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Javier Milei y el Poder Legislativo, apenas un romance de invierno

OPINIÓN Mauricio Cantando*
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El breve idilio entre Javier Milei y el Congreso que hubo tras la sanción de la ley ómnibus y el paquete fiscal llegó a su fin. El Presidente volvió a apuntar al Poder Legislativo en la previa de posibles traspiés en temas que aumentan el costo fiscal y al envío del Presupuesto 2025 que promete déficit cero.

“Los mismos que en la televisión se pelean como si fueran perros y gatos, en el Congreso terminan siempre votando juntos cuando se trata de joder a la sociedad”, reprochó Milei el jueves, durante el Encuentro Regional del Foro de Madrid.

Mientras hablaba, en el Congreso se hacían sentir -por ahora sin marco institucional- distintos acuerdos de la oposición para reorganizar la estructura de gastos del país, con más transferencias a las provincias y una recomposición en áreas sensibles, como jubilaciones y universidades.

En estas condiciones, el equilibrio fiscal sólo se sostendrá si aumentan los ingresos o se recortan otras partidas, como las de Inteligencia y seguridad. Esa será la discusión que animará los recintos el resto del año y podría fracturar por tiempo indefinido la relación de Milei con la representación legislativa.

Los acuerdos opositores se tejen con pinzas y el Gobierno pone todas sus fichas para bloquearlos. Guillermo Francos opera sobre las necesidades de los gobernadores, mientras que Lule Menem y Martín Menem juegan con las expectativas electorales de los outsiders. La que viene es una semana clave.

Javier Milei y las jubilaciones

Casi al instante de la frase de Milei contra el Congreso, en la Cámara de Diputados se presentó el pedido de sesión especial para el miércoles a las 10 para tratar el veto presidencial a la reforma previsional.

La solicitud tuvo 23 firmas y se decidió el martes, a través de charlas informales, cuando se desechó la idea de debatir el veto junto al Presupuesto. El apuro surgió luego de que, en la reunión de bloque de la UCR, el tucumano Mariano Campero blanqueara que aceptará eliminar la ley que él mismo votó en junio.

Al menos ocho miembros del bloque UCR estarían dispuestos a tomar ese camino, tentados por una promesa de Menem: conseguir lugares en las boletas de La Libertad Avanza, gracias a la lapicera que el presidente de la Cámara de Diputados controlará junto a Karina Milei.

Neuquén, Misiones, Catamarca, Córdoba, Tucumán y Santa Cruz son algunas de las provincias con radicales pintados de violeta. Si a estos conversos se suma la mesura habitual de los gobernadores radicales, el veto de Milei a la reforma previsional estaría a salvo, porque no sería posible alcanzar los dos tercios para el rechazo. La suerte de unos y otros depende de 20 votos que están en disputa.

Pero el escenario variará minuto a minuto hasta el miércoles, según la presión social que cada representante sienta sobre sus espaldas. Santiago Caputo y Menem exhiben encuestas que muestran a jubilados dispuestos a ganar menos y soñar con un futuro mejor para sus nietos.

Algunos referentes legislativos descreen de esos números y recuerdan que si el debate escala, los adultos mayores se hacen sentir en las familias que ya vieron partir a sus jóvenes al exterior.

Destino radical

Experto en buscar equilibrios, el jefe del bloque UCR, Rodrigo De Loredo, propuso la idea de una insistencia parcial, para salvar sólo algunos artículos de la reforma, como el aumento del 8% a los haberes.

El cordobés espera un gesto del PRO para forzar a Milei a revisar su intransigencia y pelear voto a voto en el recinto. Por ahora, eso no ocurre y para el miércoles se prevé final abierto, en un clima de manifestaciones y posible represión policial que empezó a ser parte de la cotidianidad de los alrededores del Congreso.

La interna radical también define el destino de la próxima sesión del Senado, donde esta semana no fue convocada por la residencia del gobernador correntino Gustavo Valdés, quien mandó a bloquearla al jefe de la bancada, su coterráneo Eduardo Vischi.

También prefería cerrar el recinto de la cámara alta el mandatario mendocino Alfredo Cornejo, quien buscaba evitar ataques de Milei antes de la visita presidencial a su provincia. El libertario sigue con niveles de aceptación altos en los distritos ubicados al norte de Buenos Aires. Sin excepciones.

Vischi esquivó la presión de Martín Lousteau y, en en un juego de pases con Victoria Villarruel, fijaron como fecha de sesión el jueves a las 14. Hay un escenario para el Gobierno con dos derrotas posibles: la sanción de la ley de presupuesto universitario y la derogación, ya definitiva, del DNU que aumentó en $100 mil millones los fondos reservados de la SIDE.

