Carolina Losada se mandó sola. Avisó que optará por el “cambio” que encarna - a su juicio – el libertario Javier Milei y se corrió de la neutralidad que comunicó su partido, la Unión Cívica Radical (UCR). En rigor, el movimiento de la senadora es una suerte de continuidad a lo que pregonó durante la campaña santafesina. El baile de los outsiders. La ligación de la rosarina con Mauricio Macri. Símbolos de paz con Maximiliano Pullaro.
“La actual senadora nacional buscará encarnar ´lo nuevo´ en política rivalizando con ´lo viejo´ e intentando capitalizar la ausencia de candidatos que respondan a Milei”. Eso escribió el periodista Lucio Di Giuseppe, en Letra P, el pasado 28 de mayo. Desde el vamos entonces, incluso cuando el libertario no ostentaba su actual potencial de votos, Losada quiso seducir a esa franja del electorado.
Las personas desposeídas, incrédulas de la política, desesperanzadas, las anti sistema. Losada creyó en la campaña santafesina que, en su rol de outsider, debía seguir mostrado frescura e irreverencia ante el sistema político. Ante la casta, diría Milei.
Después, Losada quedó envuelta en una interna feroz en su propio comando de campaña. Si bien tenía un ala que le pedía que enfrentara a “lo clásico”, convivía con otra que le sugería no apretar el pedal de más y romper acuerdos en vano. En virtud de la ventaja que le sacó Pullaro en las PASO, la senadora quedó – entre otros motivos para la derrota – envuelta en una disputa inconducente.
Losada, más allá de su caída, se ocupó desde el vamos en vender outsider, renovación de la política. Le salió bien en 2021, cuando le tocó ganar la legislativa. Y si bien ella hace su ingreso a la política grande desde la UCR, en la calle se la emparenta más con otro estilo. “En los focus nos da que la tienen identificada con el PRO”, sacaba pecho hasta hace unos meses un diputado amarillo novel mileista.
Entonces, outsider y rabiosa a la vez, en busca de votos libertarios huérfanos hasta hace unos meses, no es extraño y hasta suena natural que Losada se pronuncie a favor de Milei. Además, en 2021, la senadora hizo anti kirchnerismo explícito como eje de campaña. Uno más uno es dos en todos lados.
El ingreso de Macri al team Javier le da cobertura a Losada. El expresidente jugó para ella en la campaña santafesina y fue una de las personas que la alentó a competir por la gobernación. Su alfil en Santa Fe, el diputado Federico Angelini, fue compañero de fórmula de la senadora. El entorno de la legisladora le asegura, que la pronunciación fue a título individual y que no hubo comunicación alguna con Macri.
A Losada no la ata nada en su provincia. Hay una suerte de máxima en Santa Fe, sobre todo en el radicalismo: nadie se pronunciara para contradecir el mandato de Pullaro. El gobernador electo trazó la raya al manifestarse afirmar que su espacio mantendrá la neutralidad tal y como lo definió el Comité partidario. El todavía diputado provincial es responsable de sus actos y piensa a futuro, en lo que ocurrirá a partir del 10 de diciembre.
Sin embargo, Losada no tiene esa atadura y, en esta ocasión, con su pronunciamiento pro Milei se mueve más como una política nacional que una dirigente de anclaje santafesino. Todo su entorno formará parte del gabinete de Pullaro, desde su operador y armador Julián Galdeano hasta su hermana Georgina, que se encargará de las relaciones internacionales en Producción.
“Nuestro electorado nos reclama ser oposición”, le señaló a este medio una persona de confianza de la senadora. No se lo niega, pero Losada también viene ahora a naturalizar sus terminales. Buscó el voto de Milei en Santa Fe, se abrazó a Macri y fue bendecida cual evangelista por Patricia Bullrich. Uno más uno siempre es dos.
Con informacion de Letra P.