Mensajes cruzados y desconfianza mutua: el detrás de escena del anuncio público entre Milei y Macri
POLÍTICA Federico Mayol*Se aceleraron los tiempos. Mauricio Macri no tenía previsto para estos días el mensaje de X como el que publicó en la mañana de ayer: “Estaba pensado para más adelante”, aseguró un dirigente de su entorno. Sin embargo, la entrevista del miércoles de Javier Milei, en la que se pronunció en favor de un acuerdo electoral con el PRO para “arrasar con el kirchnerismo”, revitalizó las conversaciones.
Hasta ese extenso reportaje, el presidente y su antecesor solo habían cruzado un cordial pero protocolar saludo de WhatsApp por el fin de año. Pero fue antes de Navidad, a punto de instalarse en Cumelén, el exclusivo country de Villa La Angostura en el que prevé descansar durante buena parte del verano, cuando Macri recibió un mensaje del gobierno. El emisario, según reconstruyó este medio, fue Facundo Calegari, un consultor con doble mérito: mantiene desde hace rato un trato fluido con el ex presidente y construyó una relación muy cercana con Santiago Caputo, el asesor estrella de la Casa Rosada.
Calegari le transmitió al jefe del PRO la posibilidad de avanzar con un eventual encuentro entre cúpulas -así lo revelaron fuentes macristas-, una opción a la que, según abundaron, el ex presidente habría accedido. Desde la Libertad Avanza resaltaron, de todos modos, que el mensaje del consultor fue un tanto más inquietante: le dijo a Macri que el triángulo de hierro empezaba a impacientarse.
El ex presidente es consciente de que el PRO está en inferioridad de condiciones, pero no le gusta que lo apuren. Horas después de la advertencia de la cúpula libertaria, su primo Jorge fue el encargado de responder: anunció el adelantamiento de las elecciones porteñas, una propuesta mal recibida por el Gobierno, en particular por Karina Milei, la influyente secretaria General de la Presidencia que se opone a cualquier tipo de entendimiento electoral con el macrismo y que este jueves todavía mantenía su decisión de avanzar sobre la capital, la casa matriz del PRO.
Con ese nivel de tensión cruzada, con el diálogo muy cortado y cada vez más desconfianza acumulada, el presidente ofreció, sin embargo, un nuevo gesto. Con otro emisario, le hizo llegar a Macri, a través de un dirigente cercano, que estaba dispuesto a acordar de cara al 2025, a pesar, incluso, de la resistencia de su hermana. Por esas horas, grabó la entrevista con Luis Majul.
El ex presidente convocó entonces a parte de la cúpula partidaria, muy inquieta por las indefiniciones internas. Hasta que Milei habló en ese reportaje, Macri había instalado en todos lados que se preparaba para competir con listas propias, y que no descartaba presentarse como candidato a senador en la Ciudad para salvar al partido de una posible derrota en el distrito emblema del PRO. “Se viene Mauricio candidato”, insistió este jueves el jefe de Gobierno en el acto que organizó en un club de Villa Pueyrredón. Macri no tiene ninguna intención de postularse a nada que tenga que ver con la tarea legislativa y detesta el Congreso; en sus dos años de diputado, entre el 2005 y el 2007, apenas fue un puñado de sesiones y casi no se le conoció la voz, y la advertencia de su primo está mucho más relacionada con sus necesidades electorales que con la realidad. “Mauricio odia esa posibilidad, si lo hace es porque realmente no le queda otra”, explicó un dirigente que habló varias veces con el ex presidente en estas últimas 48 horas.
Así lo interpretaron dentro de LLA.
Algo similar ocurre con la hermana del presidente, que en un acto en el barrio de Flores apeló a la misma estrategia que su rival porteño: dijo que estará en el lugar en el que su hermano la “necesite”, aunque todos dentro del Poder Ejecutivo coinciden en que es muy improbable que sea candidata. Su debut en el Parque Lezama, en el último trimestre del 2024, fue descolorido y marcó para ella un difícil precedente.
“Querido Javier”, encabezó Macri su mensaje de X de ayer por la mañana. “Estamos dispuestos a conformar un equipo de trabajo conjuntamente con quien vos dispongas”, agregó. Diez minutos después, nominó, también en X, a “Cristian Ritondo, Ana Clara Romero, Silvia Lospennato, Hernán Lacunza y Soledad Martínez” para trabajar junto a “los nombres que LLA proponga” de cara a un acuerdo para este año.
“Eligió a Lacunza, que se cansó de criticar el programa económico del gobierno”, se divirtió un dirigente del PRO que propicia un entendimiento con los libertarios pero que desconfía de ambas cúpulas. No hubo respuesta por parte del gobierno. Según trascendió, hasta mayo no habría ninguna propuesta concreta.
Por ahora, se trata solo de una oferta y una contrapropuesta informal a través de las redes.
Ayer por la tarde, mientras la atención giraba en torno a Venezuela y se esperaba por la convocatoria a sesiones extraordinarias para las próximas semanas, fuentes macristas señalaron que, más allá de las proclamas en redes, habría existido algún cruce de WhatsApp entre el presidente y el jefe del PRO que ningún dirigente de ambos campamentos pudo confirmar.
No había, por caso, ninguna reunión agendada. Si se preveía que Santiago Caputo viajara en estas horas hasta la costa bonaerense, seguramente a Pinamar, para veranear por el fin de semana, y que ese mini-descanso de verano podía llegar a incluir alguna reunión con Ritondo o con Martín Yeza, que oficia de local y que construyó en estos años un vínculo aceitado con el consultor estrella de la Casa Rosada.
Las señales de estas últimas horas, a pesar de los pronunciamientos públicos de Milei y Macri, parecieran ser, por el momento, muy débiles en comparación a la tensión que se acumuló en estos meses entre el PRO y La Libertad Avanza, y que se acrecentó con la denuncia que el gobierno realizó esta semana cuando filtró una lista de empresarios y ex funcionarios que, según comunicó el propio jefe de Estado, habrían sido llamativamente cubiertos por el macrismo en la ex AFIP durante la administración de Cambiemos.
La filtración alteró a Macri en su descanso de verano. Y ordenó que salieran a responder de manera tajante después de la Casa Rosada, a través de una de las cuentas de X que se le atribuye al gobierno de manera informal, enloqueciera a un buen número de ex funcionarios macristas. El ex presidente ya había pedido máxima publicidad en otros temas de disputa con el gobierno, como la licitación por la hidrovía.
Con ese nivel de desconfianza, que quedó bien expuesto tras la sesión fallida por Ficha Limpia, el presidente anunció públicamente que estaba dispuesto a trabajar de manera activa para un acuerdo electoral para barrer con el kirchnerismo. “Lo anunció con Majul, podría haberlo hecho por WhatsApp”, ironizó un macrista de paladar negro.
Se tiran la pelota. Se desconfían, de un lado a otro. “Nadie quiere quedar como el que no acordó”, explicó un dirigente que conoce bien a ambos bandos.
Dicen que Milei quiere acordar, que Caputo no lo ve buen ojos pero que hará lo que le pida el presidente, y que es su hermana la que está bien firme en no ceder ni un centímetro a las exigencias de Macri.
En ese contexto, hay un grupo de dirigentes macristas que empiezan a impacientarse. En especial, los que tienen que renovar sus bancas, como Diego Santilli. No es el único. Son varios los que no están dispuestos a presentarse en una lista pura del PRO separada del gobierno. Para eso, dicen, que sea Macri el que ponga el cuerpo. Urgido, en ese caso, como su primo, por retener la capital.
* Para www.infobae.com