Alivio para el campo y el Gobierno: llegaron las lluvias y ahora se esperan los dólares

Las lluvias que se registran desde el día martes en las zonas productivas juegan un papel crucial en las expectativas agrícolas para la nueva campaña gruesa. Después de meses de sequía y condiciones adversas, el agua trajo alivio y generó un cambio radical en las proyecciones para cultivos clave como el maíz, la soja y el trigo.

Un reporte reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario destacó que los registros pluviométricos permitieron la recuperación de los suelos en la región núcleo y revirtieron -al menos parcialmente- los daños causados por la sequía. De todas maneras, mas vale tarde que nunca.

Llegó la lluvia y lo todo cambió

El mes de octubre trajo consigo precipitaciones que ya superaron las expectativas, particularmente en la región núcleo, la zona agrícola más relevante del país. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, las lluvias superaron los 90 mm en localidades como María Teresa, Rufino y Canals, lo que mejoró significativamente la situación de los suelos. Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, explicó que hasta ahora “estábamos perdiendo 3 a 0 contra la sequía, pero con las lluvias recientes, estamos ganando 4 a 3". Este viraje resulta fundamental para los cultivos de la campaña gruesa, como la soja y el maíz, que dependen de la disponibilidad hídrica en esta etapa clave.

En tanto, el informe de Perspectivas Climáticas que publica la Bolsa de Cereales de Buenos Aires acaba de confirmar que las precipitaciones se concentran en algunas zonas clave, como el norte de la Región Pampeana, el este de Mesopotamia y partes del NOA, con lluvias que superan los 50 mm. Otras áreas, como el oeste de la Región Pampeana y la Cordillera Sur, siguen con registros de lluvias muy bajos, lo que plantea desafíos adicionales para los productores que aún enfrentan déficits hídricos importantes.

En el caso de la soja, las lluvias llegaron en el momento justo para iniciar la siembra con condiciones más favorables. Algunos lotes ya comenzaron las tareas de implantación y la mejora en las reservas de agua en el suelo impulsa el ritmo de siembra, especialmente en la región núcleo.

El maíz, por su parte, también se vio favorecido por las lluvias aunque los productores enfrentan el riesgo de que el periodo crítico del cultivo coincida con el mes de enero, cuando las altas temperaturas y la posible falta de agua podrían generar dificultades. Por esto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires advirtió sobre la necesidad de monitorear el comportamiento climático en los próximos meses.

Impacto de las lluvias en los cultivos

El impacto de estas lluvias no solo se limita a la soja y el maíz. El trigo, que estuvo bajo una fuerte presión debido a la sequía, también se benefició de las precipitaciones, aunque en algunos casos los daños ya resultan irreversibles.

De acuerdo con el informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, se estimaba que alrededor de 650.000 hectáreas de trigo se encontraban en condiciones regulares o malas antes de las lluvias. Tras las precipitaciones, esa cifra se reduce a 325.000 hectáreas, lo que indica que, aunque no se alcanzará el potencial óptimo, las lluvias estabilizan el rendimiento esperado.

Por otra parte, el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario recalcó que las lluvias recientes resultaron fundamentales no solo para el trigo, sino también para la soja y el maíz, cuyos rendimientos dependen en gran medida de la disponibilidad hídrica en esta etapa inicial. Las condiciones actuales de los suelos permiten proyectar una mejora en la producción, siempre que las lluvias continúen de manera sostenida en las próximas semanas.

¿Y cómo sigue todo? Perspectivas climáticas para los próximos meses

El clima seguirá desempeñando un rol decisivo en el desarrollo de la campaña agrícola. El informe mencionado elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalló que las precipitaciones continuarán de manera desigual en las diferentes zonas productivas del país. Se esperan lluvias moderadas a abundantes en áreas del NOA, la Mesopotamia y el este de la Región Pampeana, mientras que regiones del oeste de la Región Pampeana y la Cordillera Sur recibirán precipitaciones escasas, de menos de 10 mm.

Esta variabilidad en la distribución de las lluvias representa un desafío para los productores, quienes ya están atentos a las proyecciones climáticas para ajustar sus planes de siembra y gestión de cultivos. Tal como advertimos en Ámbito la semana pasada, la explosión productiva se verá en los próximos días, porque llegaron las lluvias y las sembradoras -al igual que los productores- lucen ansiosas por entrar a los lotes.

* Para www.ambito.com