google.com, pub-4701688879962596, DIRECT, f08c47fec0942fa0

El venenoso mensaje que enojó a Pullaro

POLÍTICAAgencia de Noticias del InteriorAgencia de Noticias del Interior
6zNvIC90T_600x600__1

“Las cosas con el gobierno nacional siempre caminan con tensión. A veces más y a veces menos”, comenta un ministro del gabinete de Maximiliano Pullaro. El viernes fue de esas veces que las tensiones aumentan y el escenario fue la Bolsa de Comercio de Rosario, en el encuentro previo al tradicional remate del primer lote de soja del año que integrantes del equipo del ministro Luis Toto Caputo –entre ellos el presidente del Banco Central y el titular de ARCA– pidieron tener con referentes de entidades agropecuarias y de la agroindustria “para compartir una mirada de primera mano sobre la economía”. Allí, sin la presencia de funcionaros provinciales y a puertas cerradas, los referentes del gobierno nacional dijeron que Santa Fe debía bajar la carga impositiva. 

Enterado, el gobernador Pullaro no dejó pasar el mensaje venenoso de funcionarios ligados a uno de los ministros del gobierno nacional con el que mejor diálogo tiene. También en la Bolsa, contó que le ordenó al Ministerio de Obras Públicas señalizar a qué jurisdicción pertenece cada ruta porque le daba vergüenza el estado de los que pertenecen a Nación. Cuestionó la apertura de importaciones que dañan a la industria santafesina, insistió con quitar las retenciones agropecuarias y defendió la política tributaria de la provincia. Recordó que el campo no paga ingresos brutos y la industria alícuotas “ínfimas”. E insistió en que Santa Fe hizo un fuerte ajuste fiscal y que el ahorro producido se está invirtiendo en infraestructura.

Igual de contrariado, el ministro de Economía Pablo Olivares dobló la crítica: “Estamos de acuerdo en discutir las políticas impositivas, pero no veo que Nación esté trabajando en lo que debería ser el primer paso para aliviar costos de las empresas, que es eliminar los peajes en la Aduana”.

Política y economía
 
La administración libertaria presiona para que las provincias bajen la carga tributaria, en especial Ingresos Brutos, que se considera distorsivo, pero es el principal impuesto de recaudación propia. Sin embargo, según los números oficiales, es mucha más la presión impositiva nacional que la de los Estados subnacionales. En 2024 la carga impositiva de las provincias fue del 6,4% del Producto Bruto Interno (PBI) mientras que la de Nación fue del 22,7%. Conviene hacer alguna salvedad, como que parte de lo que recauda Nación va a parar a provincias vía coparticipación, o que la carga tributaria de las provincias en productos de supermercados o combustibles es muy baja y lo que sobresalen son los impuestos nacionales.

Es de esperar que si el gobierno logra un buen resultado electoral en octubre, intentará avanzar en reformas impositivas a nivel nacional, de impuestos provinciales y de coparticipación. 

En términos generales, la Casa Gris no le escapa a esa agenda, pero sobre la base de otra propuesta que el ministro de Economía Pablo Olivares expuso en la última reunión del Consejo Federal de Economía. Básicamente invierte el modelo actual para pasar a otro en el que “las provincias recauden y coparticipen hacia arriba a la Nación”. Es decir, que “la potestad tributaria recaiga en los estados fundantes y coparticipen al nivel nacional como la manera más efectiva de garantizar el federalismo y evitar el centralismo coercitivo”. 

Más allá de si esas postergadas reformas prosperan y de qué forma, el núcleo de los recelos entre Nación y Santa Fe es de índole política. A diferencia de otras provincias, la Casa Gris no se cuadra de manera irrestricta con la Casa Rosada, pero tampoco hace oposición abierta como el kirchnerismo. No cuestiona el modelo de ordenamiento macroeconómico y fiscal de Milei, pero expone críticas a la ausencia de políticas productivas, de infraestructura, en materia de retenciones y apertura de importaciones. Santa Fe es una variante “blend” a las dos opciones antagónicas que dominan el escenario nacional.

El Gobierno Nacional polariza todo el tiempo bajo la lógica amigo/enemigo, matriz similar en ese punto a la del kirchnerismo (no por casualidad los dos trataron al Papa Bergoglio como una amenaza en algún momento). No le cierra el modelo santafesino de relaciones estratégicas basadas en negociación por políticas, asuntos o problemas puntuales. 

Con información de Rosario 3

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto
google.com, pub-4701688879962596, DIRECT, f08c47fec0942fa0