La disputa del gobernador Maximiliano Pullaro y la Corte Suprema de Santa Fe lejos está de la pipa de la paz. El Ejecutivo aceptó reunirse con los ministros pero no para negociar sus posturas sobre presupuesto y renovación del máximo tribunal. Mientras que la Corte se acercó a buscar que le cumplan los reclamos de recursos e intentar dosificar la arremetida del gobierno.
Parece reduccionista pensar que hay una negociación con un simple toma y daca de por medio pensado en términos presupuestarios para habilitar la partida de los jueces. El gobierno no aplica la lógica de aflojar más recursos a cambio que den un paso al costado. Entienden que no es necesario usar ese mecanismo. Sí, probablemente, sirva para mostrar una postura dura.
De hecho esa tesitura mostró a la salida de la reunión con el ministro de Gobierno, Fabián Bastia, quien no apeló a frases protocolares sino hasta mostró algunos dientes.
La Corte pide más Presupuesto
Hay una discusión de una capa más superficial que es la presupuestaria que sirve de plafón para mantener el diálogo y no enredarse en una pelea directa por la renovación que es la de fondo. El tribunal reclama que no corten recursos para el Plan de Infraestructura Edilicia para el Poder Judicial. El gobierno dice que cumplieron con lo previsto y que en la Justicia “gastaron de una manera vertiginosa los primeros seis meses mientras nosotros estábamos recontra ajustados”.
Los jueces interpretan que el gobierno frena las obras. “Le planteamos las obras que tenemos en marcha, ellos dicen que agotamos el Presupuesto en el primer semestre y vamos a ver qué pasa con el segundo. La obra está adjudicada y en marcha, si se paran las obras habrá conflicto con el personal obrero”, dice Gutiérrez.
El gobierno pasó al quirófano de la eficiencia al Poder Judicial. “Hay una nueva realidad y todos deben adaptarse”, explicaron off the record a la salida del encuentro. Esa “nueva realidad” que plantean no es solo presupuestaria o de vacantes, también se refiere a la búsqueda de refrescar la cúpula del Poder Judicial.
Para Bastia seguirán "dialogando y buscando consenso" aunque aclaró que "el límite es la ley" y "todos los ciudadanos son iguales”. Lo dijo cuando se lo consultó por una eventual resolución para obligar la salida de los jueces de la Corte vía jury o decreto, tal como dejó trascender el gobierno.
Hay resistencias aunque aún no dejan en claro cómo esquivarán la pretensión de jubilarlos del gobierno. Roberto Falistocco, Eduardo Spuler, María Angélica Gastaldi y Rafael Gutiérrez son los cuatro apuntados. Casualmente o no, fueron quienes asistieron a la cumbre con el gobernador. Mario Netri ya anticipó su salida, y Daniel Erbetta tiene menos de 75 años, límite de la Constitución nacional.
“Fue una reunión de un Gobierno, no con la Corte, sino con cuatro ministros de la Corte con participación distinta según el tema”, dispararon en la mesa chica del pullarismo que llevó a la reunión al gobernador y los ministros de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, de Gobierno, Fabián Bastia, y de Economía, Pablo Olivares.
Choque de estilos
Quedó en claro la diferencia de estilos. Los cortesanos se limitan a mantener la institucionalidad y sostener las demandas, tratando de marcar los límites que creen que sobrepasa el gobierno. “Cuando cumplan todo lo que pedí, estaremos conformes”, dijo el cortesano y presidente Gutiérrez a la salida de la reunión.
"He pasado por todo. Pasé momentos de tensión. Por ejemplo cuando me rechazaron como procurador", avisó para mostrar el cuero duro. En la semana, en Trascendental por LT8, dijo que viene "peleando desde que era secretario de juzgado por la independencia del poder judicial" y que "se ha enfrentado a gobernadores de peso".
En tanto, el gobierno de Pullaro una vez que muerde no suelta. Puede ser un buen recurso político de imposición, sobre todo de un gobierno consolidado, que está por verse si surge resultado con el poderoso cuerpo judicial. Aun así, arrastra riesgos si no hay otro mecanismo alternativo.
Pullaro entiende que debe aprovechar el momento de gracia personal, que comenzó con el envión electoral y mantuvo en su gestión con los buenos resultados en seguridad. Alguno con algo de sarcasmo repetía que le salen todas, “hasta ganaron Los Pumas a Australia”, en referencia a la paliza del seleccionado nacional en el Rugby Championship en Santa Fe donde el gobernador estuvo en la ceremonia y se sacó fotos.
Claro que encuentra algunos límites cuando sube la perilla al máximo de ese envión y se lo califica de atropello, como hizo el Poder Judicial respecto a los cambios en el sistema de selección de magistrados que se evidenció con los pliegos de la Cámara de Ejecución Penal y Supervisión Carcelaria.
Esto lo perciben en la Corte. A modo de ejemplo, no gustó nada la hora y día para recibirlos. Gutiérrez lo calificó de “infantilismo” sin atender el mensaje implícito. Si algo queda en claro es que el gobierno no es nada infantil en el tema.
Con información de La Capital