A sólo 48 kilómetros de Córdoba Capital, siguiendo el camino de la ruta provincial N° 5. Este encantador pueblo serrano es reconocido por ser una joya oculta en el Valle de Paravachasca, destacándose por su belleza natural y tranquilidad, ideal para una escapada.
Sus orígenes se remontan a 1945, cuando David Hogg, uno de los pioneros de la zona, comenzó el loteo de la Estancia El Descanso, la cual permitió que el pueblo creciera rápidamente.
Hoy esta pintoresca villa serrana ofrece diversos balnearios sobre el río Anisacate, que son escenarios ideales para visitar durante el verano. Con hermosas playas de arena para descansar y cursos de aguas cristalinas, la clave será disfrutar en familia o con amigos.
Por otro lado, paisajes arbolados y caminos montañosos pueden recorrerse en caminatas y paseos en bici.
Otros imperdibles
En este rincón cordobés se pueden visitar los canales de riego que nacen en Villa Los Aromos, construidos para abastecer de agua a las estancias Las Rosas y El Descanso. ¿Un plus? Visitar la capilla del Sagrado Corazón o recorrer la tradicional feria de artesanos.
Más información
Cómo llegar: desde la ciudad de Córdoba es posible ir directo por la RP 5, llegando al pasar Anisacate.
Dónde hospedarse: hay cabañas, casas en alquiler y campings.
Gastronomía: entre los imperdibles está La vuelta del Río, un espacio para disfrutar de ricas meriendas, tortas y sándwiches exquisitos. Parrillas y restaurantes se destacan por los precios accesibles y las porciones abundantes. El pintoresco comedor «El Nogal» es famoso por sus pastas, su pejerrey y sus empandas.
Qué hacer
Hay balnearios para refrescarse sobre el río Anisacate y senderos de montaña para disfrutar de paseos en la naturaleza. También, plazas con juegos para niños, y destaca su tradicional feria de artesanos, el museo de arte de madera y la iglesia Sagrado Corazón.
Fuente: El Diario