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El repunte del dólar abre interrogantes sobre la continuidad de las apuestas al "carry trade"

ECONOMÍA Juan Strasnoy Peyre*
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Luego de meses de pax cambiaria, se despertaron los dólares paralelos y la brecha con el oficial, que se había acercado a cero, volvió a superar el 10%. Pese a que el repunte llega después de meses de caída del dólar blue y de los financieros, la repentina suba de los últimos días abrió signos de interrogación sobre la continuidad de las apuestas al “carry trade”, que imperaron en el mercado desde fines de agosto y que estuvieron en la base del puente de divisas que construyó el equipo económico para que el Banco Central sostuviera un importante saldo comprador.

La semana pasada, las cotizaciones alternativas habían tocado un piso cercano a los mínimos de los últimos cinco años y la conversación en las mesas de la city era si la brecha podría incluso pasar a terreno negativo (es decir, que los dólares paralelos quedaran por debajo del oficial, que este martes cerró en $1.021,50).

Desde entonces, el blue trepó 8,8% al pasar de un mínimo de $1.070 el miércoles pasado a un valor de $1.165 este martes. Pero el mayor incremento se dio en el inicio de esta semana (6,4% desde el cierre del viernes. Lo mismo ocurrió con los dólares financieros, que en dos ruedas avanzaron 6,7% en el caso del MEP y 5,2% en el del contado con liquidación (CCL) hasta los $1.145,26 y $1.152,51, respectivamente.

Si bien algunos analistas mencionan que el rebote responde en parte a compras de divisas de personas humanas en la antesala de unas vacaciones que estarán marcadas por un boom de turismo al exterior, lo cierto es que la reciente baja de las tasas de interés en pesos volvió a ser un catalizador. Tanto el recorte de la tasa de política monetaria del BCRA al 32%, anunciada el 5 de diciembre, como la compresión adicional de los rendimientos de los títulos en moneda local que siguió a esa decisión y al dato de inflación de noviembre, que le restaron atractivo al “carry trade”. A eso se suma la devaluación del real en Brasil.

“El precio del dólar en diciembre suele tener un componente estacional fuerte, influido por las necesidades de pesos de empresas y personas en la primera quincena del mes. Aun en ese contexto, los movimientos de los últimos días son importantes y podrían estar anticipando un cambio de tendencia en la cotización del dólar paralelo", planteó Pablo Moldovan, director de la consultora CP, ante la consulta de Ámbito.

Por su parte, Javier Casabal, estratega de Adcap, señaló: "Después de un rally tan grande, una caída de la brecha tan rápida, es natural que en algún momento llegue algún tipo de toma de ganancias. En el corto plazo, creo que las noticias más locales vienen siendo en general del lado positivo. Por eso creo que esta corrección está conectada con el salto del Real en Brasil y una cierta inestabilidad más bien externa. También es cierto que hubo una baja de tasas del Central que posiblemente no ayuda, pero más bien creo que es una lógica toma de ganancias disparada por lo que está pasando en Brasil".

Así, se instaló la pregunta de si este repunte de los dólares paralelos implica el cierre del ciclo de apuestas a la “bicicleta financiera”. La pregunta no es solo relevante para los inversores, que hasta acá estaban muy interesados en abrochar jugosas ganancias en moneda dura, sino también para el futuro del esquema cambiario. Es que en los últimos meses el Gobierno aprovechó el plafón de dólares que ingresó al blanqueo para estimular las apuestas al “carry” y fomentar, por esa vía, un flujo de divisas que le permitiera al BCRA compensar el déficit de la cuenta corriente cambiaria y ampliar su saldo comprador.

Repunte del dólar: ¿se cerró el “carry trade”?

Los analistas de la city coinciden en que el impacto es aún incipiente para saber si los inversores se bajaron de la bicicleta, pero señalan que el escenario está abierto. “La verdad que es prematuro. Algo de eso puede haber, pero es temprano para sacar conclusiones”, le dijo a este medio Juan Manuel Franco, economista jefe del Grupo SBS. ¿Qué factores incidieron en el despertar de los dólares paralelos? "Uno puede ser el 'carry'; otro directamente que se percibió como muy apreciado y que resulto atractivo, en especial para algunos retail que cobren aguinaldo", sostuvo Franco.

“No sé cómo seguirá hacia delante, pero nosotros sosteníamos que, a estos niveles de tasa de interés de los instrumentos en pesos, el ‘carry’ era muy finito. Y sobre todo, vender dólares para hacer ‘carry’ no tenía mucho sentido en estos niveles. Nos parecía demasiado baja la cotización del dólar. Y, de alguna manera, tal vez el Gobierno estimuló cierto piso para el billete, bajando la tasa. Eso y la mayor demanda por estacionalidad genera un rebote”, sostuvo Diego Martínez Burzaco, country manager y jefe de investigación de Inviu (firma perteneciente al Grupo Financiero Galicia), en conversación con Ámbito.

