"La sustancia", película que protagoniza Demi Moore, debutó en el Festival de Cannes 2024, donde se llevó el premio a Mejor Guion y rápidamente se volvió famosa por los fuertes efectos que provoca en el público, incluyendo desmayos y abandonos de la sala.
La producción la presenta como un regreso triunfal de Demi Moore compartiendo protagonismo con Margaret Qualley, una estrella en ascenso que sorprende con su actuación.
La película utiliza elementos del "body horror" inspirado en los clásicos de los ochenta, pero con la producción de una película de alta calidad. A lo largo de la historia, explora temas como la obsesión con la juventud y la presión que ejerce la industria sobre las mujeres, sin sutilezas y con un enfoque grotesco.
La película recuerda a una combinación de El retrato de Dorian Gray, el terror corporal de David Cronenberg, y la furia femenina de películas de culto como Possession. Todo esto, con un toque de humor absurdo y satírico característico de las películas de clase B.
Elisabeth Sparkle (Demi Moore) es una actriz cuyos mejores años de carrera ya pasaron. Tras ser despedida por un productor sexista y no poder conseguir más papeles por su edad, cae en una espiral de desesperación. Un día, sufre un fatídico accidente de coche que la lleva a una misteriosa empresa donde le ofrecen una misteriosa sustancia que supuestamente te convierte en una mejor versión de ti misma. ¿Cederá Elisabeth a la tentación?
Si bien sus metáforas pueden parecer superficiales, el impacto visual y emocional de La Sustancia es innegable. No solo genera incomodidad a través de la exageración, sino que también ofrece una crítica mordaz a la explotación del cuerpo femenino y la presión social que empuja a las personas a modificar su imagen.
Fuente: Infobae