


En cuestión de perfumes hay dos tipos de mujeres: las que luchan incansablemente por encontrar el aroma con el que se sienten identificadas y que las acompaña 24/7 y aquellas que prefieren ir cambiando la fragancia dependiendo de su estado de ánimo, la época del año, la hora del día o del lugar al que vayan a ir. Independientemente del grupo al que pertenezcas, tienes que cuidar tu fragancia (o fragancias) de una determinada manera para llegar al final del frasco con el aroma tan perfecto como el día que lo abriste.
En otoño, los paisajes se transforman en una paleta de colores cálidos y las temperaturas comienzan a descender, envolviéndonos en una sensación de tranquilidad y melancolía. "En esta temporada, los perfumes son como una extensión de nuestra personalidad, reflejando nuestro estado de ánimo y complementando nuestra vestimenta con notas amaneradas, especiadas y dulces. Predominan los aromas cálidos y reconfortantes, evocando recuerdos de tardes acogedoras junto a la chimenea, paseos por bosques cubiertos de hojas doradas y reuniones con amigos alrededor de una taza de café caliente", cuentan las expertas de Druni.
¿Cuánto tiempo dura una fragancia?
La mayoría fabricantes recomiendan tirar el bote pasados tres años desde su compra, aunque si ves que no huele mal podrías seguir usándola incluso pasados cinco años. “Una fragancia conservada en las condiciones correctas de temperatura y humedad, y siempre guardada en su propia caja, sin que le dé la luz puede durar muchos años. Sin embargo, el enemigo fundamental del perfume es el aire y, aunque ahora los envases suelen venir bien sellados con un sistema de spray, hay que tener especial cuidado en cerrar bien aquellos que vienen en 'splash'”, explica Alicia Fernández, experta en perfumería.
¿Qué pasa cuando una fragancia se caduca?
Las fragancias no tienen fecha de caducidad en sí, pero sí se estropean cuando se oxidan –demasiado oxígeno dentro de la botella puede alterar las moléculas de la fragancia–, lo que puede afectar a su olor, color y la textura. Cuando esto ocurre el olor se vuelve agrio, ácido, metálico o incluso puede llegar a oler a plástico.
¿Qué tipo de fragancias son las que duran más y las que menos?
La familia olfativa chipre, una concentración alta de pachulí, algunas resinas y el incienso pueden arriesgar la longevidad del aroma. Las notas amaderadas, el ámbar y el cuero son bastante estables, en cambio. Y los perfumes que duran más son aquellos que tienen alto contenido de alcohol, ya que este evita que las moléculas aromáticas se oxiden. Además, “la mejor calidad de las materias primas y una correcta conservación del perfume son clave”, advierte Fernández.
¿Dónde y cómo hay que guardar las fragancias?
“El mejor lugar para guardar el perfume es allí donde te perfumes. Si mantienes los perfumes a una temperatura moderada y alejados de fuentes de luz y calor, conseguirás que se mantengan en perfecto estado más tiempo. Sobre todo con los perfumes cuyos componentes principales son las notas cítricas y verdes, ya que estas son más volátiles y se alteran con los cambios de temperatura y de luz” comenta la experta.
Consejos para hacer que tu fragancia dure más tiempo
Mantenla alejada de la luz
A pesar de que hay frascos tan bonitos que se merecen estar expuestos en el baño o en la habitación, es preferible que los guardes en un lugar oscuro o en su propia caja. La luz descompone las moléculas de la fragancia, lo que provoca que su composición sea inestable y propensa a la oxidación.
Evita que esté cerca de una fuente de calor
Lo ideal es que el aroma esté por debajo de los 15 ºC e incluso los expertos aseguran que lo ideal sería guardar nuestros perfumes más preciados en una nevera de vino. Sin embargo, tampoco te vamos a pedir demasiado… Nos conformamos con que no la dejes al lado del radiador, ya que el calor también descompone las moléculas de la fragancia, alternando su composición química. Guárdala en un lugar seco y fresco.
No la dejes destapada
El oxígeno también aumenta el riesgo de alteración, por lo que es esencial que te acuerdes de tapar el frasco correctamente después de cada uso.
Ahora ya sabes cómo guardar y cuidar tu fragancia para aumentar su longevidad, así que tan solo te queda saber cómo aplicarla para que permanezca inalterable sobre tu cuerpo más tiempo: “en las pieles secas las fragancias se evaporan más rápidamente. Aplica previamente una crema hidratante con olor neutro y después perfúmate. De este modo conseguirás que el aroma se evapore más lentamente y permanezca más tiempo en la piel”, aconseja Fernández. Además, no es buena idea perfumarse en las muñecas, ya que se altera la temperatura de las moléculas y estas tienden a evaporarse antes.
Fuente: Cosmopolitan

