Polémica en el Senado: en enero se activará la “Dieta 13″ y los legisladores cobrarán medio aguinaldo
POLÍTICA Mariano CASALEn medio de las idas y vueltas entre senadores y la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, por el eventual descongelamiento de los haberes de los legisladores a partir de 2025, durante el corriente mes se activó la famosa dieta 13, votada en abril pasado en el recinto, y los integrantes del Cuerpo recibirán medio aguinaldo en enero próximo. Se trata de, aproximadamente, 2,5 millones de pesos en bruto.
Para entender la trifulca por los sueldos hay que retrotraerse a abril, cuando los hoy peleadísimos oficialismo y oposición pactaron un nuevo sistema de dietas y lo aprobaron en el recinto. Desde ahí, los mismos pasaron a estar compuestos por 2.500 módulos, más un adicional de 1.000 por gastos de representación y 500 extra, por desarraigo.
Sobre este último punto, sólo cuatro no lo cobran. Además, los legisladores se agregaron una dieta más a las 12 actuales para compensar el aguinaldo. Esto representó, desde dicho mes, más de $7 millones en bruto. La única senadora que no entra en esta lógica es Alicia Kirchner: cuando ingresó en la Cámara alta, prefirió mantener su jubilación y no recibe pagos por su labor en el Cuerpo.
Tras la polémica generada ante el penúltimo aumento otorgado a empleados legislativos -que estaba atado al de los senadores- del 6,6% para julio y agosto, el pleno de la Cámara alta anuló la suba en cuestión y congeló sus dietas hasta el 31 de diciembre, en una votación unánime, con 65 adhesiones.
El mes pasado, en un movimiento que ayudó a descomprimir la presión y bajar las fuertes críticas de empleados cumplidores -suelen ser los más perjudicados- contra los gremios legislativos -APL, de Norberto Di Próspero, el sindicato más importante-, el Congreso cerró una paritaria casi idéntica a la del Ejecutivo con estatales: una suba de 6,13% -acumulado-, de septiembre a diciembre. No corrió para los senadores, que tenían vigente el congelamiento hasta fin de año.
A partir de aquí aparece la bifurcación. Un grupo de legisladores cree que, como sus sueldos se encontraban ya en el freezer, los últimos dos aumentos no deben ser contemplados, por lo que el 1 de enero continuaría todo igual. Esa versión es poco sostenible y le da pie a la segunda opción, con un valor de módulo actualizado -hoy, en $2225,25- que impactará en dietas de más de nueve millones de pesos en bruto.
Para evitar eso, una idea es que los senadores envíen una nota a Villarruel para que estire el congelamiento. ¿El problema? No quieren solicitar nada para forzar a que lo haga por su cuenta la titular de la Cámara alta, lo que dará motivo a muchos para criticarla y oscurecer el pesado clima de convivencia. Bajo este juego es que el Senado atraviesa su fin de año, con otras batallas híper silenciosas.
Un inconveniente extra que se suma: el esquema de Ganancias sancionado con el paquete fiscal. “Nos parte al medio. Ahora te agarra todos los conceptos, así que ningún módulo queda a salvo”, manifestaron tres senadores a este medio. Otros dos reconocieron, 15 días atrás, que incluso cobraron menos al comparar noviembre versus octubre.
Detrás de todo esto se esconde una discusión que se repite de manera constante a través de los años y, por momentos, parece jugarle en contra los senadores. Sin contemplar, claro está, los escándalos con patrimonios inexplicables y jugosas inversiones.
Por un lado, es cierto que las dietas perdieron volumen o capacidad, según la época. No es algo de este Gobierno. Criticar eso, por más comparaciones que se hagan -inevitables-, es no comprender un gravísimo problema que acumula millas sin parar y será casi imposible frenarlo si en algún momento no se entra en razón: el financiamiento de la política.
Aún más injusto e innegable es la calidad de los legisladores con el correr de las renovaciones. De hecho, en el Senado hay asesores, directivos y varias personas de la “Casa” que entienden y conocen mejor el juego -ni hablar del reglamento- que los propios integrantes de la Cámara alta. Diputados siempre fue un fiel alumno de esta degradación y, ahora, ambos pelean por la corona.
Para pincelar el escenario, vale la pena recordar a un diputado oficialista hoy empoderado -tampoco escapa la oposición, que lleva años de “construcción” en la esfera pública- que, durante el primer tratamiento de la Ley Bases y el paquete fiscal, consultó a Infobae y a otros tres acreditados si después de una votación en general se pasaba a la particular.
Fuente: Infobae