantasma de la abstención. Es decir, endurecer la postura luego de haber emitido un comunicado de la coalición en el dejaban en claro su voluntad de acompañar el acuerdo para que Argentina no ingrese en una etapa de retraso de pagos con el FMI.

“Estamos debatiendo una posición respecto a que ellos se hagan cargo de sus decisiones y que todos voten”, reconoció un dirigente de peso en el partido que fundó Mauricio Macri. Tirar la pelota al campo peronista y que el oficialismo se embarre en los dimes y diretes de la interna entre el albertismo, el kirchnerismo, La Cámpora y los gobernadores.

En el PRO sostienen que en el último tiempo se generó la idea de que ellos deben contribuir al cuórum y levantar sus manos para aprobar la negociación final. No la comparten. ¿Por qué? Porque dicen que el Frente de Todos tiene 118 diputados y que, junto a algunos aliados, pueden estar cerca de los 130. “El Gobierno tiene que sentar a todos sus miembros. Si entran en un default no es culpa nuestra”, argumentan.

Son 50 diputados los que tiene el PRO. No es un número menor y, por lo tanto, la dirección que tomen influirá en el mapa parlamentario. En el partido aseguran que el apoyo está sometido a la letra chica del acuerdo. “Es una bomba de tiempo que le va a explotar al próximo gobierno. Es un acuerdo muy malo”, indicó a este medio un diputado del espacio.

La diferencia sustancial la marcan las posturas del radicalismo y la Coalición Cívica, que si bien quieren leer la letra chica del programa acordado con el Fondo, han dejado trascender su intención de acompañar el acuerdo en las dos cámaras del Congreso.

“Nuestra postura sigue siendo la misma. No queremos que Argentina caiga en el default. Si llegamos a tener miradas distintas, hay que administrar y acordar las diferencias”, le aseguró a Infobae un referente del espacio político que conduce Elisa Carrió.

En el radicalismo la situación es similar. La voluntad política es acompañar el programa, pero encontrar un equilibrio entre las posturas internas de Juntos por el Cambio. Los líderes de la coalición asumen que es un riesgo presentar una postura fracturada de cara a la sociedad. Los expone y los debilita.

En la coalición opositora tratarán de condensar todas las opiniones para votar en bloque. Es un trabajo difícil de concretar que se sigue desde el Congreso y la Casa Rosada. Tanto el oficialismo como la oposición están atentos a los movimientos que generan las internas vecinas, porque pueden ser señales que marquen la decisión que van a tomar.

La incertidumbre más grande se da en el Senado, donde los números son más justos. Y, sobre todo, no hay claridad sobre quiénes acompañarán en el oficialismo. Lo expuso el propio presidente del bloque del Frente de Todos, José Mayans, cuando hace algunos días aseguró que el programa se iba a evaluar detalladamente y después se emitiría una postura.

En el Gobierno apuntan contra el PRO y los tratan de irresponsables de antemano debido a las filtraciones sobre una posible abstención del bloque. “Crearon el problema y se esconden para no resolverlo. Tendrán que explicárselo a la sociedad”, sentenció un funcionario de confianza del Presidente. Empezó a subir la temperatura en el Congreso. Empezó el año político.

Fuente: Infobae

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