Triunfó la ética, la conducta y el coraje

Sin duda alguna el triunfo de Maximiliano Pullaro en las PASO celebradas en domingo próximo pasado en la provincia de Santa Fe marcarán un antes y un después no solo en el ámbito provincial, sino que ya tienen un significado muy especial en la Argentina en general.

Santa Fe viene siendo gobernada pésimamente por Omar Perotti, quizá el peor gobernador de Santa Fe desde que en 1983 los Argentinos recuperamos la democracia. Un gobierno dividido desde el día uno y funcionando casi como un calco de otro desastre que es el de los Fernández a nivel nacional.

En ese contexto, y con una ciudad como la de Rosario literalmente explotada por el desgobierno provincial y el narcotráfico, Pullaro propuso desde el comienzo de su campaña una confrontación con el mismísimo gobernador Perotti, quien rápidamente se anotó para ser el jefe de una futura oposición que desde el vamos aceptó como una realidad y para nada  le disgustó, es más, Perotti siempre se sintió cómodo desde ese lugar y casi que trabajó más para él mismo que para el mismísimo Marcelo Lewandowski, el candidato desinflado de un peronismo deshilachado por exclusiva culpa de Perotti y sus adláteres.

Sin embargo, el contrincante principal de Pullaro no fue Perotti ni el peronismo, sino que la mayor confrontación vino desde su propio espacio,desde la mediática senadora Carolina Losada, la misma que hace menos de dos años le había ganado por una muy poca diferencia la candidatura al senado nacional y casi irresponsablemente pretendió gobernar Santa Fe. 

Losada, muy mal asesorada, apeló a la agresión, al golpe bajo, a la difamación y al agravio, encaró quizá la interna más "sangrienta"  que se tenga memoria. Pullaro en toda la campaña no recogió nunca el guante de Losada, nunca contestó esos agravios y siempre propuso el dialogo, convite que Losada nunca aceptó.

El electorado santafesino demostró una madurez que sorprendió a propios y extraños, no dejándose engañar y jamás se prendió al juego de Losada, seguramente por que el nivel de los ataques de la senadora era de tal magnitud que solo por esa razón perdían verosimilitud.

La gente en esta campaña le reconoció a Pullaro su conducta y su ética, pero principalmente su coraje en el desempeño como ministro de seguridad del extinto gobernador Miguel Lifschitz, tres valores pocos frecuentes en un político en estos tiempos que corren.

Pullaro es un político que a fuerza de esos valores se lo puede considerar "teflonado" y seguramente la actitud de Losada le sirvió para fortalecer su personalidad más que para amainarla. Si sobrevivió al agravio y a las mentiras de Carolina Losada, lo podrá hacer con la munición gruesa que en pocos días propondrá el peronismo que por nada del mundo quiere abandonar el poder.

El 10 de septiembre no será un mero trámite, habrá que poner "toda la carne en el asador" para que un gobernador Radical gobierne Santa Fe luego de sesenta años, Pullaro es el elegido para ese acontecimiento histórico, tiene tres valores fundamentales: CONDUCTA, ÉTICA Y CORAJE,