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Pensilvania, un estado clave para Trump y estricto con las armas

INTERNACIONALES Borja Rama*
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La paradoja se ha cumplido. Donald Trump, uno de los políticos republicanos más acérrimo defensor de las armas, ha sido herido por un arma de fuego. Fue durante un mitin en Butler (Pensilvania) repleto de seguidores. Este estado forma parte de uno de los cuatro o cinco estados decisivos en los comicios de noviembre.

Una vez que fue tiroteado se levantó puño en alto y gritando hacia la zona donde supuestamente se hallaba el agresor. El presunto tirador ha sido abatido y al menos dos personas más habrían fallecido durante el tiroteo. Por su parte, el estado de Donald Trump de, aparentemente, herido leve ya que ha sido agredido tan solo en una oreja por la que sangraba.

Pensilvania, el estado clave

Los disparos durante el mitin se han llevado a cabo en la pequeña localidad de Butler, en Pensilvania, que cuenta tan sólo con 13.000 habitantes. Está situada a unos 80 kilómetros al norte de Pittsburgh.

Pensilvania es un estado de históricas simpatías republicanas. Sin embargo, en el ámbito estatal, Biden habría firmado una regularización en marzo de 2023 para que las pistolas y rifles no terminen en manos de personas con problemas mentales, antecedentes penales o de abuso doméstico.

Este es un tema que polariza a la sociedad americana. Los estadounidenses poseen 393 millones de armas, del total de 857 millones disponibles tanto en el mercado legal como ilegal, lo que supone cerca del cincuenta por cien del arsenal civil mundial.

El estado de Pensilvania tiene una legislación sobre las armas bastante más regularizada que en otros estados. Así, un juez puede ordenar que un agresor entregue sus armas de fuego y su licencia en la comisaría del sheriff o de la policía si es que las utilizó previamente o amenazó con utilizarlas. Llama la atención que el atacante de Trump haya accedido al recinto provisto de una pistola. Eso indica una evidente falta de seguridad en el acto electoral.

Las leyes federales, que son aplicadas en todos los estados, limitan los derechos de una persona de tener un arma de fuego bajo ciertos circunstancias, como cuando el agresor ha sido condenado de algunos crímenes de violencia doméstica o si tiene una orden de protección.

Los magnicidios más famosos
Muchos han sido los magnicidios contra el poder, no sólo en Estados Unidos. El último intento que saltó a la prensa fue el del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, al que dispararon dos tiros el pasado mayo. Fico estuvo hospitalizado «con peligro de muerte» y prosigue su rehabilitación.

Este fue el último caso más señalado y que copó las portadas de la prensa internacional. Pero, sin duda el más comentado e investigado fue el del 22 de noviembre de 1963, cuando mataron al presidente Kennedy que contaba con muchos enemigos. Le había declarado la guerra a la mafia, a la discriminación racial y a los intereses económicos-militares en Vietnam. Además, tenía una gran notoriedad internacional.

El 6 de junio de 1968, horas después de haber ganado las elecciones primarias del Partido Demócrata en California, su hermano el senador Robert Kennedy (y el que iba a ser, seguramente, próximo presidente de EE.UU.) también moría tiroteado. Su asesinato se llevo a cabo por Sirhan Sirhan, un joven de 24 años que efectuó cinco disparos antes de ser reducido.
 
*Para El Debate

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