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La política del tero

OPINIÓN 26/09/2022 Mario Mactas*
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Unas pocas horas atrás conversábamos con un doctor y sagaz científico en asuntos mentales que estudia psicópatas. Solo psicópatas. Claro que se abrió a otros temas, pero terminaron en lo que llamó “la política del tero”.

Se sabe, ya convertido en refrán, que los teros gritan y a menudo vuelan sobre las cabezas del intruso en su territorio con pasadas rasantes a milímetros de la cabeza con las alas provistas con espolones de cuidado. Lo mismo es conocido que, cuando gritan o se lanzan en picada, lo hacen lejos del nido como manera de distracción y preservar los huevos. Es una maniobra de defensa. Tal vez muchos habrán experimentado los fuertes chillidos y los ataques de los teros, lejos de los huevos que protegen. Es un ave simpática que vive cerca de las casas y siempre suelta su llamado de alarma apenas se entra en la zona invisible que es su dominio. En cierto modo es un pájaro de guardia – lo hace noche y día si hay una razón o una amenaza-, o centinela como suele decir en la vida rural.

Teros

Hay ejemplos abundantes y pueden producir focos de atención de gran potencia aunque muy diversos.

Se puede darle una amplitud noticia de la separación de Icardi y Wanda Nara, con el añadido de merodeo erótico con L- Gante. Se le ha dado mucho espacio y se producirá más. Es algo divertido, intrigante, con famosos de distinto palo. Hay para entretenerse y los programas del espectáculo y del corazón tienen para hacer dulce.

Se puede llevar la atención y mantenerla después del atentado contra Cristina, la extraña manera en que obró la custodia de la vicepresidente, la presentación pública con un rosario y agradecimiento que trasuntaba un sentimiento religioso. En ese orden atrae la banda de los copitos, el algodón de azúcar en lo alto de mástiles de tres metros cuando partidarios se dispusieron a guardar a la líder y su casa inmediatamente después de que los fiscales, tras un alegato nutrido, pidieron 12 años de prisión más inhabilitación perpetua para cualquier cargo público. Con un revuelo que se repartieron la emoción impermeable - era sola la acusación y faltaba la defensa, incluida por la acusada de propia razón -, el temor y las dudas. Mucho por investigar y esperar: buena oportunidad para la política del tero.

La presencia de los copitos y sus vínculos con Brenda Uliarte, Sabag Montiel, Carrizo (“jefe” de los vendedores o portadores de una señal determinada), fueron sin perder minutos detenidos y puesto bajo la Justicia.

No se explica con claridad que el sujeto Sabag Montiel apretara el gatillo dos veces sin haber cargado la bala, curiosa y frustrada de una perspectiva que hubiera resultado en desastre. Hemos podido ver estos personajes todos con el soplo del marginal, y ver sus chats donde se respetan la puntuación y el ritmo de los diálogos. Nada se sabe sobre el móvil del magnicidio frustrado, excepto la furia odiadora que se adjudicó a los medios. Tenemos por delante el Mundial con la euforia y la expectativa de ganar en Qatar con un buen equipo, un buen DT, un aire amistoso y ganador entre los jugadores de la Scaloneta. Única grieta cerrada, por el momento. Tero grande.

Se filtran revelaciones sobre una vigilancia militar por parte de Chile hacia Argentina, con aumentos de aviones, móviles oruga, bases. ¿Qué? ¿Acaso nos atacará Chile? ¿O el tero grita de nuevo? Debe ser cierto el informe, se aseguran fuentes importantes, pero también bien útil para alimentar el nacionalismo si hiciera falta y que lleguen los gritos de los teros.

Tenemos a Shakira, llora que llora, como la Zarzamora por la separación de Gerard Piqué. Entretiene y distrae bastante. Puede servir para la política del tero y todo es aprovechado para poner del telón que esconde un país a la miseria. Es la política del tero: maniobras de excitación o desviación de lo que pasa. Uno sabe que en asuntos políticos existe cierta canonjía, aquí y es cualquier lugar. No tendría que ser, pero es. Pero entre nosotros el olor de la corrupción es espantoso y la política es una carrera jadeante para engancharse- donde sea- y enriquecerse. Los gritos de tero son muy distintas entre sí, de menor o mayor intensidad pero el objetivo es el mismo. Motivo de escepticismo y talante anémico, de la falta generalizada de confianza. Como en la canción de Michael Jackson en la favela con los tambores sobre bidones gigantes y su estribillo: “A ellos no les importamos”. Claro que no se puede estar enchufado al devenir económico, ideológico, en debate. Lo que ocurre es que nuestro descanso, nuestro ocio, nuestro tiempo de entretenimiento o le edematización de hechos más sonoros se emplean como el tero. El peor desencuentro entre un pueblo y sus dirigentes, a propósito del Martín Fierro: “Muchas cosas pierde el hombre/ que a veces las vuelva a hallar/ pero les debo enseñar/ Y es bueno que lo recuerden// si la vergüenza se pierde / jamás se vuelve a encontrar”.

La ética perdida

Si no se revela todo lo que vivimos y nos espera en materia de educación, economía, convivencia, seguridad, deuda, inflación, precios, jubilaciones, números en orden, puestos de trabajo, relaciones exteriores modernas y profesionales, falta de vivienda, si no se expone cómo con un gran esfuerzo, un programa claro que implique a todos, será difícil una salida acertada, dura y paciente, con mucha inspiración y generosidad en quienes estarán a cargo cuando se sabrán los resultados del 2023.

Dejar de lado los teros, la verdad y decirla. Ahora.

* Para www.infobae.com

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