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La trastienda de la decisión de Alberto Fernández: llamados de medianoche y el detonante final

POLÍTICA 21/04/2023 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior

“¡La pucha que vale la pena estar vivo!”. Alberto Fernández emuló la escena de Héctor Alterio en “Caballos Salvajes” en un acto en Mar del Plata. Tras esa cita nostálgica -típica del Presidente- el jefe de Estado regresó a la quinta de Olivos en el Tango 03. Cuando se quedó solo en la residencia oficial, entrada la noche, comenzó a levantar el teléfono para hablar con su puñado de colaboradores cercanos.

Llamó a el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; al secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; al canciller Santiago Cafiero y a la portavoz Gabriela Cerruti. Con algunos, incluso, se quedó charlando hasta pasada la medianoche. A todos les comunicó que se iba a bajar de la reelección y que lo quería anunciar esta misma mañana.

Recién ahí, el equipo de comunicación de Fernández se puso a confeccionar el video de 7 minutos y 42 segundos con la voz en off del Presidente y múltiples imágenes de archivo. “Trabajamos toda la noche para que saliera hoy temprano”, dijo alguien del staff presidencial. Esta mañana, cuando Fernández publicó el tuit, varios de sus colaboradores, los “albertistas”, habían llegado a Olivos para acompañarlo. Uno de ellos transmitió: “Lo vimos tranquilo, convencido de estar haciendo lo correcto. Aunque hacer lo correcto no sea lo que más le convenga”.

A Fernández le esperan siete meses difíciles al frente de una economía muy vulnerable, sin una proyección de continuidad política y con una legión de detractores en su propia coalición de Gobierno. Los sondeos que leen en la cúpula del Gobierno, además, venían alimentando la declinación del jefe de Estado, con números adversos en imagen e intención de voto.

La oportunidad
El entorno íntimo de Fernández percibía desde hace varios días que el Presidente desistiría de ir por la reelección. No porque el Presidente se los transmitiera directamente, como una decisión tomada 100%. Pero en las conversaciones cotidianas se traslucía que había desistido de jugar y todos, en el fondo, lo sabían. “Era claro que estaba macerando la decisión, pero faltaba un proceso muy interno de él. No decía que se iba a bajar, pero se intuía que iba a ser así. Ayer a la medianoche hablamos y me dijo que creía que este era el momento”, dijo a este medio un importante funcionario nacional.

Con ese clima en la cúpula del Gobierno, desde hace varias semanas que algunos de los funcionarios que orbitan cerca del Presidente empezaron a pensar en su futuro bajo la hipótesis de que el primer mandatario daría un paso al costado. Algunas figuras del riñón presidencial, de hecho, comenzaron a colaborar con Daniel Scioli, aún cuando se siguen referenciando en el jefe de Estado. Y Rossi, actual mano derecha de Fernández en la diaria, dijo públicamente que -si su jefe se bajaba- analizaría presentarse como candidato presidencial. El santafecino lo dijo con la bendición de Fernández, que lo alentó a que se posicionara, aún en la confusión general que reina en el Frente de Todos.

Un ministro relevante que estuvo en las últimas horas con Fernández, acotó: “Alberto estaba esperando la oportunidad, iba midiendo. Creo que finalmente decantó que necesita transitar los meses que le quedan más desprendidos de lo electoral y más enfocado en la gestión”.

Los motivos
Más allá de su definición personal, Fernández venía, desde hace meses, obsesionado con dos cuestiones de cara al armado de la estrategia electoral: evitar el “dedo” de Cristina Kirchner en la confección de las listas y asegurarse que -si él no era candidato- hubiera un postulante del oficialismo que defienda a la gestión nacional durante la campaña.

Es por eso que viene machacando con que la interna del Frente de Todos se debe dirimir en las urnas, con una PASO. Si bien hay interlocutores de las distintas tribus del oficialismo que trabajan en un “reglamento” para una eventual competencia interna, dada la catástrofe económica y la inestabilidad financiera que enfrenta el Gobierno, son muchos los dirigentes que no descartan que finalmente decante un candidato de unidad por el peronismo.

Pero más allá de la estrategia electoral, los acontecimientos de los últimos días fueron los que empujaron al Presidente a oficializar su decisión ahora. Los ruidos políticos con Sergio Massa -que ayer se fue de Olivos sin saber lo que hoy haría el Presidente- y la disparada del dólar blue pusieron al Gobierno en una situación de enorme vulnerabilidad. Por otro lado, la semana negra para el Gobierno tenía esta tarde el broche final con una nueva reunión del PJ, en donde se podía repetir la misma escena que hace dos meses en la sede de Matheu: el kirchnerismo presionando para que el jefe de Estado se baje y una nueva pelea a cielo abierto en el Frente de Todos. En este contexto, cualquier ruido político en la cúpula podía impactar aún más en los mercados.

“La reunión de hoy podía ser algo muy escabroso, pero además está la situación económica y social. Alberto va a poder terminar mejor sin el peso de una candidatura”, dijo un ministro cercano al Presidente. Otro funcionario que hoy estuvo en Olivos acotó: “Alberto no podía ir hoy al PJ a discutir una candidatura que no iba a ser y menos en un momento económico que exige que se dedique solo a la gestión”.

La duda que queda es si Fernández apoyará a un delfín o se declarará prescindente. “Debe concentrarse en resolver los problemas de los argentinos. Se pone al frente de las PASO y el armado electoral”, fue el mensaje oficial que transmitió hoy la Casa Rosada junto al tuit del anuncio. En el video, Fernández dice: “Debemos democratizar nuestro espacio, démosle la lapicera a cada militante”.

En el entorno del Presidente señalan que Fernández quisiera que alguien de su núcleo esté representado en la boleta, “aunque difícilmente se ponga en jefe de campaña de nadie”. Es decir, podría manifestar su preferencia por algún candidato, sin exhibirse involucrado la tarea proselitista.

Conforme pasan las horas, Rossi se entusiasma cada vez más con ver su nombre en alguna boleta. Scioli, por su parte, es el único que está totalmente lanzado y que dice en los medios, sin ponerse colorado, que va a ser candidato a presidente este año. Pero no se presenta como el “plan B” de Fernández. El embajador en Brasil, que está volcando recursos económicos para hacer una campaña, está tendiendo puentes con todas las terminales del oficialismo, el kirchnerismo incluido.

FUENTE: LANACION.COM.AR

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