Mientras la vicepresidente Cristina Kirchner, en Ensenada, volvía castigar los conceptos del presidente de la Nación, Alberto Fernández, Guzmán renunció al ministerio de Economía. Era el funcionario cuya caída más reclamaba el kirchnerismo.
En su extenso texto de renuncia, de 7 carillas, Guzmán recuerda dice que “desde el día en que los argentinos y las argentinas percibimos que usted podía llegar a ser el Presidente de la Nación, busqué ser su ministro de Economía” y caracteriza aquel momento como “tiempos muy difíciles” en los que -dice- “sentía que mi responsabilidad con la Patria, con mi pueblo y con mi familia era aportar a la construcción de una salida a la crisis económica que vivía el país”.
Sin embargo, poco más adelante Guzmán reconoce cierta frustración
La primera vez que le hablé a la Argentina como ministro de Economía de la Nación, conté que nuestro objetivo era tranquilizar la economía. Puede que a varios ese concepto no les genere demasiado entusiasmo, pero a mí siempre me pareció (y me parece) que tranquilizar la economía constituiría una verdadera épica.