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El príncipe qatarí que pasó del PSG a negociar con Massa inversiones para la Argentina

ECONOMÍA 03/08/2022 David FRENKEL
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La gira que el nuevo ministro de Economía Sergio Massa realizará cerca de fin de agosto tendrá un punto clave en Estados Unidos para agilizar créditos de organismos multilaterales, pero también en Qatar con un fondo de inversiones que administra USD 300.000 millones.

Será una semana de viaje para la presentación de Massa como ministro en su rol político-técnico, sin intermediarios y para conseguir en forma urgente los dólares que le faltan al Banco Central, a través de todas las vías posibles que puedan explorarse.

 
Fuentes ligadas al ministro que jurará este miércoles indicaron a Infobae que en Qatar se reunirá con “inversores institucionales y funcionarios del Fondo Soberano Qatari, uno de los más grandes inversores del mundo para el financiamiento de proyectos en sectores de energía y seguridad alimentaria”.

Estos proyectos están bajo la órbita del Qatar Investment Authority (QIA), el fondo soberano qatarí creado en 2005, con inversiones que van desde el PSG en el que juega Lionel Messi hasta el banco Credit Suisse y la automotriz Volkswagen.

El fondo es también accionista en España de la tienda El Corte Inglés, de Iberdrola y la aerolínea IAG; a su vez, es el principal accionista de IAG, el holding que agrupa a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level, con el 25,1%. En Gran Bretaña es dueño de las tradicionales tiendas Harrods, la cadena Sainsbury, y también es accionista de la Bolsa de Londres, con el 7%.

Además, en 2020 se transformó en el principal accionista de la automotriz alemana Volkswagen, adquiriendo el 17% del capital, después de haber entrado también en el capital de Porsche. En el terreno financiero, invirtió en el Credit Suisse y en Barclays. En la industria del entretenimiento compraron Miramax Films de Estados Unidos.

A partir de 2020 el fondo anunció que ya no invertiría más inversiones en combustibles tradicionales y que apostaría a proyectos de energía renovable, un campo muy fértil en la Argentina con las fuentes solar, hidrógeno verde, eólica y de litio, entre otras.

Quien lo maneja es Tamim bin Hamad Al-Thani, vinculado al deporte, al punto tal de haber sido presidente del Comité Olímpico Nacional de su país y creador de la sociedad Qatar Sport Investiments, que compró el PSG y fue sponsor del Barcelona durante seis años, entre otros proyectos.

Los antecedentes

Tal como informó Infobae, Massa ya conversó sobre esta cuestión con el canciller de Arabia Saudita, quien le ofreció al Gobierno un crédito por USD 6.500 millones a tres años, que podría servir como fuente para fortalecer las reservas internacionales, defender al dólar y pagar parte de los fuertes vencimientos de deuda soberanos.

Estos temas fueron analizados por un comité conformado por el confirmado secretario de Finanzas, Eduardo Setti; Lisandro Cleri -quien será vicepresidente del Banco Central- y Federico D´Angelo del Fondo de Garantía de Solidaridad (FGS) de la Anses; y Pablo Carreras Mayer, cercano a Massa, quien entró al directorio del Central.

Ahora se sumará a este cuerpo asesor el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, experimentado negociador de la deuda argentina desde la década del 90. También será importante el aporte del nuevo jefe de asesores del Palacio de Hacienda, Leonardo Madcur, quien fue una pieza clave en la relación con los inversores durante la gestión ministerial de Roberto Lavagna entre 2002 y 2005 y que cuenta con aceitados contactos en el país y en el exterior.

Como presidente de la Cámara de Diputados, Massa le había planteado esta idea al equipo de Martín Guzmán, que la rechazó y la volvió a hablar con Batakis, quien lo acompañaría en su gira por el exterior. La intención es concretar alguna línea de tipo Repo y préstamos soberanos con garantía colateral, aunque el bajo precio de los bonos argentinos hace pensar que el Gobierno deberá pensar en otra fuente de respaldo.

Las operaciones de pase o repo consisten en una línea de financiamiento bancario, por el cual una parte les compra a los otros títulos al contado y, en forma simultánea, arreglan la operación inversa con un plazo y un interés determinado. El spread entre el precio de compra al contado del título y el precio de venta a término (futuro) da como resultado la tasa de interés de la operación. En el Gobierno juran que podría haber créditos al 6,5% en dólares.

Viaje al corazón del poder

Como parte del mismo viaje, Massa viajará a Washington, Nueva York y París. En la capital norteamericana se encontrará con los principales ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), además del Tesoro que conduce Janet Yellen.

La parada no será fácil después de la reciente visita de Batakis, quien se presentó ante los funcionarios de EEUU y los inversores privados como la interlocutora de toda la coalición oficialista –incluida la vicepresidenta Cristina Kirchner-, pero fue desplazada cuando todavía estaba en camino de regreso al país.

Dado su origen político, en el entorno de Massa aclararon que los delegados argentinos en esos organismos multilaterales tendrán menos peso relativo que con Guzmán y Batakis, ya que el nuevo ministro “hablará directo con quien deba hablar para resolver los problemas”.

