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Los socios del desierto de Javier Milei

POLÍTICAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
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No fue una reunión plenaria más la del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Habitualmente se hace por Zoom y hasta por compromiso, pero esta vez asistieron todos dirigentes de peso de la agroexportación, bolsas de comercio, mercados y otros sectores productivos, para encontrarse con representantes de Javier Milei e intentar una sociedad en la tormenta de arena que es la economía.

Llamó la atención en el círculo rojo empresario el amplio desembarco de la tropa mileísta con el totocaputista polifuncional Juan Pazo, el asesor de Economía de Toto Caputo, Federico Furiase, el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, tres subsecretarios, representantes de Cancillería y el presidente del Senasa, Pablo Cortese.
 
“Estábamos buscando un encuentro presencial del equipo económico”, se sinceraron representantes de la agroindustria de Santa Fe dejando en claro que lo que interesaba escuchar era a Pazo, que ganó terreno en varias áreas de Economía, y Furiase que tiene el libreto más técnico.


El panorama de Javier Milei
El asesor entregó varias definiciones. Confirmó que del cepo no se saldrá a corto plazo, y no se piensa como un evento de mercado, sino que se dé naturalmente, para que no tenga implicancias de tipo financiera, por ejemplo una brusca suba de tasa de interés. Si bien es la información que se manejaba, no hizo gracia escucharla, ya que la unificación cambiaria es un interés de primer nivel en la agroexportación.
En una misma línea aseguró que el Impuesto PAÍS se despide a fin de año. “No dicen cómo harán para compensar esa pérdida porque hoy recauda más que los derechos de exportación”, comentaron entre la celebración y la incertidumbre.

Furiase reveló que las reservas netas están en cero y que a fin de año podrían estar entre los 10.000 y 12.000 millones de dólares, y ahí habría margen para la salida del cepo. Es decir, estarían los dólares de la cosecha, por más que esta semana la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) haya vuelto a recortar las proyecciones y apenas se hable de una campaña productiva un poco mejor que regular.

El asesor de Economía también hizo mención al tipo de cambio y avisó que no se tocará, incluso no ven dramático estos niveles porque lo entienden aún competitivo. Caras de póker de nuevo en la mesa por ser un tema crítico, sobre todo para las cerealeras que liquidan la cosecha y tiene mucho peso en el Consejo Agroindustrial a través de la Cámara Aceitera y Centro de Exportadores de Granos (Ciara-Cec).

Después regaló algunos boleros para la tribuna: déficit fiscal innegociable, inflación a la baja y meses de superávit. “El valor de los bonos argentinos hablan por sí solos del momento”, sostuvo un asistente para respaldar a Furiase.

El puente
“Claramente es de interés establecer un canal de diálogo y avanzar en temas de desregulación y el paquete de leyes”, explicaron en el Consejo que nuclea a todas las cadenas de valor desde la cerealeras, molinos, a economías regionales, carnes, oleaginosas, pesca, lácteos, vinos. Básicamente este jueves encendieron el lobby para obtener las desregulaciones pretendidas porque ven que el libertario está materializando el refrán “en casa de herrero, cuchillo de palo”.

En la segunda parte de la jornada de trabajo, ya sin el Gobierno en la mesa y con la presencia de Miguel Ángel Pichetto, comodín legislativo y presidente de Hacemos Coalición Federal, y del radical Atilio Benedetti que preside la comisión de Agricultura y Ganadería -el presidente del bloque Unión por la Patria, Germán Martínez no pudo asistir por un cambio a último momento de la comisión de Presupuesto- le sacaron el polvo a la cajoneada ley Agroindustrial.

"Se entusiasmó mucho Pichetto con la ley", confiaron. Incluso las fotos lo mostraron con una sonrisa en la cara, un gesto que no habitúa, según admitió alguna vez. Vale recordar que el gobierno de Alberto Fernández compró el tentador proyecto de ley para aumentar en U$S40.000 millones las exportaciones en una década con una fuerte rebaja de impuestos, beneficios para inversión e incorporación de empleo en el combo, a partir de una mayor industrialización agropecuaria con valor agregado, pero nunca la pudo aprobar y se perdieron tres años.

La conveniencia
“Queremos abrir la puerta para tratar el proyecto de ley de seguro agrícola, y, sobre todo, la ley Agroindustrial que perdió estado parlamentario", dijeron en el CAA. Que el oficialismo le dé impulso al proyecto sería una llave para sintonizar con uno de los sectores clave de la economía para salir de la crisis. Sería conveniencia mutua, no otra cosa.

¿Sabe el Gobierno del peso de la agroindustria? “Mirá, repitieron varias veces que somos el motor del país...", dijo un integrante de la mesa. Otro sintetizó: “Si el Gobierno es medianamente inteligente debe valorar este espacio”.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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