

En el final de la campaña, el crimen de Morena Domínguez despertó un debate por la seguridad que Santa Fe no pudo dar
POLÍTICA

El crimen de Morena Domínguez, de 11 años, en Lanús oeste, en el conurbano bonaerense, provocó un impacto político demoledor en el tramo final de la campaña electoral.
La desgarradora historia de la muerte de la nena, que fue golpeada por dos jóvenes que le robaron el celular cuando la niña iba a la escuela, hizo asomar de golpe la cruda realidad de la inseguridad, que parecía tener como foco principal y exclusivo solo a Rosario, el escenario elegido por los precandidatos presidenciales durante el último tramo de la campaña para hacer anuncios sobre sus planes para el narcotráfico y la inseguridad.
Apenas unos minutos después de que se conociera la muerte de la niña, comenzó a trenzarse en los canales de televisión un circo político que iba a contramano de la decisión unánime que habían tomado los distintos frentes electorales de suspender los cierres de campaña. Asomaron las chicanas y las operaciones en el bajo fondo de la política
La historia de Morena quedó a un costado, junto con el dolor de sus familiares, que la velaron en la casa de Hugo, el padre de la chica. La niña murió, según los médicos del hospital Evita de Lanús, por los golpes que recibió en la cabeza y en el hígado. Un puñetazo en el abdomen, que le dio uno de los dos asaltantes que se movían en una moto, habría desencadenado la muerte.
La dirigencia partidaria se encargó, después del fallecimiento de Morena, de chapotear en el barro para intentar sacar una ventaja política en las urnas. Muchos periodistas comenzaron a hacer elucubraciones sobre a quién perjudicaría este crimen.
De manera casi inmediata reapareció, sobre todo en las primeras horas, el discurso que habla de bajar la edad de imputabilidad de los menores. Porque al principio, desde el municipio de Lanús, gobernado por Néstor Grindetti de Juntos por el Cambio, dejaron deslizar que los agresores eran menores de edad, algo que horas después quedó descartado, por lo menos en la ejecución del crimen.
Desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires, al mando de Axel Kicillof, que va por su reelección, salieron a contraatacar al municipio. Hace una semana y media había pasado algo similar con una serie de ataques a balazos en la plaza Sarmiento, también en Lanús, donde se enfrentaron dos facciones de la barra granate. Un hincha murió de un disparo en la sien. Parte de la barra también hacía “trabajos” en la campaña para uno y otro bando.
Grindetti es el candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, aliado de Patricia Bullrich, y se enfrenta en la interna a Diego Santilli, funcionario cercano a Horacio Rodríguez Larreta. Pero la pelea de fondo es contra Kicillof. Actualmente, el municipio de Lanús está en manos de un hombre clave, Diego Kravetz, secretario de gobierno y de seguridad de la intendencia, quien reemplazó a su jefe político que ocupa la presidencia del club Independiente después de que renunciara el periodista Fabián Doman.
En medio de la trenza política que genera la campaña electoral, donde se exacerban los ánimos de caranchear votos en medio de un dolor profundo de un caso como el de Morena, el tema de la inseguridad irrumpió a los gritos en medio de los llantos de los familiares de la víctima, sin un debate profundo.
De golpe el conurbano bonaerense desplazó a Rosario como eje de una violencia extrema. Y dio argumentos de que la violencia y el narcotráfico en la provincia de Buenos Aires siempre estuvieron subvaluados por cuestiones políticas.
Durante las gestiones socialistas este planteo se repitió hasta el hartazgo. Pero los datos siempre expresaron otro escenario. No aportaron pruebas de esa “noticia deseada”, como tituló Miguel Wiñaski su libro que apareció en 2004. Los datos oficiales no parecen contener una demanda de inseguridad que no se condice con la información.
La última estadística de la Procuración de la provincia de Buenos Aires, en manos de Julio Conte Grand, de origen radical, muestra un panorama donde el foco de la política pocas veces penetra. Según datos oficiales, en la provincia de Buenos Aires se cometieron 1.777 homicidios durante 2022. La cantidad parece elevada, pero la tasa de asesinatos es de 4,27 cada 100 mil habitantes. En ese lapso, el promedio del total del país fue similar: 4,2. Si se comparan estos datos con los de la provincia de Santa Fe hay claras diferencias. El año pasado en Santa Fe se produjeron 406 crímenes, con una tasa de 11,31 homicidios cada 100 mil habitantes. Es decir, más del doble que en la provincia de Buenos Aires.
La tasa de homicidios en el departamento Avellaneda-Lanús, según los datos oficiales, fue de 2,88 cada 100 mil habitantes. Se cometieron 61 asesinatos en 2022. La estadística marca un fuerte descenso en los últimos dos años, ya que en 2021 la tasa era de 5,61. La Matanza no solo es el distrito más populoso del conurbano bonaerense, sino también el más violento. En 2022 la tasa de homicidios fue de 7,07 cada 100 mil habitantes.
Aunque no se puedan comparar, hay algunas similitudes entre el crimen de Morena y el de Máximo Gerez, un chico de la comunidad Qom de 12 años que fue asesinado a principios de marzo en el barrio Los Pumitas, del oeste de Rosario. La muerte de Máximo disparó una especie de pueblada cuando los familiares y vecinos fueron a saquear las casas de los presuntos narcos del barrio que habían sido blanco de un ataque narco que terminó con la vida del pibe.
El gobierno nacional decidió enviar a la ciudad un contingente de 100 efectivos federales, que se sumaron a los 1200 que ya había en la unidad móvil Nº7 de Rosario, creada por la actual gestión.
La conmoción por el crimen de Gerez duró pocos días. Los periodistas enviados por los medios de Buenos Aires retornaron a sus rutinas en CABA y el problema nunca se profundizó, a pesar de que meses después comenzó el traqueteo electoral de cara al cronograma electoral de este año. Todos los candidatos, de uno u otro modo, hablaron de la violencia y el narcotráfico, pero con discursos planos, similares a los que aparecieron tras el asesinato de Morena.
con informacion de Aire de Santa Fe.






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