Y agregó: “Es difícil predecir si es el fin del ‘carry’ o no. Obviamente, en la medida que el dólar siga rebotando un poco más y las tasas del mercado se acomoden, quizás algunos inversores más proclives a tomar ese riesgo vuelvan a intentarlo. Pero sí nos hacía poco sentido hacer un ‘carry’ con esos niveles de dólar en los últimos 10 días ante la baja nominal en las tasas de las Lecap en el mercado secundario”.

"En principio, si lo de Brasil se tranquiliza, creo que el 'carry' vuelve a tener sentido para el inversor que entiende bien el tipo de riesgo que está corriendo. De momento, si el ruido de Brasil sigue generando preocupaciones, la toma de ganancias puede continuar. Hasta ahora es un -7% después de cinco meses de +10%, que compuestos son mas de 58%", matizó Casabal en diálogo con este medio.

El “carry trade” o “bicicleta financiera” (como se lo conoce popularmente) consiste en desprenderse de tenencias en dólares, colocarse en algún instrumento en pesos que otorgue una tasa de interés claramente superior al ritmo de devaluación y volver a dolarizarse antes de que un movimiento abrupto del dólar se concrete para abrochar jugosas ganancias en moneda dura. Es lo que ocurrió a lo largo del año, más precisamente en dos etapas: hasta que la tensión cambiaria de mitad de año cerró una primera ventana de “carry” y a partir de fines de agosto, cuando las divisas del blanqueo reinstalaron la pax cambiaria.

Dólar, “carry trade” y el esquema de Luis Caputo

La segunda ventana del “carry” jugó un papel importante en el esquema montado por Luis Caputo y Santiago Bausili para construir un puente de divisas que le permitiera al BCRA mantener un saldo comprador incluso en el momento del año más desafiante en términos estacionales y a pesar del rojo de cuenta corriente que se cristalizó en el segundo semestre a caballo de la política de ancla cambiaria.

¿Por qué? Las crecientes apuestas al “carry” incrementaron la oferta de divisas en el mercado oficial y le permitieron al Central sostener el saldo comprador. Es que este mecanismo incentivó a los exportadores a adelantar la liquidación, a los importadores a demorar los pagos a sus proveedores y a las empresas en general a tomar financiamiento (bancario o en el mercado de capitales) en moneda extranjera para luego liquidarlo. Nadie quería quedarse afuera de las ganancias de la bicicleta.

A ellos se sumaron también inversores individuales, que entraron al “carry” a través de los dólares financieros. Sin acceso al mercado oficial, no gozaban de la garantía de la “tablita cambiaria” de Caputo: un ritmo de devaluación constante dictado por el BCRA (hasta acá, 2% mensual), que permite anticipar (en la medida en que se confíe en su continuidad) a cuánto va a estar el dólar el día de mañana.

Así, por la reducción de la brecha cambiaria obtenían retornos incluso superiores a los que ofrecía la bicicleta del mercado oficial, pero se exponían a mayor volatilidad. Por caso, salvo los primeros en salir, este conjunto ciclistas financieros vio borrarse en los últimos días una porción de las ganancias anotadas en los meses previos ante el rebote de los dólares financieros.

Con todo, el Gobierno dio señales de su vocación de sostener el diferencial de tasas que ofrece el “carry” en el mercado oficial al anunciar que “está cada vez más cerca” la reducción de la tablita cambiaria al 1% mensual. Podría hacerlo también para el mercado financiero si retoma las intervenciones directas del BCRA en el MEP y el CCL. Por un lado, porque su idea rectora es sostener la desaceleración de la inflación. Por otro, porque precisa evitar que una abrupta reversión del flujo de la bicicleta corte el ciclo de compras de divisas del Central.

Moldovan señaló al respecto: “En términos más generales el segundo ciclo de ‘carry trade’ que se abrió con el éxito del blanqueo encontró su punto más alto con la convergencia de los tipos de cambio oficial y paralelo y con la última baja de la tasa de política monetaria. Hacia adelante el Gobierno tiene que evitar que ese ciclo se revierta de manera abrupta. En ese contexto, es esperable que, después de algún margen de corrección, el BCRA recurra a su capacidad de intervención sobre el dólar paralelo para evitar un contagio al mercado oficial”.

* Para www.ambito.com

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