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A pesar del desplome de la brecha, el Gobierno dice que no va a apurar la salida del cepo

ECONOMÍA Mariano BOETTNER
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El Gobierno asegura que no apurará la unificación cambiaria ante la caída sostenida de los tipos de cambio paralelos, que llevaron al dólar libre y al MEP a valer este jueves apenas un 4% más que el oficial mayorista que administra el Banco Central y de algo más de 2% respecto al minorista en el Banco Nación. El equipo económico insiste en que espera tener una mayor cantidad de reservas y una inflación a la baja durante varios meses consecutivos antes de activar una medida similar, salvo que medie un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que pueda acelerar el proceso.

Las divisas paralelas acumulan más de cuatro meses de baja nominal sostenida, lo que hizo desplomar a la brecha cambiaria desde los máximos que tocó durante el mandato de Javier Milei, bien por encima del 50%, hasta los mínimos desde septiembre de 2019, apenas reincoporados los controles cambiarios durante el gobierno de Mauricio Macri tras las PASO de agosto de ese año.

El reajuste del torniquete a la emisión monetaria desde mediados de julio, que también agregó oferta a los dólares paralelos y que reforzó así el esquema de dólar blend, dieron el paso inicial para la compresión de la brecha cambiaria. El blanqueo de capitales, que comenzó con fuerza desde mediados de agosto, fue el mecanismo por el cual el Gobierno consiguió que comenzaran a circular divisas en el sistema, primero como depósitos exteriorizados y luego como créditos al sector privado en moneda extranjera.

Ese esquema le permitió al Banco Central acelerar la compra de divisas en el mercado oficial -ya que los préstamos de ese tipo son liquidados ante la autoridad monetaria- y despejar dudas en el mercado sobre la sostenibilidad del armazón cambiario por los próximos meses. La brecha respondió a esos incentivos y su convergencia hacia el dólar oficial está más cerca.

En el equipo económico prefirieron mantener la cautela ante el dato y rememoran que esa tendencia “de arriba hacia abajo” de los tipos de cambio paralelos hacia el oficial había sido anticipado en reuniones con empresarios hace algo más de tres meses. Este jueves Luis Caputo insistió, consultado sobre si la caída de los dólares paralelos allanaban el terreno para una unificación cambiaria, en que la secuencia de inflación más baja y recomposición de reservas tendrá que continuar antes de salir del cepo.

“Al blue lo miro poco, pero tampoco estoy pendiente de la cotización del dólar porque siempre tuvimos la visión de que iba a converger de arriba hacia abajo, lo dije cuando valía $1.500. Es como habíamos diseñado el plan desde el día 1 y le teníamos confianza. Uno me podría decir: ‘¿Por qué no salen del cepo ahora?’. Porque hay que cumplir condiciones que no están, lidiar con los flujos y los stocks. Eso hay que normalizarlo”, dijo el jefe del Palacio de Hacienda en declaraciones a LN+ desde Montevideo. Caputo reiteró, además, que la salida del cepo puede ser gradual, como hasta ahora, o con mayor velocidad si el FMI otorgara un nuevo crédito.

Esa condición de potencial salida de divisas no resuelta fue explicada recientemente por el presidente del Banco Central Santiago Bausili, y se trataba de un detalle hasta el momento no hecho público por el equipo económico. Como requerimiento para salir de los controles, dijo en Córdoba hace dos semanas: “Tiene que haber un equilibio monetario, estamos muy cerca de tenerlo, pero no necesariamente el equilibrio cambiario. El cepo está empezando a ser una barrera de contención de la entrada en lugar de una barrera para la salida”, dijo el funcionario.

Además, continuó: “Es muy probable que en este esquema monetario cuando se levante el cepo, sea una fuente de liquidez donde entre capital de afuera y no salga el de adentro. Mientras, tenemos que identificar los desequilibrios cambiarios. Los individuos no tenemos desequilibrios cambiarios, nadie ahorra en pesos forzado porque no tiene escapatoria. Con las pymes pasa algo similar. El flujo de deuda comercial también se resolvió, no hay un gran stock pendiente. Hay dos o tres bolsillos que quedan afectados por el cepo y que representan un riesgo de stock”, explicó Bausili. Así, dio entender que además de ese stock no resuelto, el equipo económico trabaja con la hipótesis de que la salida del cepo hará ingresar flujos de capitales financieros que aprecien la moneda incluso más.

“Quedan dos o tres lugares con liquidez atrapada. Por eso en el mientras tanto liberamos (controles) donde no están (atrapados). El comercio es lo más importante para nosotros, que sea lo más libre posible para que baje el costo argentino y fluya la actividad económica”, planteó el titular del Central, y señaló que los sectores con demanda potencial de dólares son aquello con “stocks de deuda financiera inter company, dividendos, son bolsillos donde hay demanda latente”.

“Hay una situación todo de golpe o por capas, a medida que aparecen fuentes de dólares que pueden dar con flujo salidas a estos stocks, estos balances se van achicando. Esa rueda gira pero de a poco los vamos tratando de corregir”, explicó Bausili a su antecesor en el cargo.

El BCRA había abierto, en mayo pasado, una ventana para descomprimir demanda de divisas por giro de dividendos en una de las últimas operaciones de licitación de Bopreal, el instrumento en dólares creado por este Gobierno para bajar la deuda comercial importadora acumulada durante la parte final del mandato del Frente de Todos. Según estimaciones privadas, que en despachos del equipo económico validan, aunque no exista un dato oficial consolidado, antes de esa operación de Bopreal había pendientes de pago unos USD 6.000 millones.

La caída sostenida de la brecha y que continuó este jueves está explicada, según el analista Gustavo Ber, por “el clima de mayor confianza y también la estacional mayor necesidad de pesos que continúa empujando a los agentes económicos a la liquidación”. “Esta dinámica continúa achicando la brecha, ya rumbo prácticamente a evaporarse, lo cual continúa acercando los tiempos de una convergencia cambiaria dentro del plan de normalización económica”, consideró.

Por su parte, en un informe de research macroeconómico del Grupo SBS, los economistas de esa Alyc apuntaron: “Si bien esta contracción es un signo positivo, no es menos cierto que los stocks de pesos son relevantes y que, si bien son menores a los máximos de 2017, presionarían sobre el tipo de cambio de removerse los controles, por lo que, si bien somos partidarios de remover el cepo dado que consideramos que ello tendría más beneficios que costos en el mediano-largo plazo, ante el objetivo prioritario de desinflación sí habría presión cambiaria dados estos stocks”, plantearon.

En una mirada hacia el inicio de 2025, SBS aseguró que una de las preguntas que sobrevuelan en ese marco es si seguirá teniendo sentido el dólar blend “dado que limita la acumulación de reservas del superávit comercial”, por lo que el Gobierno debería directamente eliminarlo, y si “el espacio que dan los depósitos privados en dólares dan al aumento de préstamos se traduce en aumento de reservas netas y si hay algo de presión importadora en enero tras la eliminación del impuesto PAIS”, cerraron.

Fuente: Infobae

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