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A Perotti parece que ya no le da el cuero para pedir unidad en el peronismo

POLÍTICA 17/08/2022 Agencia de Noticias del Interior
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¿Unidad? Sí, claro, pero recién en las PASO. El peronismo no tiene en el horizonte mediano reunirse en una mesa amplia para sentar bases de cara a la sucesión del gobernador Omar Perotti. Para qué, es la pregunta que repiten desde, al menos, tres espacios justicialistas y que termina con cualquier discusión. Esa dispersión asumida tiene un por qué: además de las diferencias existentes, su dirigencia confía en que el ordenamiento electoral llegará el año que viene sí o sí a través de las PASO, ya sea peleados, espantados o hermanados. 

En distintas tribus peronistas, no hay preocupación por esa falta de organicidad de cara a las elecciones, a excepción de un par de espacios que piden plantear un rumbo. Sobrevuela la idea, ya arraigada en el inconsciente, de que en algún momento la magia de la unidad hará lo suyo y todo se acomodará. 

Por ahora no hay posiciones rupturistas y, como habrá PASO, “que nadie plantee ir por afuera ya es un aporte a la unidad”, razonan. “No creo que valga la pena juntarse de nuevo. ¿Para decir qué o hacer qué cosa?”, se preguntan en uno de los espacios que quiere disputar la gobernación. Claramente, no abunda el esfuerzo.

 

En este marco, todos los espacios coinciden, en voz baja, que están obligados a ir unidos dado el potencial de un probable frente de frentes antiperonista que cocina la oposición. Lo ponen en términos de única opción. Paradójicamente, en el momento en que más desinterés por reunirse existe, más necesidad de juntarse tienen. 

 

Como siempre, el tiempo será determinante y empieza a generalizarse el mismo cálculo: a mediados de noviembre se corta todo porque arranca el Mundial de Qatar, que termina a diez días de las fiestas navideñas. Después llega el brindis, las vacaciones y de golpe está febrero que es cuando se deberán presentar las listas. Sin embargo, nadie mueve.

 

Ese calendario empezará a tomar temperatura en breve. El único que parece no haber dado vuelta el reloj de arena es el senador Marcelo Lewandowski, a quien le endosan la posibilidad de ser la opción mejor posicionada del peronismo unido. La decisión de su futuro llegaría recién entrado 2023, pero el último fin de semana reunió a un grupo nutrido de allegados en el Aeroclub de Pueblo Esther donde se desglosaron distintos aspectos de la gestión provincial y municipal. Una suerte de conformación de equipos para, llegado el caso,  no quedar desprevenido.

 

En tanto, Perotti, imposibilitado de reelección, no define públicamente a quien bendecirá y le da algo de cuerda al sello Hacemos Santa Fe, pero no termina de hacer pie, al igual que Roberto Mirabella, quien trata de moverse como la opción. Proyección nacional o Cámara de Diputados provincial es donde pone su futuro el gobernador.  

 

Otro espacio con aspiraciones es el rossismo, que muestra a Leandro Busatto como candidato a gobernador desde hace dos meses. Al margen de esa necesaria exposición, no pide una mesa amplia ni acelerar los tiempos. Agustín Rossi se enfoca en la gestión nacional y en respaldar al Presidente en la crisis. En tanto, el presidente del bloque del FdT en Diputados y del PJ rosarino, Germán Martínez, se mantiene más que ocupado en los movimientos oficialistas en el Congreso y en mantener la línea política en la departamental. Por ahora, no se adelantan. El camporista Marcos Cleri y Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita, avisan que competirán. 

 

Unidad, a lo último
La simbología de la vieja unidad peronista está deshecha. En 2019 el PJ logró pegar las partes forzadamente ante un macrismo que no dejó otra alternativa. “Hoy no están las condiciones”, reconoce un dirigente. En estos dos años de gestión de Perotti, en el que abundaron los reclamos de ausencia de conducción y  nula apertura de su gobierno, se llegó a una situación confusa y revuelta. Se le suma un Frente de Todos (FdT) averiado internamente a nivel nacional y con una crisis sin definición.

 

Ese es un factor principal por el que nadie quiere mover un músculo en términos electorales. “Son momentos muy difíciles a nivel nacional. Hay que aportar una salida a esa urgencia y pensar en cómo enderezar el barco para llegar bien a 2023”, agregan. De ese mismo problema, el senador Armando Traferri encuentra otra interpretación: hay que sentarse y acordar porque la crisis puede llevarse puesta a la dirigencia. “El esfuerzo hay que hacerlo igual por más que una reunión no genere expectativas”, agrega alguien con incidencia en un espacio político y con silla en el PJ provincial. 

 

El cartucho quemado
El PJ de Santa Fe quemó rápido uno de los cartuchos que tenía para lograr la unidad de cara a 2023. En febrero, el presidente del PJ provincial, Ricardo Olivera, intentó unir las partes, pero la masa nunca leudó. Las ganas de los diferentes espacios no estaban metidas en una construcción colectiva más allá de que algunos se arrimaron.

 

Pasaron los meses y esa actitud continúa igual. Si en algún momento se esperó que sea el gobernador Perotti quien dé un paso al frente y convoque, ahora no solo se desechó sino que se preguntan si tendría sentido. “Al menos a nivel nacional se discute, se pelea, acá ni eso. Se secó la rosca provincial en estos dos años”, agrega un dirigente peronista de peso en su espacio.

 Fuente: LetraP, sobre una nota de Facundo BORREGO

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