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Pullaro y la Corte de Justicia de Santa Fe: ¿En pie de guerra?

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En silencio y sin explicaciones de cara a la sociedad. De esa manera, cuatro integrantes de la Corte Suprema de Santa Fe, en su totalidad de origen peronista, tienen decidido que resistirán la renovación que empuja el gobierno de Maximiliano Pullaro a pesar de que excedieron los límites de edad que marcan las constituciones nacional y provincial para ejercer el cargo.

Quisimos hablar con Roberto Falistocco y María Angélica Gastaldi, dos de los cinco apuntados para dejar la Corte. Después de una evaluación conjunta, comunicaron a través de colaboradores que no hablarían "por el momento". Probablemente analizaron que al no haber una figura institucional del Poder Ejecutivo que manifieste expresamente el deseo de concretar esa renovación, ambos no se darían por aludidos.
 
Sin embargo, más allá de las intenciones del Ejecutivo, el silencio ante la consulta periodística expone una concepción del Poder Judicial y del lugar de poder que ocupan desde hace un cuarto de siglo en el mejor de los casos: no creen que tengan que dar explicaciones. Vale la salvedad de que no es el caso de Daniel Erbetta, que desde que es juez mantuvo un perfil accesible a la prensa y a la participación en ámbitos de debate académicos y sociales.


Dicho más suave: no están dispuestos a explicar o argumentar por qué pretenden quedarse atornillados en sus cargos hasta que ellos, y nadie más que ellos, dispongan que tienen que dejar el cargo público. Se niegan a informar los motivos por el que entienden que las constituciones y los pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no los alcanzan.
Ni siquiera corre aquel anticuado precepto de que "los jueces hablan por sus fallos", porque en este caso no hay sentencias en el medio. No se trata de un entredicho por una intervención en su rol de jueces en un caso específico –aunque cargan con varios cuestionamientos también– sino de la permanencia en el cargo por fuera de las normas vigentes.

¿Por qué cinco jueces de la Corte Suprema de Justicia provincial que son quienes tienen que garantizar el cumplimiento de la ley y la Constitución no la cumplen?

La Corte de Santa Fe
De los seis ministros, sólo Daniel Erbetta con 70 años está por debajo del límite de 75. Mario Netri y Eduardo Spuller están por encima de los 80 años; Rafael Gutiérrez, Falistocco y Gastaldi tienen entre 75 y 77. El único que se hizo eco de los mensajes que llegan desde la política fue el radical Mario Netri, quien en junio pasado comunicó su renuncia al cargo a partir del 1° de noviembre.

El límite de edad no es un argumento caprichoso para que los ministros consideren que ni siquiera merece ser explicada su ambición de permanecer eternamente en el cargo hasta que ellos mismos consideren que su intelecto o su físico se los impiden.

La Constitución provincial, de 1962, fija un límite 65 años si están en condiciones de acceder a la jubilación, condición que los cinco cumplen largamente.

En 1994 la Constitución nacional fijó un límite de 75 años y, ante los incidentes que se desataron por la pulsión cuasi monárquica de algunos jueces de quedarse (sumado a la conveniencia de algunos sectores de la política), el máximo tribunal de la Nación en su actual composición ratificó el mandato de la convención constituyente de aquel año, primero en el caso del camarista Leopoldo Schifrin y luego en el de la camarista Ana María Figueroa.

 
En el primero, en 2017, restableció la validez del artículo 99, inciso 4 de la Constitución del 94 y fijó que los jueces que pretendan seguir en funciones después de cumplir la edad de 75 años deben contar con un nuevo acuerdo del Senado de la Nación y un nuevo nombramiento del Presidente para mantenerse en el cargo. Como Ana María Figueroa no obtuvo esos acuerdos, debió dejar el cargo.

La resistencia a los planes de Maximiliano Pullaro
En Santa Fe, semejante andamiaje jurídico y constitucional no corre, a pesar de que dos de los cuatro ministros del máximo tribunal –Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti– son de la provincia. Spuller, que hace meses que no asiste a tribunales por cuestiones de salud a pesar de que rubrica fallos por medio de firma electrónica, Gutiérrez, Gastaldi y Falistocco mantuvieron contactos con la mesa chica de Unidos que asumió el manejo de la renovación de la Corte.

El primero, hombre fuerte de la mayoría peronista y articulador de una red de poder transversal que excede al Poder Judicial y la política, "pidió ser el último en dejar el tribunal". La única mujer de la Corte y Falistocco escucharon el mensaje de los enviados, pero al cabo de estudiar su posición concluyeron que no se van a ir por ahora, sino cuando ellos lo decidan.

Es evidente que entienden que, aún el peronismo en franca minoría por primera vez en décadas, tienen margen para resistir la arremetida de un gobierno con mayoría en ambas cámaras y más de un un millón de votos en las urnas. Si fuese así, se trata de una red de apuntalamiento subterránea, ya que nadie en estos meses se expresó en público a favor de la continuidad de esta composición de la Corte.

Más aún: María Angélica Gastaldi decidió quedarse para ocupar la presidencia de la Corte en 2025, que vuelve a Rosario como parte de un esquema rotativo (Gutiérrez es de la capital provincial). Al irse Netri, a quien nunca le interesó ejercer esa responsabilidad, si no estuviera Gastaldi, la presidencia recaería de nuevo en Daniel Erbetta.

Quiénes son y de dónde vienen
Los cuatro ministros de la resistencia tienen en común que provienen o tienen vínculos con el peronismo. Tres llevan 23 años en el cargo. El restante, 34.

Gastaldi, Spuller y Gutiérrez fueron designados por el gobernador Carlos Reutemann en 2001, mientras que Falistocco fue promovido por el gobierno del peronista Víctor Reviglio en 1990.

 
Netri también fue promovido por Reutemann en 2001, pero es de extracción radical y llegó como resultado del pacto político entre el excorredor de Fórmula 1 y Horacio Usandizaga. Erbetta también es de origen radical, pero fue designado en 2007 a instancias del exgobernador peronista Jorge Obeid.

Si bien la intención de renovar está instalada en Santa Fe en los medios de comunicación y se habla del tema en los ámbitos de la política y las instituciones, los ministros y la ministra en condición de irse hacen como si no pasara nada. No se habla del tema en los acuerdos semanales ni en otras instancias. A lo sumo hay conversaciones parciales, como la que tuvieron Falistocco y Gastaldi para decidir que por el momento no tendrían contacto con la prensa.

Hasta ahora hubo una única referencia pública al tema y fue de forma elíptica en boca del presidente Rafael Gutiérrez, cuando en la apertura del año judicial, ante el gobernador Pullaro y las principales figuras institucionales de la provincia, sostuvo que "...la ley máxima de nuestra provincia estipula expresamente las garantías de inamovilidad e intangibilidad de los magistrados en el ejercicio de sus funciones, en tanto conserven su idoneidad física, intelectual y moral (art. 88 de la Constitución Provincial); como así también, los mecanismos a seguir en tanto las condiciones exigidas desaparezcan", afirmó.

La cita es manifiestamente parcial. Omitió referirse a la oración que cierra el artículo 88°. "Cesa su inamovilidad a los sesenta y cinco años de edad si están en condiciones de obtener jubilación ordinaria". Todos lo están, salvo Erbetta, pero de eso no se habla.

 

Con información de Letra P, sobre una nota de  David Narciso

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