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El secreto detrás de los sets de filmación de El Eternauta: cómo se hicieron y el detalle que impresionó a Ricardo Darín

ESPECTÁCULO Julia VOSCO
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A horas de su estreno, El Eternauta impactó a miles de fanáticos y causó furor en las redes sociales. Tal es así que incluso Netflix ya confirmó la segunda temporada. Sin embargo, poco se sabe respecto a los secretos de su set de filmación. Desde las grabaciones en la ciudad hasta la recreación de Buenos Aires a escala, el equipo de la serie enfrentó innumerables desafíos.

El nivel de producción no solo sorprendió a los fans, sino al propio Ricardo Darín. “Todavía no salgo del asombro que me produjo llegar al set en aquel hangar gigantesco en el Polo Industrial de Ezeiza y encontrarme con los coches uno encima del otro, con un colectivo atravesado y todo nevado… Creo que ese fue el primer gran cachetazo que recibimos todos en relación a la escala de producción: cuando estuvimos parados frente a esa muralla”, detalló el actor en diálogo con el gigante del streaming.

Otro de los puntos más llamativos fue la creación física de una muralla de autos, la cual los sobrevivientes utilizan en la serie para protegerse de los invasores. En este caso, lejos de usar la tecnología, el equipo apiló 17 vehículos, con ayuda de grúas, en un hangar de 4800 metros cuadrados.

A su vez, cada uno de esos autos fue escaneado de manera individual y en su ubicación en la muralla. Con esas imágenes se construyó un modelo 3D. Luego, en la filmación en Puente Saavedra, se ubicaron cromas en la disposición precisa para que pudiera combinarse, en postproducción, con el modelo virtual.

Para llevar a cabo la adaptación de la novela gráfica de Héctor Germán Oesterheld se necesitó un despliegue de locaciones, actores, vehículos, extras, vestuario y material general sin precedentes en la Argentina. “El primer desafío de filmar en locaciones tan simbólicos de Buenos Aires era que todas son muy transitadas. No fue sencillo instalar un set de grandes dimensiones en sitios característicos y de muchísimo movimiento”, contó Eugenia D’Alessio, Jefa de Locaciones junto con Mariano Cukar y Marcelo Martínez.

Ante cada filmación, el equipo necesitaba obtener las autorizaciones y organizar la logística de los cortes de tránsito, contemplando las horas necesarias para ubicar la nieve y montar el set, filmar y limpiar. Uno de los desafíos radicaba en encontrar esa ventana temporal mirando el pronóstico: necesitaban que estuviera nublado la mayor cantidad de días posible.

Así las cosas, más allá de los permisos, la producción de El Eternauta tuvo que hablar con los vecinos que se iban a encontrar afectados. “El trabajo con la nieve fue muy cuidadoso para que no surgieran problemas, porque llenamos de sal cuadras enteras, o de celulosa, que se metía en las casas de la gente”, sostuvo Mariano Cukar.

Respecto a su rol en la producción, el director Bruno Stagnaro afirmó: “Como director siempre tuve claro que sí o sí necesitaba involucrarme con los efectos para poder construir una narrativa, porque de no hacerlo terminás habitando un mundo que te lo completa otro, y entonces hay un montón de resortes del relato que dejás de administrar. Además, en esta historia los efectos están en su génesis. Me parecía imposible que yo pretendiera dirigir esto si no tenía claro técnicamente cómo resolverlo”.

Otro de los aspectos que debió resolver la producción fue la recreación de la ciudad. En un primer momento y de un modo bastante intuitivo empezamos a investigar cuestiones que tenían que ver con el escaneo de las calles. Apareció un elemento que no se utilizaba demasiado, que era el escáner 3D, y fuimos explorando con él. En paralelo, surgieron mejoras fundamentales en herramientas como el Unreal”, resaltó el director.

El Unreal Engine es un motor de videojuegos de tiempo real y código abierto. En la creación de El Eternauta, este software fue la base de la Virtual Production, un método de producción audiovisual que permite generar entornos digitales combinando imágenes en vivo con gráficos generados por computadora (CGI).

Previamente a la filmación se creó un fondo que, una vez en el set, se utilizó para proyectar en pantallas gigantes de alta calidad y funcionaba como parte de la escenografía.

Con el objetivo de ser lo más realistas posibles, y generar la sensación de una verdadera ciudad, el equipo escaneó todo el recorrido posible de los personajes, desde barrios completos hasta 15 kilómetros de vías de tren y sus alrededores. Calles, rutas, puentes, carteles, edificios. Varios equipos tomaron fotos de todas las fachadas, relevaron cada zona con drone y registraron las escalas y distancias con láser LiDAR (Light Detection and Ranging).

Se propusieron simular también la imperfección. “Esa rotura, ese desgaste del tiempo y del clima. Registramos los pozos y las paredes manchadas. Llevó un montón de trabajo, pero gracias a eso logramos crear más de 30 escenarios. De otra manera hubiese sido imposible. Ni con un ejército de artistas hubiéramos logrado que se vea tan realista”, subrayó Ignacio Pol, responsable de la producción.

“Escaneamos personas tendidas en el suelo para tener una ‘librería de muertos‘. Modelamos el parque automotor completo de Buenos Aires, incluyendo sus colectivos. Hicimos dobles de todos los vehículos de la serie. A todo había que sumarle la complejidad de la nieve y el desgaste de una ciudad que se va rompiendo. Hicimos cosas que no habíamos visto nunca en otros proyectos”, completó Pol.

Haber decidido crear esos modelos 3D con la ciudad escaneada fue clave para todo el proceso. Gracias a eso muchas veces el equipo terminó de filmar en postproducción.

 

 

Fuente: Infobae

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