El otro tema, incluido en la convocatoria, es la boleta única de papel, que Francos creía acordada luego de las últimas propuestas de cambios por parte de la oposición dialoguista, pero el miércoles el ministro coordinador supo que la negociación no estaba cerrada. Los gobernadores radicales que no tienen el sistema en su provincia dudan. El primero de ello es Valdés.

En el partido centenario tampoco quedaron conformes con la eliminación de la opción de votar lista completa. Si no hay acuerdo para reescribir el proyecto, la UCR podría avalar las modificaciones y en tal caso buscar en Diputados la insistencia del texto original, aprobado en 2022. Nadie tiene los votos garantizados.

Las dos derrotas

Las votaciones del presupuesto universitario y del DNU de la SIDE serían derrotas para el Gobierno que Villarruel intentó evitar sin éxito, con pedidos de auxilio a la Casa Rosada que no fueron escuchados. A Milei le agrada vetar leyes o reescribir decretos y, en tal caso, potenciar su discurso contra "la casta", que dejó abandonado por la negociación de la ley ómnibus. A la vicepresidenta no le gusta ser la cara de los fracasos. No da con su perfil.

El proyecto para aumentar el presupuesto universitario e indexarlo a la inflación tiene votos de sobra entre radicales y Unión por la Patria. La sanción será acompañada de una marcha multitudinaria, con riesgos de enfrentamientos en caso de una nueva represión policial.

Villarruel recibió informes preocupantes sobre posibles incidentes en la eventual sesión del jueves pasado y fue una de las razones para posponer el debate. No sabe si podrá evitarlos para la semana próxima, mucho menos si no logra una comunicación directa con Patricia Bullrich.

En Unión por la Patria había temor por no alcanzar los 37 votos necesarios para derogar el DNU de la SIDE. A los 32 propios -hay una ausencia por enfermedad- deben sumarle otros cinco. Lousteau dice que los junta entre radicales, la larretista Guadalupe Tagliaferri y el exlibertario Francisco Paoltroni.

El temor del kirchnerismo es que en el PRO no anticiparon si imitarán a sus pares de Diputados y votarán en contra del DNU o se sumarán a la tregua de Mauricio Macri. El titular de la UCR entiende que no es importante.

Hay plata

La otra novela del Congreso, silenciosa, pero igual o más trascendente que las del primetime, es la cantidad de proyectos que avanzan para modificar la composición del gasto público, con más giros a las provincias y subsidios por ley.

Mal asesorado, Milei escribe el Presupuesto para presentarlo él mismo en el Congreso el lunes 16 sin tomar en cuenta esta presión, que une a Unión por la Patria con la antigua oposición dialoguista, gobernadores incluidos. Supera ampliamente los dos tercios, lo necesario para resistir un veto.

El Presupuesto, debería saber el Presidente, no es sólo una ecuación de gastos e ingresos: consiste además en el reparto de los recursos, que es la discusión más álgida en los recintos del Congreso.

En las últimas décadas, la torta a distribuir creció, por nuevos impuestos que concentró la Casa Rosada. Los gobernadores hicieron la vista gorda a cambio de ayudas en asistencia social y fondos discrecionales.

Para llegar al déficit cero, Milei quiere seguir captando esos recursos y achicar o hasta anular transferencias a las provincias. El libertario olvidó que en el Congreso hay mayorías especiales dispuestas a impedírselo, que ya le enviaron señales. En el debate también habrá propuestas de recortes. Una sería eliminar la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), una idea que cada vez tiene más adeptos.

El martes pasado, toda la oposición del Senado inició la discusión para coparticipar el impuesto sobre los créditos y débitos bancarios, conocido como Impuesto al Cheque, que se destina a la ANSES. También hay un proyecto de reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), una porción de la masa coparticipable que cada titular del extinto Ministerio del Interior distribuía a gusto.

En Diputados, el martes podrían dictaminar iniciativas para definir mecanismos de subsidio al transporte.

El peronismo pide un año de gracia para seguir asistiendo a las empresas y luego abocarse sólo a la demanda. No es la idea del radicalismo y el PRO. La Libertad Avanza no fijó posición.

En cualquier caso, un sistema acordado y por ley afianzará algún mecanismo de subsidios, que obligará a reescribir uno de los capítulos centrales del Presupuesto. Milei no tiene en cuenta estos dilemas, que son los que fijarán las condiciones para su ansiado equilibrio fiscal. Nadie le avisó.

* Para www.letrap.com.ar

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