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Armando Traferri, el renacido

POLÍTICA 01/04/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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“El tiempo me dio la razón”, repite dos veces Armando Traferri. Después de sentir el frío vértigo de la Justicia cuando acorrala, el senador logró sacudirse a la Fiscalía a base de una defensa hábil y corporativismo, y ahora señala a quienes lo señalaban. Aliviado y revalidado en las urnas, hasta reencauzó su influencia en el PJ de Santa Fe.

En el ambiente político volvió a sonar el "Pipi" para mencionarlo, luego de una temporada del liso y distante "Traferri". El senador recuperó al status quo y se aferra como nunca. Es su tierra prometida. Aún siente el ajetreado revolcón que le pegó la Justicia entre 2020 y 2023; tiempos inciertos aquellos en todo sentido para él. Pero ahora piensa que los sucesos internos en el Ministerio de la Acusación (MPA) son combustible para su justificación pública.

La Fiscalía está en plena regurgitación: fiscales caídos en desgracia y hasta la regional Rosario intervenida. Uno de ellos es Matías Edery quien acaba de ser suspendido por la Legislatura y enfrenta una causa por los presuntos delitos de omisión de investigar, encubrimiento agravado, y prevaricato tras un aparente manejo irregular con sus informantes ligados al narcocrimen.


“Al fin y al cabo al Pipi lo acusaban por tener vínculos con un quinielero, y este los tenía con las bandas”, chicanean cerca del senador sin ocultar regocijo. Edery y Luis Schiappa Pietra pidieron su desafuero en 2020 para imputarlo como integrante de una asociación ilícita que regenteaba el juego clandestino en la provincia. Ese caso sigue abierto a la espera de que la Corte Suprema de la Nación resuelva el recurso de inconstitucionalidad que plantearon los dos fiscales contra la inmunidad de proceso de la que gozan los legisladores en las normas santafesinas.
El foco en Armando Traferri
El desafuero pedido nunca llegó porque fue respaldado por sus pares en el Senado, algo que avaló la Corte Suprema. Armando Traferri sostenía que si se sentaba en el banquillo iba al muere por una supuesta arbitrariedad de los fiscales que, según insiste, respondían de manera “guionada” al exministro de Seguridad, Marcelo Sain, quien lo apuntó abiertamente como parte de la política oxidada santafesina. Detrás, el gobernador Omar Perotti intentó limarlo hasta que terminaron arrimando los tantos luego del fuego cruzado.

La pus que brota por estos meses del sistema acusatorio le saca una sonrisa. “Hay que depurarlo y corregirlo, se le dio mucho poder de un día para el otro y muchos no estaban preparados para administrarlo”, repite el senador.

Hasta festeja que el cambio “venga de adentro”, en referencia a que los mismos fiscales se acusan entre ellos en una interna feroz. “Va camino a mejorar porque implosionó”, reflexiona. Una fuerza que desde adentro expulse hacia afuera, como en la caída de la Unión Soviética, pero sin un Gorbachov a la vista.

Las urnas
Después de dos años salpicado, en 2023 Traferri se pegó una ducha electoral. “Lo que más quería es saber qué pensaba la gente de San Lorenzo porque el capital político es la credibilidad, no los recursos”, dice sobre su última y cuarta reelección a senador departamental. “Fui a diez elecciones desde 1986 y gané nueve”, chapea.

Igualmente la bala le entró en su duro cuero de caudillo. Confiesa que quería ser senador nacional para cerrar su carrera, pero era enfilar solito a un pelotón de fusilamiento. “Me tengo que aguantar que los medios de Buenos Aires digan cualquier cosa”, reniega desde hace años.

También perforó su armado político, el Nuevo Espacio Santafesino (NES), una plataforma peronista tradicional que había logrado crecimiento con Alejandra Rodenas como diputada nacional y luego como vicegobernadora de Perotti. “Sumado a eso teníamos 12 departamentos y se perdió todo”, se lamentan porque el sello ya no es ni de goma.

Reconstruir el PJ
Incluso el senador pretendía presidir el PJ provincial antes de retirarse, pero la misma razón lo alejó aunque dio el paso para que los senadores agarrasen la manija del partido en tiempos de desidia peronista. No es fácil para el PJ luego de que el huracán radical Maximiliano Pullaro arrasara en las urnas y hasta en el Senado: de 12 peronistas quedaron cinco. “Quiero que el peronismo recapacite de que estamos -10”, reconoce.

“Si no se ponía a armar él estarían peleando cuatro o cinco listas”, dicen cerca del senador. Su alfil y exsenador Guillermo Cornaglia será el nuevo presidente y deberá tapar huecos económicos de un deficitario partido. Billetera mata aspiraciones, podría decirse.

El sanlorencino dice que aportará experiencia pero que necesitan “mentes más jóvenes”. “Hablo de un recambio generacional, no de tirar los viejos por la ventana”, se ataja por las dudas. Apuesta a abrirse a un frente mucho más amplio, y reconoce el éxito del frente de frentes Unidos que juntó al radicalismo, socialismo y al PRO para derrotar al PJ.

El punto final
Inmune de la ola radical, entró en su quinto período como senador sin perder el olfato ni las mañas en el coto de poder. "Ojalá le vaya muy bien al gobierno de Pullaro", regaló ni bien el radical obtuvo la victoria. De hecho, el ahora reducido grupo de senadores del PJ aplicaron la lógica del general del que "pierde acompaña" con sus pares radicales. De nuevo: mantener ordenada la tierra prometida.

Traferri escribió su salmo: lo que no te mata te fortalece. Pese a todo, aún le duelen los huesos por el revolcón y le incomodan las suspicacias acerca de su honorabilidad. Por más que se friegue, quedan. Entiende que solo una absolución lo limpiaría. Por eso, a fines de 2023 pidió el desafuero para someterse al proceso penal y sus pares se lo concedieron. “Quiero ir a juicio y demostrar mi inocencia”, insiste el renacido para poder morir en paz.

con informacion de letra p.

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