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La profundización de la crisis obliga a la dirigencia de Juntos por el Cambio a redefinir estrategias

POLÍTICA 24/07/2022 Ricardo Carpena*
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En Juntos por el Cambio crece la preocupación por la crisis socioeconómica y por la desorientación del Gobierno para tomar medidas que frenen el agravamiento de la frágil situación. El cuadro tan complejo motivó a sus principales referentes a no agregar elementos de tensión y, a la vez, obligó a redefinir estrategias para dar señales hacia la gente y también hacia la carrera electoral de 2023.

Hasta ahora, ninguna figura de JxC se lanzó oficialmente para disputar la Presidencia porque el horizonte de las próximas elecciones parecía demasiado lejano. Hoy, luego de que se pinchó el globo oficialista que hablaba de un llamado del Gobierno a la oposición para dialogar, nadie descarta que el empeoramiento de la economía termine con el adelantamiento de los comicios presidenciales.

Por eso Patricia Bullrich, por ejemplo, respondió al descalabro oficial acentuando al extremo su voluntad de convertirse en presidenta de la Nación: “Yo me quiero hacer cargo ya de la gente”, dijo. No fue una frase dicha al azar sino el fruto de debates con sus colaboradores. “La idea es mostrarse del lado de la sociedad frente al desamparo al que la somete el Gobierno y se va a complementar con la difusión de nuestro programa”, afirmó uno de sus principales estrategas.

La jefa del PRO apuntará a explicitar, sobre todo, sus propuestas económicas para mostrar solidez en medio de la profundización de la crisis socioeconómica. “La gente no puede esperarnos a nosotros hasta el 2023, desde ahora tenemos que accionar y actuar frente a un gobierno que es un agujero negro”, declaró Bullrich, decidida a que sus equipos jueguen un papel más activo.

Luego de una semana en la que recorrió la provincia de Entre Ríos y las ciudades bonaerenses de San Pedro, Ramallo y San Nicolás (donde estuvo acompañada por Javier Iguacel, su candidato a gobernador, y se mostró con el intendente Manuel Passaglia, cercano al proyecto larretista), la ex ministra de Seguridad se prepara para sus nuevas incursiones en modo electoral en la provincia de Buenos Aires: en los próximos días visitará José C. Paz, Hurlingham y Mar del Plata.

Horacio Rodríguez Larreta, a su manera, también reforzó un perfil más enérgico y cercano a la gente ante la zozobra del gobierno nacional. Por eso su armador nacional, Omar de Marchi, organizó una visita a Catamarca en la que tuvo una agenda intensa, que incluyó contactos con vecinos y dos horas en la tradicional Fiesta del Poncho. Y lo que viene será un viaje a Santa Fe y Rosario, donde habrá reuniones preparatorias de la Cumbre Global de Alcaldes de C40, vinculada con la discusión del cambio climático, que se realizará en octubre en la Ciudad de Buenos Aires.

El entorno larretista le da importancia también al encuentro que el jefe de Gobierno porteño mantendrá con Pablo Javkin, el intendente rosarino, a quien ven como un posible aliado para los comicios de 2023 (en contra de la opinión del vicepresidente del PRO nacional y diputado, Federico Angelini, quien, en sintonía con Elisa Carrió, descartó la posibilidad de que Juntos por el Cambio arme un nuevo frente electoral con el socialismo y el partido CREO, de Javkin).

El alcalde porteño viajó el martes pasado a Exaltación de la Cruz para reunirse con Carrió; el jefe de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, y el dirigente Mario Quintana, ex funcionario de Cambiemos: “Coincidimos en la extrema preocupación por la crisis política y moral que está viviendo la Argentina. Son tiempos de muchísimo dolor”, publicó Larreta en Twitter. Esta vez no fue María Eugenia Vidal, amiga de Carrió y de Larreta: ¿será porque es la “niña mimada” de Mauricio Macri?

El ex presidente es otro de los líderes de JxC que intensificará su actividad para sondear el ánimo de la gente y ocupar un papel protagónico que puede desembocar en su candidatura para 2023. En su entorno siguen sin confirmar ni desmentir que aspire a un “segundo tiempo” y admiten que sus visitas al conurbano bonaerense sirven para medir la reacción de los vecinos a su figura. Tuvo buena recepción en Monte Chingolo, La Plata y La Lucila, donde se evidenció una sutil organización para cuidarlo. Tampoco le fue mal en Ituzaingó, donde llegó con menos red de contención que en otros sitios y recibió gestos de hostilidad por parte de un par de vecinos enojados, uno de los cuales es el canillita que le negó el saludo y admitió su condición de militante kirchnerista.

