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Peronismo sin nombres: falta de liderazgos y la figura de CFK

POLÍTICA Rosario Ayerdi*
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Pasaron ocho meses de la derrota electoral y el peronismo aún está lejos de comenzar a ofrecerse como una alternativa al poder de turno. Esto lo reconocen los dirigentes que en las distintas conversaciones en la que discuten el futuro del espacio no le encuentran una respuesta a cómo el partido saldrá de la crisis en la que sobrevino tras la derrota ante Javier Milei.

La falta de liderazgo es el obstáculo más evidente, pero un peronista histórico agrega dos condimentos al escenario más allá de la discusión de nombres que hoy no aparecen: por primera vez, el peronismo tiene que aprender a moverse sin mayoría en alguna de las dos cámaras del Legislativo y con un poder territorial erosionado entre la pérdida de provincias y algunos de los gobernadores que quedaron en pie rogando la ayuda de la Casa Rosada.

El nombre de Cristina Kirchner siempre aparece. Unos porque dicen que es la única que lidera, no solo por capacidad de conducción, sino también por la falta de dirigentes dispuestos a pelear por el lugar. Otros porque, año tras año, buscan quitarle el protagonismo que mantiene.

“Siempre nos decretan la muerte, algún día le van a pegar, pero no por el momento”, rebate un importante kirchnerista ante el estado de este sector del peronismo que solo asoma por las apariciones de su jefa y cuando aparece involucrado en una disputa interna de poder, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires.

Hay un sondeo que circula en las mesas peronistas. La consultora Aresco mide la cercanía política, y en estos momentos quienes se identifican con el kirchnerismo están en niveles tan bajos como en las peores crisis del sector (como en la pelea con el campo). Entre los encuestados, el 14,8% respondió que siente cercanía a este grupo mientras que el 19,4% se reconoce peronista no kirchnerista. Un dato: los números son peores para la oposición dialoguista ya que solo el 7,9% se ficha como macrista y 5,9% como radical. Muchos de ellos se fueron a La Libertad Avanza (25,6%).

En años no electorales se multiplican las voces que buscan excluir al kirchnerismo del futuro armado y quienes creen que debe estar adentro, aunque no con el papel protagónico que lo hizo hasta ahora. Un dirigente de la Ciudad de Buenos Aires lo grafica explicando que este último grupo son los “Sabag Montiel” entre quienes ponen a los bonaerenses liderados ahora por Jorge Ferraresi que quieren al kirchnerismo alejado del futuro armado con el que deben recuperar el poder.

Marca la diferencia con ellos porque entiende que en la Ciudad tienen que estar todos juntos, pero con un kirchnerismo que logre entender que en este territorio hay, por primera vez, una posibilidad de hacer perder al macrismo la jefatura de Gobierno. Para ello, ya hablan con distintos sectores que hoy están afuera de Unión por la Patria y, aunque 2027 esté muy lejos, creen que para sumarlos hay que dar un gesto en lo inmediato. “¿Nos dejará el espacio que lidera CFK el primer lugar de la lista de senadores a un nombre distinto que no sea el de Mariano Recalde?”, se preguntan.

Mientras algunos ven a la ex vicepresidenta cada vez más encorsetada en los movimientos de La Cámpora, sus charlas privadas parecen dirigidas a ampliar el espacio. En promedio, una vez por semana cena con un gobernador. Y no solo peronistas.

¿Y si no es ella? Los nombres no aparecen fácilmente. “¿Massa conducir al peronismo? No”, pregunta y responde, tajante, uno de los consultados. Y detalla: “Sergio le erró el día de la elección que dijo que se iba, que se alejaba, que está para ayudar solamente y que se dedica a la actividad privada. Tenía la oportunidad de quedarse con más del 40% de los votos, pero ahora ya no”.

En lo inmediato, ni siquiera aparece un nombre para hacerse cargo del PJ. El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, asoma con ganas. Ya le dijeron que si quiere ser la renovación, deberá empezar por cambiar su estilo.

“Si nadie quiere, alguien que aceptan todos y sería una persona que nos haría ganar tiempo es Lucía Corpacci”, se resigna un dirigente que sabe que el peronismo está lejos de volver a entusiasmar.

* Para www.perfil.com

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