


No me equivoco ni exagero si digo que Luis Changui Cáceres es el dirigente más respetado que hoy tiene la Unión Cívica Radical, tampoco si le sumo la conducta y la ética, y menos aún si a eso le agrego su incondicional amor por el partido que alguna vez fundaran Don Leandro y Don Hipólito.
Podría escribir ríos de tinta hablando de la historia de Changui en el partido y contar innumerables anécdotas vividas . Podría contarles que sin duda alguna fue un pilar fundamentalísimo para que Raúl Ricardo Alfonsín en 1983 llegara a la presidencia de la nación y recuperara para siempre la democracia para los Argentinos.
Podría hablar de cuando le “robaron” la gobernación y privaron a Santa Fe de lo que seguramente hubiese sido un antes y un después en la política de la bota.
Podría hablarles de su relación con Don Arturo y sus rispideces con el Vasco.
Podría hablarles de tantas cosas…., pero hoy me quiero tomar una licencia y contarles una anécdota que me toca de cerca y pido perdón por hablar en primera persona.
Lo que hoy les voy a contar sucedió en la vieja Casa Radical de Córdoba de calle Hipólito Yrigoyen, era el año 1987 y Eduardo Cesar Angeloz pugnaba por su segundo mandato al frente del gobierno cordobés, la reforma constitucional mediante el artículo 101 ya le permitía esa posibilidad y eran pocos los Radicales de Córdoba que osaban desafiar esa candidatura. Quien habla tenía una activa militancia en Franja Morada y el Pocho nos convocó al partido para que le manifestemos el incondicional apoyo de la juventud a la decisión ya tomada. La charla transcurría de la forma esperada hasta que se me ocurrió cuestionar a Angeloz su candidatura con el argumento que si no se daban cambios sustanciales y rotundos, esa candidatura no serviría de nada aunque sea elegido nuevamente como a la postre lo fue.
Luego de mi exposición y tras recibir algunos silbidos y muy pocas arengas, el Pocho tomó el micrófono y a boca de jarro me dijo: “Carlos, definite de una vez, estás con nosotros o con El Gallego, con quién estás?”, me interrogó Angeloz.
Lejos de quedarme callado y más de sentirme intimidado por la investidura del gobernador de la provincia, le dije : Estoy con los dirigentes que quieren transformar la Argentina desde la política, estoy con los que quieren algo más que un cargo, estoy con los que tienen como prioridad la República , luego el partido y por último las ambiciones personales. Tras cartón y antes que el Pocho me responda, saque la foto de quien ya en esa época era mi ídolo , lo levanté bien alto y le dije a Angeloz : “Estoy con Radicales como este”. La foto era la de Luis Changui Cáceres, el santafesino que ya en esa época inspiraba a este cordobés fanático de Don Arturo.
La vida me dio la posibilidad de entablar una excelente relación con Angeloz a pesar de ese encontronazo y de entablar una amistad que valoro muchísimo con Changui, es sin duda el ejemplo a seguir, el espejo en donde nos tenemos que ver los que de una manera u otra aspiramos a cambiar la nación desde la política.
Feliz Cumpleaños maestro, feliz cumpleaños ídolo, feliz cumpleaños ejemplo de militancia, ética y conducta.





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