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Carrió y su trabajo sucio en Santa Fe, a favor de Omar Perotti y el Pejota santafesino

POLÍTICA 19/06/2022 Coni CHEREP*
carrio-Perotti

No hay registro en la historia de la provincia de Santa Fe, de un nivel de violencia tan descontrolado como el que viven, especialmente Rosario y la capital provincial. Un muerto promedio por día, que incluye bebés. El país vive una situación financiera al borde del estallido, que se agrava con la interna feroz de Cristina y Alberto, que juegan a la guerra con sus amistades internacionales. Sin embargo, Elisa Carrió elige Santa Fe y dispara contra dirigentes dos dirigentes del socialismo, que casualmente son los que más empujan en procura de construir un Frente único opositor en la provincia. ¿Casualidad? A estas alturas, y en ciertos ámbitos, nada es casual.

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Santa Fe vive horas trágicas. Se dice fácil, pero es muy dificil de soportar. Desde que asumió Omar Perotti, se duplicaron los crímenes (si, se duplicaron) en Rosario y Santa Fe Capital, otro tanto ocurre con los asaltos y las balaceras que no terminan en homicidios. Las cárceles de la provincia, que carecen de conducción política o fueron entregadas a las organizaciones criminales, se convirtieron en los centros de operaciones de las bandas de narcos que dominan a plena luz del día los principales centros urbanos de la provincia. La policia vive un estado de parálisis, como consecuencia de la falta de recursos, pero especialmente por la falta de conducción. El gobierno nacional promete y nunca cumple, a pesar de los reiterados anuncios, con la llegada de las fuerzas federales y nunca, jamás, se termina de armar el comando conjunto que ponga en marcha operativos que le pongan freno a la violencia. El Estado desapareció en Santa Fe. Y Elisa Carrió viene, para hablar de Bonfatti. Para acusarlo de delitos por los que nunca, siquiera, estuvo sospechado. Y le dice «cobarde» a Pablo Javkin, que soporta desde un municipio, el desamparo y la falta de respuestas de los dos estados, el nacional y el provincial, frente al avance de la violencia. ¿ No es muy obvio?

No se trata de una situación natural. No. Los delitos habían bajado entre 2015 y 2019. Las políticas públicas de seguridad encabezadas por Maximiliano Pullaro, empezaron a dar resultados. Con sus altas y bajas, pero daban resultado. La policia reconocía su conducción. Las cárceles estaban bajo las órdenes de funcionarios capacitados y mientras eso ocurría, las bandas narcos se iban desarmando. Hay que repetirlo, porque los Alvarado, Cantero, Camino, Ungaro, Funes, Abregú, fueron bandas desarticuladas y puestas a disposición de la justicia durante las gestiones anteriores. Y desde que asumió Perotti, no sólo no se desarmó a ninguna de las bandas que dominan el territorio, sino que las políticas han favorecido para que recuperaran la calle, y las cárceles, desde donde ordenan a quienes hay que ejecutar.

Pero Elisa Carrió, elige venir a pegarle al Socialismo. No dice una palabra de PEROTTI, ni de sus negociados, ni de su exministro Saín, ni de los retrocesos en educación, en salud pública, en Obra Pública, en políticas de desarrollo. No, Lilita viene a «romper» el clima de incipiente acuerdo opositor, del que su Partido forma parte, y desata una polémica absurda. Con acusaciones falsas y descalificaciones que sólo favorecen el fortalecimiento del peronismo. Porque no hay otra explicación:

Carrio hace muchos años que sólo sirve para romper. No gestiona, ha perdido su capacidad para comprender la realidad que la rodea y se convirtió en una especie de Equeco, que envía mensajes misticos, sin ninguna relación con la asfixiante realidad del ciudadano común.

Su función en la vida política es destruir todo aquello que no puede dominar. No pudo nunca tener ascendencia sobre los gobernadores del FPCYS, y eligió atacarlos. No pudo dominar a Pablo Javkin, dentro de su propio partido, y elige descalificarlo, en un momento de extrema dificultad de gestión para el intendente.

Los santafesinos nos cansamos de escuchar sus contradicciones y sus cambios de amores. Así como dijo que Macri era un delincuente, después se asoció a él. Se cansó de amar a Alfonsín, para después convertirse en su enemiga pública. En la provincia, hizo lo mismo: Dijo estar enamorada de Binner y Bonfatti, entre 2007 y 2014, pero después los convirtió en objeto de sus agresiones más bajas. Dijo que Corral era su límite en Santa Fe, pero después vino a hacerle campaña. Dijo que Barletta era su hombre, y al final, cuando no la siguió en su derrotero, decía que «sólo era su primo». Se cansó de ir y venir, de acusar y nunca probar, y siempre, absolutamente siempre, los beneficios de sus diatribas terminaron yendo hacia las arcas electorales del peronismo.

Carrió no tiene una sola prueba para decir lo que dice, pero no es sólo eso: evidentemente está más preocupada por destruir cualquier acuerdo opositor que le ponga límites a Perotti y al PJ. Sus acciones pueden ser «minimizadas» acusándola de tener una confusa salud mental, pero también se puede decir con un poco más de precisión, que es plenamente consciente de los daños que ocasiona, a quienes beneficia y a quienes perjudica.

La «fiscal de la decencia» vino a Santa Fe a proteger los intereses de uno de los gobiernos más corruptos e incapaces desde el retorno a la democracia. Y vino a incomodar a quienes pretenden reunirse alrededor de una nueva propuesta.

Alguien dijo hace pocas horas » Es mejor no contestarle más, es multiplicar sus discurso». Es probable que eso le funcione a los dirigentes, y cada cual elige sus estrategias para sumar y restar en sus armados. Lo que no implica dejarla decir cualquier cosa. Carrió vino a cumplir un objetivo. Y en Casa Gris ( y en algunos despachos opositores también) hay quienes festejan sus ocurrencias.

Y si ellos festejan…

*Para conicherep.com

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