La Cámpora Santa Fe y su plan para la era poskirchnerista

Sin kirchnerismo (y peronismo) en la Nación y en el poder provincial La Cámpora de Santa Fe empieza una nueva etapa de transformación. Reciclado, territorialización y puentes con otros espacios peronistas aparecen en el horizonte de la tribu. Aún con Marcos Cleri en escena Florencia Carignano, ladera de Wado De Pedro, emerge como una figura importante con peso propio.

La Cámpora de Santa Fe, al igual que el resto del PJ, intenta superar el cimbronazo de las múltiples derrotas sufridas el año pasado y busca su perfil como oposición. El faro de conducción política sigue siendo el mismo: Cristina Fernández de Kirchner. Sin resignar la identidad, hay consenso interno en tender puentes con otros espacios, corregir errores del pasado en la forma de vincularse y mostrarse abiertos al resto del peronismo y la sociedad. ¿Cambio de chip?
 
¿Qué busca La Cámpora?
El espacio está en metamorfosis. Hay reconfiguraciones internas y debate sobre cómo encarar el futuro. La prioridad en la provincia es llegar a los territorios y construir relaciones.

Si bien los nombres históricos siguen vigentes, emergieron nombres nuevos. La diferencia con otros tiempos es que no aparece en el radar el fuego amigo. Hay un buen vínculo entre el ex candidato a gobernador, Marcos Cleri, y Carignano, incluso hubo trabajo mancomunado en el cierre de listas de los comicios provinciales 2023.

Carignano, exdirectora de Migraciones y actual diputada, es una de las figuras que saltó fuerte a la escena provincial en el último tiempo. Camporista de primera hora, se referencia con Wado De Pedro. En 2023 le dio un giro a su carrera política con el objetivo de empezar a construir en Santa Fe.
En los últimos comicios ocupó el lugar número dos de la lista de diputados y diputadas de Unión por la Patria y fue electa. Pero hizo saber que ese no es su punto de llegada, sino su punto de partida. No buscará meterse en el barro nacional, sino que tratará de tocar desde lo discursivo temas santafesinos, mostrarse cercana con la provincia y llevar reclamos de los territorios. Después de mucho tiempo trabajando en Buenos Aires quiere achicar distancias.

Durante la campaña, la camporista fue adquiriendo relieve político interno y cultivó relaciones, fundamentalmente en los territorios. Sostiene desde aquella época diálogo con intendencias y presidencias comunales peronistas. Si bien no tejió una alianza formal, el espacio Vamos (intendentes y presidentes del PJ) destacan el vínculo generado. En ese esquema de relación se unen los intereses de una dirigencia más local que contiene votos y una diputada que vehiculiza sus necesidades hacia la órbita nacional.

Las mesas chicas de Florencia Carignano
Semanas atrás el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se reunió con su par de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, para firmar un convenio de colaboración mutua en materia de seguridad. El bonaerense invitó a Carignano al acto y luego se tomaron una foto de la que también participó el concejal rosarino Juan Monteverde.

Más allá de las internas que se cuecen en provincia de Buenos Aires en torno de la alianza entre el gobernador y sectores de La Cámpora, Carignano fue la cara del peronismo que expresó la proyección de la alianza bonaerense en territorio santafesino. Ella y Monteverde, el aliado de centroizquierda rosarina. Renovación total de caras en torno a Kicillof.

Carignano es un apellido con historia en la política de Santa Fe por el pasado del padre de la legisladora. La dirigenta refuerza los vínculos heredados y paralelamente “camina” la provincia, teje relaciones con dirigentes de todos los puntos cardinales y con el resto de las tribus peronistas.

La participación de La Cámpora en el proceso de renovación de autoridades del PJ de Santa Fe fue una muestra de la reconfiguración en la que está La Cámpora en la provincia.

A los primeros encuentros asistieron en nombre de La Cámpora Carignano y Germán Baccarella, ladero de Cleri. Pero cuando se armó una mesa chica con una silla para cada tribu, el lugar lo ocupó la exdirectora de Migraciones. Una vez acordado el organigrama partidario y los casilleros que correspondía a cada organización, Carignano escribió el nombre del excandidato a la gobernación como secretario general y se reservó para ella la secretaría de Desarrollo Económico.

Marcos Cleri con un pie en la pelota
Mientras la estrella de Carignano crece en el firmamento peronista, el histórico referente de La Cámpora en Santa Fe, nexo de Máximo Kirchner y Cristina Fernández con la provincia y varias veces diputado, se volcó al mundo deportivo. Tras la derrota en las internas para la gobernación, se metió en la vida interna de Argentino de Rosario, entidad cuyo fútbol profesional administra la Confederación Argentina del Deporte (CAD). El club también es territorio de Daniel Mariatti, su presidente que en los últimos años hizo valer su cercanía con Agustín Rossi.

Marcos Cleri se sumó allí, donde puso en marcha una primera iniciativa de fomento a la lectura para futbolistas en asociación con una tradicional librería rosarina. El exdiputado mantiene un pie en la política tradicional y la rosca, pero desde un lugar de menor protagonismo, al tiempo que construye capital desde el club de barrio Sarmiento.

CON INFORMACION DE LETRA P.