El debut de la intervención oficial sobre los tipos de cambio paralelos generó este lunes el efecto ampliamente esperado: los dólares paralelos se hundieron, pero el costo de mediano plazo de la nueva política antiliberal de Javier Milei –el venteo de las pocas reservas disponibles y la virtual renuncia del Banco Central a seguir acumulándolas– se expresó en una corriente vendedora de títulos de la deuda pública y en el correspondiente incremento del riesgo país. Aunque trascendió que el BCRA aún no pasó masivamente a los hechos, las reservas de la autoridad monetaria cayeron en la rueda 102 millones de dólares.
Luis Toto Caputo no dejó pasar la chance de sacar chapa en redes sociales, demostrando que no entendió lo que enseña la Scaloneta: eso sólo se hace cuando termina el partido y este no ha hecho más que comenzar.
Los tipos de cambio a ser intervenidos mediante la venta de dólares que surgen de un raspado intenso del fondo de la olla del Banco Central –el "contado con liqui" y el MEP– se derrumbaron hasta 8,5% para pasar a oscilar en torno a los 1.300 pesos, y el blue los siguió un poco más comedidamente. Obvio, ¿no? Por su parte, el riesgo país, indicador de la solvencia de un Estado, vuelve a apuntar hacia espaciales 1.600 puntos básicos, es decir 16 puntos porcentuales por encima de lo que rinden los Bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
El Presidente ha dicho varias veces que el temor de sus detractores es a que las cosas le salgan bien. ¿Qué sería eso en este caso, en el que básicamente decide vender baratos dólares muy escasos para bajar los tipos de cambio negociados en bolsa, forzar una baja artificial de la inflación en el corto plazo –¿será menor a 4% este mes?– y, eventualmente, liberar el cepo con poca brecha entre los dólares paralelos y el oficial? Probablemente sería un autoengaño o un efecto placebo: un bienestar temporario, motivado más por la sugestión que por soluciones de fondo.
Como el mar que pega contra las rocas, la realidad, paciente, hará lo suyo.
Entretelones de un giro drástico
Fuentes oficiales indicaron que el retiro retroactivo de los pesos entregados a los exportadores en el contexto del cepo –que los obliga a liquidar en el mercado oficial– insumiría unos 2.000 millones de dólares. Según las mismas, un dólar paralelo "adecuado" equivaldría al oficial más el impuesto PAIS, el que se reducirá en septiembre del 17,5% actual a 7,5%. Así, explican que al no haber prácticamente brecha, el cepo perdería sentido y podría ser eliminado sin riesgos.
El argumento, un giro de 180 grados respecto de lo que Milei y Caputo sostenían apenas una semana atrás, es curioso: el complejo sojero viene de rechazar ese tipo de cambio en una campaña que resultó menos que mediocre. ¿Será que ese nivel no le parece "adecuado"?
Por otro lado, si las cosas podrían funcionar de ese modo –insistamos: eliminar los controles cambiarios sin contar con reservas de resguardo contra corridas especulativas–, ¿por qué no se siguió ese camino entre marzo y mayo, cuando dichas condiciones sí se cumplían?
La felicitación del FMI
Más allá del agrande del ministro de Economía, el Gobierno sabe que una suba del riesgo soberano –producto de la esperada falta de dólares para pagar lo que se debe– es el talón de Aquiles de esta arriesgada estrategia financiera. Tanto es así que cuando millones de argentinos se disponían el domingo a mirar la final de la Copa América, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció en la red social de Elon Musk que el Tesoro compraría ahora mismo los dólares para honrar vencimientos de deuda previstos… para enero próximo. El apresuramiento describe una vez más a esta administración extraña, que expone sus puntos débiles con un candor llamativo.
La preocupación por las reservas no es un chiste, aunque el jefe del Palacio de Hacienda se ría de eso. La Bancaria, sindicato que conduce el diputado Sergio Palazzo, pidió que se investigue la presunta salida al exterior de unos 500 millones de dólares en oro del Banco Central y hasta entregó fechas y transporte de las supuestas operaciones: 7 y 28 de junio a través de British Airways y Loomis. ¿Será así?
Toda esta estrategia, como señaló Letra P este lunes, implica –al revés de lo dicho por Caputo– un desconocimiento frontal de lo que reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI), que pide devaluar –no bajar artificialmente los dólares paralelos– y acumular reservas –no regalarlas–. Por eso no sorprende que la número dos del organismo, Gita Gopinath, haya preferido ayer elogiar a la Selección antes que el desempeño del ministro-trader en el mercado.
¿Sos vos, Javier Milei?
¿Habrá que esperar nuevas herejías al dogma de la Escuela Austríaca? Al relanzamiento del plan peronista Previaje –rebautizado, para disimular, Beneficios Vacaciones de Invierno – se sumaría ahora un programa que podríamos bautizar "Ahora 24"para la compra de electrodomésticos, que tendría una variante, para operaciones de mayores montos, con cuotas fijas –con interés– a cinco años. Todo con respaldo del Banco Nación, la entidad que el Gobierno insistía en meter en su cronograma privatizador hasta hace apenas días durante el tratamiento de la ley Bases…
Parece que la recesión desespera, sobre todo cuando se queman reservas necesarias para que la industria pueda importar para reactivarse. Como sea, en el Gobierno están irreconocibles.
* Para www.letrap.com.ar