Dios los cría y la política berreta los amontona

El gobernador Omar Perotti encontró en el peronismo de la vereda de enfrente un escudero, alguien que ponga el pecho y vaya al frente, e intente hacer algo para no regalar la iniciativa política, una costumbre ya del gobierno provincial. El jefe del bloque de Diputados del PJ, Leandro Busatto, del riñón de Agustín Rossi, empuñó como un trofeo el acuerdo que el gobierno santafesino abrochó con la Casa Rosada por la deuda histórica de coparticipación federal pero que ningún perottista pudo defender, y cargó contra la oposición que fustiga la letra chica desde hace una semana. La defensa del diputado, limitada por ahora al tema, parece querer empatizar con el presidente Alberto Fernández, algo que se explica en su trabajo fino para convertirse en el candidato a gobernador del albertismo.

No hay acuerdo político aparente entre los espacios que conduce Rossi y Perotti, rivales durante las elecciones intermedias en una interna encarnizada en la que el Presidente bancó la candidatura del Chivo, y la vicepresidenta Cristina Fernández la lista del gobernador. En esta ocasión los intereses de ambos espacios se emparentaron y se verá si se repite la comunión. Por ahora, cada uno está en la suya. Rossi ganó confianza con Fernández en estos meses en que la pelea con la vice quedó expuesta, y ganó aún más terreno en el entorno presidencial con la reciente designación como titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI). Busatto le suma al vínculo un acercamiento personal con el entorno del Presidente.

 El diputado provincial descartó un acuerdo político detrás del apoyo aunque dijo que espera que estos gestos encaminen a una mayor armonía en el PJ. El legislador se lanzó a candidato hace unos meses y va construyendo esa empresa. “Banco la noticia importante para la provincia y un gesto político de Omar y de Alberto para dejar arreglado el tema”, sostuvo.

Perotti abre la mesa
El acercamiento se da en un marco de amplitud que está practicando el gobernador en la amanecida coyuntura electoral; de hecho, hubo varios contactos entre el diputado y el gobernador en el último mes. “Habló más en los últimos 20 días que en dos años de gestión”, revelaron cerca del legislador. Pacto sí, acuerdo no.  

 En esa apertura se suman aproximaciones con otros sectores del peronismo con los que no había ningún tipo de sintonía. Un ejemplo: según comentaron durante el reciente anuncio de las obras de apuntalamiento de la cascada del arroyo Saladillo en el sur rosarino, el gobernador invitará al senador Marcelo Lewandowski para que se sume a la foto. 

Perotti no tiene voceros ni voceras que tengan la fuerza necesaria para imponer definiciones políticas ni comunicar a la altura de los hechos. Sumado a que el gobernador centraliza todo, termina quedando en un estado de indefensión ante una oposición indomable a la hora de señalar y encontrar combustible crítico como sucede con la deuda.

En este contexto, asomó Busatto. La semana pasada pasó por varios micrófonos, pero la ofensiva de la oposición fue más intensa, con foto de unidad incluida, y el gobierno volvió a quedar en segundo plano en un tema que debería haber gritado gol. Esta semana el gobernador abrió la mesa de discusión para la oposición y el resto del peronismo, pero igualmente no alcanzó para bajar las críticas.

"Es la noticia económica más importante de la provincia en los últimos 5 o 6 años, pero la oposición intenta minimizarla, restarle importancia, con un planteo que tiene que ver más con la elección de 2023 que con la trascendencia de la noticia en sí", apuntó el legislador, declaraciones que terminaron siendo difundidas por WhatsApp por el propio equipo de comunicación del gobernador. “La oposición te hace perottista”, lanzaron en tono jocoso en el rossismo. Se verá si acaba de germinar el 2023. 

 Con información de Letra P, sobre una nota de Facundo BORREGO