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El mal humor del mercado demora la baja del riesgo país, clave para el plan del Gobierno

ECONOMÍA Pablo WENDE
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La reducción del riesgo país es un aspecto clave para el Gobierno, en la necesidad de recuperar el acceso a los mercados voluntarios de financiamiento. Pero se trata de un camino lleno de escollos y uno de ellos es el humor de los mercados. Ayer quedó a la vista.

Septiembre arrancó con una jornada negra para Wall Street, luego del feriado por el Día del Trabajo en Estados Unidos. Las acciones tecnológicas perdieron 3% y el derrumbe se notó especialmente en las empresas de chips y semiconductores como NVDIA, que venía desempeñándose como una de las estrellas del año bursátil.

Este flojo arranque del mes llega después de un agosto que fue volátil pero que terminó en alza para los principales índices bursátiles, que quedaron cerca de sus máximos históricos.

Esta mayor turbulencia generó una postura más conservadora de parte de los inversores, que castigaron a los activos considerados más riesgosos. Los bonos argentinos no se quedaron afuera y riesgo para volver a niveles de 1.467 puntos básicos. Las caídas de los bonos ayer fueron generalizadas y se ubicaron entre el 2,5% y 3%.

Desde el equipo económico sostienen que no hay mayor apuro para volver a los mercados, porque los pagos de deuda del año próximo estarían cubiertos. Sin embargo, hasta ahora el ministro de Economía, Luis Caputo, no fue demasiado explícito a la hora de explicar de dónde saldrían los fondos para afrontar vencimientos que superan los USD 10.000 millones con bonistas privados.

Si bien se registró una mejora de las cotizaciones en las últimas semanas, la evolución de la deuda argentina muestra que le está costando alejarse de la zona de los 1.500 puntos básicos de riesgo país. Estos niveles vuelven inviable cualquier posibilidad de recuperar acceso al financiamiento voluntario en los mercados internacionales, a las que la Argentina no accede desde principios de 2018.

La expectativa del Gobierno es que el blanqueo genere una mayor demanda de bonos en dólares, ya que son parte del menú de inversiones disponible para los que regularicen. Uno de los títulos que ganó favoritismo en las últimas semanas es la serie 3 del Bopreal, que cotiza como BPY26. Este bono emitido por el Central a favor de los importadores vence durante el mandato de Javier Milei, lo que en principio daría mayor certeza de cobro a los inversores.

En su blog económico, Domingo Cavallo volvió a reflexionar sobre la situación financiera y cambiaria, apuntando justamente a la deuda en dólares. Según el ex ministro, la continuidad del cepo cambiario abre interrogantes sobre la posibilidad del Gobierno de acumular reservas y, por ende, de hacer frente a los futuros pagos de deuda en dólares.

“Se han dado indicios respecto a la posibilidad de mantener el cepo también en 2025. Pero espero que el Gobierno se dé cuenta que es preferible unificar el mercado cambiario y avanzar con un programa de estabilización”, señaló Cavallo.

Esta apreciación retoma la discusión sobre la conveniencia de prolongar la vida útil del cepo, con el objetivo de no arriesgar la posibilidad de un salto cambiario. Pero al mismo tiempo mantener las restricciones cambiarias complica las cosas a la hora de recuperar la confianza y el acceso a los mercados.

El cepo, por otra parte, implica sostener una brecha cambiaria que se mantiene relativamente alta. Y cada vez son más los esfuerzos del Gobierno para impedir que suban los dólares financieros.

No solo se mantiene el “dólar blend”, que destina un 20% del total de exportaciones para abastecer el contado con liquidación, sino que al mismo tiempo el Tesoro también sale a vender parte de los dólares adquiridos en los últimos meses para absorber pesos. En los últimos dos meses, esas ventas específicas habrían sumado unos USD 700 millones.

Fuente: Infobae

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