Muchos analistas y funcionarios estadounidenses creen que la lucha de Washington contra Pekín es fundamentalmente ideológica. Joe Biden, refiriéndose a la contienda geopolítica y hegemónica clave de hoy, dijo en su primera conferencia de prensa como presidente: «Está claro, absolutamente claro», dijo, «que ésta es una batalla entre la utilidad de las democracias en el siglo XXI y las autocracias». Puede que esto haya determinado las líneas maestras de su administración.
Para buena parte de los asesores norteamericanos: «China puede presentar en última instancia un desafío ideológico más fuerte de lo que lo hizo la Unión Soviética.» El conflicto de narrativas lo ganó Washington durante la Guerra Fría porque tenía mejores ideas sobre el gobierno y la economía. En el conflicto entre comunismo y capitalismo, prevalecieron los mercados libres y las elecciones democráticas.
Por eso, este aspecto ideológico en la lucha hegemónica entre EE. UU. y China es decisiva en momentos tan inciertos.
En medios como The Guardian se habla del gran descontento de las autoridades chinas porque en los chats internos y en el WeChat se discute si China ha entrado en un periodo de fracaso inevitable. Parce que en las últimas semanas varios grupos de chat chinos han estado inundados con la discusión acerca de si China está en una «fase basura» de la historia. Este hecho ha molestado enormemente al gobierno.
Reforma y apertura
De alguna forma, es una respuesta a ese «siglo de la humillación, en el que China fue subyugada por las potencias occidentales» según la narrativa de Xi Jinping. Luego vino la era de la reforma y de apertura, en la que el rápido desarrollo económico de China allanó el camino para lo que se suponía que sería el siglo chino.
Pero ahora, según se debate en las redes sociales del gigante asiático: «China se encuentra en un periodo que se podría denominar como “la época basura de la historia“». Los feeds de WeChat han sido un hervidero de este tipo de discusiones sobre si China ha entrado en un periodo de estancamiento y regresión económica tendente a un fracaso casi inevitable.
En febrero, Ma Xiangyang, un autor deThe Economic Observer, una publicación empresarial, escribió un artículo que algunos analistas interpretan como una referencia codificada a la era Xi. Decía: «En lo que respecta a la historia china la dinastía Ming (inaugurada por Zhu Yuanzhang) fue una típica época de basura histórica. Comenzó su sueño de imperio con severos castigos y duras leyes y quiso proteger el nombre de la familia durante generaciones. Objetivamente, sólo prolongó la duración y profundidad de este periodo de oscuridad». Este Zhu, al que se refiere, fue el emperador fundador de la dinastía Ming en el siglo XIV.
Ma añadió que el fantasma del «periodo basura» ahora regresa al «corazón de Asia». La frase ha calado desde entonces entre los chinos decepcionados con la decaída economía china Una población que se siente cada vez más desesperanzada ante el llamado «siglo chino». En los últimos años, «involucionar» se ha puesto de moda entre los jóvenes que sienten que la sociedad ya no recompensa sus esfuerzos.
Los medios de comunicación estatales y algunos comentaristas influyentes no han visto con buenos ojos estas tendencias.
Beijing Daily, periódico oficial de la rama del partido comunista de Pekín, ha respondido contundentemente a estas tendencias críticas que llevan al desánimo, con un artículo titulado, algo así como: «¿El tiempo basura de la historia? ¿Verdadero o falso?». A lo que responde que es «una proposición falsa que no vale la pena refutar»», aunque desarrollaba su refutación en un artículo de 3.000 caracteres.
Las autoridades chinas están cada vez más preocupadas por esta negatividad que lastra la recuperación del país. Los usuarios de las redes sociales han recibido instrucciones de no «hablar mal» de la economía. Qiao Liu, el decano de la Escuela de Negocios Guanghua, de la Universidad de Pekín, en su discurso de graduación advertía a los estudiantes que rechazaran las «trampas narrativas» de que la economía china había tocado techo y hablar de una «época basura de la historia» era una de esas trampas.
Cierto que la guerra ideológica es fundamental en este conflicto entre China y EE. UU. Estas críticas internas, este desánimo movido por las redes sociales de que la China de Xi se adentra en una «fase basura de su historia», ¿es propaganda occidental o realidad? Lo cierto es que a Xi y al Partido Comunista Chino le está sentando muy, pero que muy mal.
*Para El Debate