Cuando este miércoles regrese de su viaje a Villa La Angostura, donde fue a pasar unos días de descanso junto con su familia, hará otra visita a un distrito bonaerense. ¿Al lado de candidatos a gobernador como Diego Santilli o Iguacel para compensar la caminata que efectuó con Cristian Ritondo, su postulante para suceder a Axel Kicillof? Sus allegados no quieren anticipar nada para mantener el efecto sorpresa, pero deslizan que el ex presidente prepara un golpe de efecto.

Curiosamente, Macri mantiene una agenda de tono casi proselitista, pero le pidió expresamente a Ritondo que dejara de hacer las recorridas bonaerenses que tenía organizadas. “Me comprometí con Lilita a postergar las actividades de campaña”, dijo. La fundadora de la Coalición Cívica propuso a todos sus colegas de JxC que suspendieran las caminatas electorales y la definición de las candidaturas como un aporte a la paz en medio de la crisis nacional. La mayoría no le está haciendo caso.

Ritondo suspendió su actividad en la provincia de Buenos Aires, pero no bajó las persianas a su objetivo: desde ayer circula por las redes un video para invitar a los vecinos bonaerenses a sumarse a su proyecto, que incluye testimonios de Walter Lanaro (senador provincial), Santiago López Medrano (ex ministro de Desarrollo Social de María Eugenia Vidal), María Luján Rey (diputada provincial), Gabriela Martínez (concejal de San Isidro) y del propio jefe del bloque de diputados del PRO con Martín Yeza, intendente de Pinamar y coordinador de los equipos técnicos del ritondismo.

Otro que no afloja con su actividad el territorio bonaerense es Santilli. En los últimos días produjo un fuerte hecho político cuando Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, avaló su candidatura a gobernador. “Yo creo en Diego porque es una persona con una amplia experiencia, trayectoria y una capacidad enorme de trabajo. Tiene la convicción y la energía necesaria para encarar las verdaderas transformaciones que necesita la Provincia”, dijo. La definición no es menor: Quirós es uno de los dirigentes con mejor imagen no sólo en la Ciudad sino en todo el país.

Fue una de las cartas potentes que jugó el larretismo en favor de “El Colo”, que la semana pasada, en una sugestiva exhibición de aliados, almorzó en La Rural con los intendentes del PRO Pablo Petrecca, de Junín; Ezequiel Galli, de Olavarría; Javier Martínez, de Pergamino y Mariano Barroso, de 9 de Julio. Ahora, prepararía una actividad con grupos evangélicos, con quienes busca consolidar sus lazos tras las últimas elecciones porque son un sector clave para ganar en la Provincia: su candidata, Cynthia Hotton, logró casi 3 puntos en los comicios de 2021, con más de 260.000 votos.

En medio de una guerra de encuestas, el santillismo celebró como una goleada el último sondeo de la consultora Taquion en la Provincia, que se cerró el 15 de julio. La lidera Juntos por el Cambio, con el 38,6% de intención de voto (Santilli, 25,6%; Ritondo, 7,8% y Martín Tetaz, 5,2%) contra el Frente de Todos, con el 34,2% (Kicillof, 29,2%, e Insaurralde, 5%). Casi el mismo resultado de las PASO de 2021.

Mientras Juntos por el Cambio redefine su estrategia ante la debacle del Gobierno, terminará siendo la insólita destinataria de la primera protesta de la CGT durante la gestión de Alberto Fernández: con tal de no responsabilizar al Frente de Todos por los problemas económicos, la central obrera decidió marchar el 17 de agosto “contra la política”, es decir, también contra quienes dejaron el poder en diciembre de 2019 y no tuvieron responsabilidad en las decisiones de gobierno.

Una voltereta extraña del sindicalismo, que, en su afán por extender la responsabilidad a otros partidos, no tuvo en cuenta que el peronismo gobernó 25 de los últimos 39 años desde el regreso de la democracia, en 1983. Tampoco tuvo en cuenta que por mucha menos crisis que la actual le hizo paros generales a destajo a gobiernos no peronistas, a quienes le tuvieron muchísima menos paciencia que al de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

* Para www.infobae.com

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