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Messidona

MIRADAS 10/12/2022 Agencia de Noticias del Interior
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Tras el triunfo que puso a la Scaloneta en semi-finales y luego de festejar con sus compañeros, Lionel Messi se acercó al banco de Holanda y encaró al DT Louis Van Gaal y al asistente, el ex futbolista Edgar Davids.

En la previa del partido, los directores del seleccionado holandés habían dicho que Argentina “atacaba con 11 pero defendía con 10“, un palo contra Messi que Van Gaal ya repitió varias veces en el pasado. Durante su carrera como DT, muchas veces del otro lado de la cancha de Messi, lo acusó de caminar cuando su equipo no tiene la pelota.

Messi no se la dejó pasar y envalentonado por el triunfo lo fue a enfrentar a los gritos: “Boqueaste al pedo, boqueaste al pedo“, aseguran los periodistas presentes en el campo que le dijo. Antes, cuando metió el gol de penal, celebró con el Topo Gigio, gesto que inmortalizó Riquelme en forma de protesta.

El cruce siguió cuando Messi habló con la prensa, y mientras lo criticaba a Van Gaal por su planteo táctico, se lo vio diciéndole a alguien del cuerpo técnico de Holanda y al jugador Wout Weghorst: “Qué mirás bobo, qué mirás. Andá para allá, bobo“.

“Sufrimos demasiado injustamente. Van Gaal vende que juega al fútbol y metió gente alta y empezó a meter pelotazos”, soltó el diez en una entrevista para TyC Sports.

Luego, fue el turno del español Antonio Mateu Lahoz, el pésimo árbitro del partido al que la Pulga conoce y mucho ya que lo dirigió unas cuantas veces durante su carrera en el Barcelona. Muchos lo recordarán además por sancionarlo cuando Messi celebró un gol con la camiseta de Newell’s de Maradona tras su muerte en 2020.

“No quiero hablar del árbitro por qué después te sancionan, no podes ser sincero, pero creo que la FIFA debería pensar todo esto. No podes poner un árbitro así para un partido semejante, de unos cuartos de final de un Mundial, no está a la altura”, lanzó.

Mateu Lahoz se negó a sancionar a De Jong y a varios jugadores suplentes que entraron en la cancha tras una falta de Paredes donde le pegaron a los argentinos frente a todas las cámaras. En su lugar, salió corriendo para otro lado y después solo le puso una tarjeta amarilla al ex Boca.

“Cuando muchos nos querían tumbar después del primer partido que perdimos, nosotros sabíamos que este equipo iba a dejar todo y cuando tiene que jugar, juega y cuando no, saca el partido adelante de otra manera como se hizo hoy”, manifestó.

“Estamos muy feliz por jugar los siete partidos, era el objetivo. Ahora tenemos una semifinal durísima y ya la vamos a empezar a preparar”, concluyó un Messi que muestra sin dudas que es el capitán de la Selección Argentina, que está dando todo por llevarse la Copa a Buenos Aires y que le corre sangre celeste y blanca por las venas.

Con información de La Derecha Diario

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