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Sequía, el lado B de la trompada

ECONOMÍA 20/05/2023 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias

Argentina está en la mitad del río, paradójicamente, de la sequía. Los problemas llegan en un momento en que la cosecha de soja debería estar desbordando camiones en la zona núcleo santafesina y en el que falta una eternidad para que el ciclo arranque de nuevo. Más allá de la pérdida de 20 mil millones de dólares totales y de la poca liquidación que pincha las reservas de la alcancía de Sergio Massa y obliga a reconfigurar el acuerdo con el FMI, los daños colaterales ajenos a la macro comienzan a asomar.

 

Las deudas empiezan a apretar en un contexto en el que el sector primario no tiene liquidez y en el que la cadena de pagos se tensa. “El secreto es si llegaste endeudado a esta campaña. Si tenías deudas, la sequía es el golpe de gracia. Si no tenías, podés tener revancha”, graficó un productor de la zona de Rosario y dirigente rural con muchas campañas en la espalda. “La cuestión es llegar hasta la otra campaña, pero recién estamos a mitad del río”, agrega.


Afrontar la próxima campaña con deudas e insumos dolarizados se volvió una pesadilla. Por eso los productores piden cada vez más financiamiento a los proveedores de insumos (fertilizantes, semillas, etc), pero es difícil lograrlo si llegan con deudas bajo el brazo. Por ejemplo, las cooperativas o bancos no acceden tan fácil. Otro tema desvirtuado es el arrendamiento y los contratos de alquiler de los campos. Se piden pasar a la próxima campaña los pagos donde los contratos son anuales y habitualmente se cancelan en uno o dos veces.


El lamento no es sólo de Massa, también el gobierno provincial reniega.  en el ministerio de Economía santafesino empiezan a notar un efecto arrastre con una caída en términos reales en la recaudación del impuesto a los Ingresos Brutos en actividades de servicios y comercio asociadas a la agropecuaria, que está exenta. Por ejemplo transporte de carga, venta de maquinaria, vehículos, inversiones, entre otras. En el gobierno provincial no niegan la versión, pero aclaran que es prematuro aún especificar con números. Vale recordar que la emergencia agropecuaria dejó sin efecto el pago del impuesto Inmobiliario Rural.
Los oportunistas
También asoman los oportunistas de siempre. En una coyuntura de aumento del tipo de cambio y recesión, aquellos holgados en dólares esperan el final del proceso para comprar activos a quienes estén urgidos de liquidez para pagar deudas. Es decir, aquel con dólares en mano, sin apuro financiero y prolijo, aguarda para comprar hectáreas de quien esté con el agua al cuello, valga la licencia de la expresión. “Siempre anda dando vueltas un Isidoro Cañones”, sostuvo un contador a este medio.
La industria del seguro vio en la sequía una chance para reactivar un negocio millonario que pretende que sea masivo: seguros agrícolas contra riesgos catastróficos, aquellos eventos climáticos masivos que pueden generar pérdidas enormes, no sólo para los productores, sino para la economía real.

Según supo Letra P, la entidad que nuclea a las Aseguradoras del Interior de la República Argentina (ADIRA) volvió a tirar la caña en el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que le sirve de ventana para impulsar el negocio, para que se vuelva a reconducir el lobby. Mientras tanto evangelizan sobre las supuestas ventajas del seguro. En la cámara empresaria están los popes de la actividad como Sancor Seguros, La Segunda, San Cristóbal, Cooperación, Previnca, NSA y Segurometal.

La sequía que atraviesa el país con pérdidas monstruosas le pone nafta a ese discurso. Sin embargo, un productor mediano del sur santafesino opinó: “Era el año pasado, ahora ya me sequé y no hay probabilidades en varios años más de semejante sequía”. Las aseguradoras pueden decir "yo les dije". Ahora, apuntan al mediano plazo más allá de que en las próximas cosechas no haya riesgos de sequía severa. En ese planteo exponen el dilema del incendio: para qué contratar un seguro si nunca me incendié… hasta que te incendiás y perdés todo.

Los arrastrados
El fenómeno no pegó sólo al que siembra soja, maíz o trigo, también al que tiene hacienda. Se está acelerando la liquidación de vientres al punto que los frigoríficos santafesinos están dando turno con tiempo para faenar porque no dan a basto, según comentaron desde una entidad rural. Entran más vacas de las que se consumen y que los cortes que se exportan. La cuestión que apuntan es que lo que sobra ahora, faltará en unos meses, y es ahí cuando subirá el precio de la carne y la leche.

En tanto, la maquinaria agrícola que tiene su clúster en Santa Fe sufre la escasa venta de unidades luego de un 2022 muy bueno. Hay un punto clave que lo sienten como una piedra en el zapato: la resolución A7720 del Banco Central de la República Argentina, que impide dar créditos accesibles a los productores que guarden más del 5% de la cosecha de soja. Según Massa, que la quiere modificar, "funciona como un techo de acceso al crédito para los productores".

El presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), Eduardo Borri, ajustó más el concepto: “No se perjudica el productor porque toma el crédito más caro, directamente no lo toma, y eso perjudica al que vende maquinaria y otros rubros”. La cámara y otras entidades empresarias hacen fuerza para que se retoque, pero la cuestión es más compleja. Al parecer no coincide Hacienda con el Banco Central. Massa quiere modificarlo, en el Central no. ¿Quién lo diría?

Con informacion de Letra P.

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