Con Kristalina Georgieva deberá repasar la viabilidad política y económica de pasar de una suba del gasto real del 12% en el primer semestre del año a una caída del 8% en el segundo. La continuidad del programa con el FMI, que no quiere cambiar las metas anuales del acuerdo con el país, es el ancla externa que tiene el Gobierno tanto para no caer en default con el organismo como para conseguir más créditos del Banco Mundial y del BID.

Con Mauricio Claver-Carone, Massa arrancó con el pie derecho, luego de la pésima relación del Gobierno desde 2020 por el deseo de Gustavo Béliz de ser presidente del banco; como informó Infobae, el funcionario norteamericano ya se anticipó al protocolo al expresar su agrado por la designación de Massa y su compromiso para aumentar los créditos al país. En particular, el Gobierno pretende que se destrabe un crédito de USD 500 millones que podrían fortalecer las reservas del Banco Central.

En tanto, luego de las inusualmente duras palabras de Claver-Carone en el Wall Street Journal, el BID destacó que “desde el 1 de octubre de 2020 con la llegada de Mauricio Claver-Carone como presidente del BID, hasta la fecha, el BID ha desembolsado en total más de US$2.557 millones en operaciones de inversión (para sectores) en Argentina. Tanto 2020 como 2021 fueron años récord en desembolsos del BID con el país”.

“El directorio tiene previsto considerar la aprobación de tres operaciones más en la próxima semana que sumarán US$225 millones más a la cartera activa de operaciones. A la fecha, la cartera de operaciones aprobadas para el país incluye 73 proyectos de inversión (sectoriales) activas por US$11.766 millones, el 55% ya desembolsado, y 34 cooperaciones técnicas no reembolsable (donaciones) por US$16,6 millones, con un 45% desembolsado. - El apoyo del BID a Argentina en 2022 continúa través de préstamos de inversión o sectoriales. Este año, el BID tiene previsto un programa de operaciones de inversión por US$2.370 millones con el país a ser sometidas a consideración de su Directorio Ejecutivo”.

Con el Banco Mundial que preside David Malpass, que tiene una cartera de USD 8400 millones con el país, la conversación será más sencilla, ya que la entidad le prestó al país USD 2000 millones en 2021 y tiene previsto desembolsar una suma similar este año, de los cuales ya se aprobaron USD 900 millones, con más créditos que pagos a Washington. Habrá que ver si en la charla con Massa surge la posibilidad de nuevos créditos, sobre todo los denominados de “libre disponibilidad” para las reservas del BCRA.

En el Tesoro se encontrará seguramente con David Lipton, asesor especial de Yellen en asuntos internacionales y ex número 2 del FMI, con amplio conocimiento de la Argentina desde la década del 80. Cerca de Batakis afirman que su reunión con Lipton fue positiva, aunque no trascendieron detalles y el Tesoro ya fue explícito al pedirle al Gobierno un plan económico integral luego de una comunicación entre el subsecretario Wally Adeyemo y Guzmán en 2021. El interrogante en este caso es saber hasta dónde llega la influencia de un contacto fluido de Massa, el director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González, para descomprimir el escepticismo del Tesoro respecto de la Argentina.

En Nueva York, Massa se reunirá con inversores y bonistas de Wall Street, que comparten el desánimo de los funcionarios norteamericanos, tal como se refleja en el escaso interés en comprar bonos argentinos, pese a los altísimos rendimientos que ofrecen. Esa sensación se multiplicó luego de que la semana pasada Batakis les jurara en persona que tenía el apoyo de Cristina Kirchner para aplicar el ajuste fiscal que están esperando para que la economía argentina se estabilice, más allá del puente de plata que pueda conseguir de parte de algunos fondos o bancos de inversión osados que puedan “arrimarle” un préstamo corto de USD 5000 millones para que se estabilice la situación cambiaria y no se extiendan los nervios en el sistema bancario local.

Uno de los bancos que participó del canje 2020 de la Argentina, Bank of America-Merrill Lynch, picó en punta al expresar, tal como informó Infobae, un explícito respaldo a la llegada de Massa y a su potencial capacidad de implementar las reformas que no pudieron poner en marcha ni Guzmán ni Batakis. A priori, los inversores de Wall Street esperan una suba mayor de los bonos para salir antes que para entrar, aunque si las medidas que se anuncian los entusiasman –y sobre todo la capacidad de ejecutarlas- puede haber algún salvavidas desde Nueva York.

Finalmente, en la agenda que están armando el asesor internacional de Massa Gustavo Pandiani y el director de la Aduana Guillermo Michel –con la ayuda de la nutrida agenda de Marx y de Madcur-, habrá una escala en París. Con su renuncia, Guzmán dejó a mitad de camino la renegociación del acuerdo con este grupo de países acreedores que en 2014 firmó Axel Kicillof como ministro de Economía a una tasa altísima para el país durante el gobierno de Cristina Kirchner.

Fuente: Infobae

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